Hacía mucho tiempo que quería escribir sobre
una serie que fue esencial en mi vida, seguramente la que más me ha marcado.
Hoy, la muerte de su actor principal, el mítico Sancho Gracia, me obliga a
cumplir por fin ese propósito un tanto precipitadamente. A las generaciones más
jóvenes les podrá parecer obsoleta y hasta casposa, pero yo soy y seré siempre
fan de Curro Jiménez. Recuerdo
cuando se estrenó en los años 70. Creo que la emitían los domingos por la
noche, y al lunes siguiente, todos los chavales de clase la comentábamos y
recreábamos sus escenas (inolvidable el episodio de don Frasquito y las
tortas). Cuando, ya en la calle, intentábamos revivir con nuestra entusiasta imaginación
infantil las aventuras del bandolero y su banda, yo siempre era El Estudiante…
Inolvidables también la música de Waldo de los Ríos, la cabecera inicial del programa,
con los forajidos cabalgando sobre el agua, las maravillosos paisajes de la
serranía andaluza, los trabucos y las navajas, las patillas, el Malospelos, el Guindo y el Guindilla, y hasta ese mensaje de denuncia
del abuso de los poderosos semioculto entre peleas y carcajadas. ¡Que falta nos
haría un Curro Jiménez hoy en día!
La serie tuvo grandes episodios de marcada
carga dramática y algunos algo más livianos y hasta olvidables en clave de
humor. El concepto fue obra del propio Gracia, inspirándose parcialmente en un
personaje real, Andrés López, el Barquero de Cantillana, y claramente en la
leyenda de Robin Hood –acompañaban al proscrito un tipo grandullón a lo Little
John y también un fraile–. Su título inicial iba a ser “Bandolero”, pero se descartó
debido a que ya existía una película con ese nombre (la protagonizada por James
Stewart y Dean Martin en 1968). Sancho admitía divertido haber
sido un poco “contrabandista” en los años que pasó en Uruguay. Desfilaron por la serie tanto actores clásicos consagrados como otros que estaban empezando: Alfredo Mayo, Luis Ciges, Eusebio Poncela, Carlos Larrañaga, Kiti Manver, Veronica Forqué, Charo López, Silvia Tortosa... ¡hasta Isabel Pantoja! Son los primeros que me vienen a la cabeza de un vasto elenco que intervino a lo largo de sus 40 episodios.
Volví a encontrarme con la serie varias veces
más, las dos primeras que fue repuesta por TVE –una de ellas, las tardes de
verano a principios de los 90–. La tenía grabada en VHS en su totalidad. Me compré el primer volumen cuando
se editó en DVD (que por entonces me costó la friolera de 30 euros de
segunda mano: salió inicialmente al doble de precio). Desafortunadamente, no he completado la colección debido a mi
precaria economía de los últimos años, pero siempre he querido hacerlo y confío en poder algún día.
Con el propio Sancho me reencontré también varias
veces en la pequeña pantalla: Los camioneros –aunque apenas tengo recuerdos
de esta serie–, Avisa
a Curro Jiménez –un capítulo más largo que creo que se llegó a
proyectar en cines–, La máscara negra, Los
desastres de la guerra –nuevos intentos de Sancho de insistir en
esos personajes de justicieros del pueblo que le habían dado la fama–, La huella del
crimen y, por supuesto, la continuación de Curro Jiménez, Curro Jiménez: El regreso de una leyenda en
1994, una arriesgada apuesta de Antena 3 que no salió muy bien, pero que no
recuerdo con desagrado –es más, siempre he querido también volver a verla–. De
sus largometrajes para la pantalla grande recuerdo haber visto La casa de las
mil muñecas (¡con el mismísimo Vincent Price!), la divertidísima Cachito (impagable su personaje en
ella), Muertos
de risa, La caja 507 y, más recientemente, Entrelobos,
aunque sólo las dos últimas las vi realmente en sala de cine. También recuerdo
sus sobeteos a la exuberante Ivonne Reyes en aquel programa de Antena 3…
En fin, nos deja un actor emblemático del
cine y de la televisión nacional, Félix Ángel Sancho Gracia, a los 75 años
(había nacido en Madrid el 27 de septiembre de 1936 y falleció ayer 8 de agosto
de 2012). Se nos quedan más de dos centenares de sus trabajos realizados
durante su medio siglo de carrera profesional y el siempre grato recuerdo de
este entrañable y simpático hombre para no olvidarle. Adiós, Sancho; adiós,
Curro…
¡Que grande! ¡Sancho Gracia y Curro Jiménez! Yo de pequeño quería tener un trabuco. De esa serie me gustaba todo: la música, la ambientación, los vestuarios, los paisajes. Recuerdo con especial emoción los episodios que trascurrían durante la guerra de la independencia y tambien el último episodio cuando Curro se embarca a América, lo vimos toda la familia juntos. Y Sancho Gracia ha sido uno de los mejores actores que este país ha dado,de los de la vieja escuela, descanse en paz.
ResponderEliminarNo se me olvida, es que no la he visto. Al de la Iglesia, como a su amigo el Segura, los tengo un tanto atragantados... Tendré que hacer el esfuerzo algún día aunque sólo sea por ver a Sancho...
ResponderEliminarInteresante y emotivo artículo. Sin duda una gran perdida para el mundo del cine. Yo también me acuerdo con mucha nostalgia de aquella primera emisión de Curro Jiménez los domingos por la noche hace ya la tira de años. Bueno amigo, pues nada, te sigo leyendo al regreso, que estoy unos días fuera de la ciudad (y publicando con entradas programadas). Hasta entonces, un cordial saludo.
ResponderEliminar¡Pásalo bien! ;)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu post... Yo también sentía una especial predilección por Sancho. Si quieres leer el mío, está aquí:
ResponderEliminarhttp://thelonefreaker.blogspot.com.es/2012/08/se-nos-ha-ido-uno-de-los-grandes.html
Y ya, por extensión, he de decirte que he hojeado el blog, ¡y me ha encantado! Desde hoy, lo añado a mi lista particular.
Saludos llaneros.
Acabo de leer tu post y te he puesto también un comentario. También añado el link de tu blog al mío ;)
ResponderEliminar