Paralelamente al cine más comercial y
conocido de ciencia ficción, a todas esas películas plagadas de espectaculares
naves espaciales, rayos y combates que triunfan (o no) en taquilla, existe una
variante del género mucho más modesta y menos popular que utiliza el pretexto
del fantástico para contarnos historias más íntimas o profundas; producciones
normalmente de presupuesto modesto obra de anónimos artesanos fílmicos que
constituyen, sin embargo, todo un terreno a explorar. Entre mis últimos
descubrimientos dentro de esta modalidad está Otra
Tierra (Another Earth,
2011), con la que encuentro ciertas similitudes con la también reciente Monsters.
El proyecto de Otra Tierra es bastante curioso: los artífices son el director
estadounidense Mike Cahill, quien debuta en
el campo del largometraje después de varios documentales, y su antigua
compañera de universidad, la actriz Brit Marling,
ambos autores del guión de la película. Cuenta la chica que, cansada de que le
ofrecieran papeles de rubia tonta, decidió ponerse a escribir ella misma los
guiones que quería interpretar. Marling es también coproductora del film
junto con Cahill, quien además ocupa las tareas de cámara y montador. Como
veis, se trata de un proyecto muy personal de esta pareja artística.
Otra Tierra: otra forma de hacer ciencia ficción |
La historia es sencilla… tan sencilla como
puedan serlo las emociones y sentimientos humanos, en este caso, el de la
culpa: la joven protagonista de la cinta, en estado de embriaguez, estrella su
coche contra el de una familia, matando a una mujer embarazada y a un niño de
cinco años, y dejando temporalmente en coma al padre (William
Mapother). Tras pasar cuatro años en prisión, la chica está consumida
por el dolor y los remordimientos, y quiere disculparse con el hombre al que
dejó viudo. Cuando va a hacerlo, le fallan las fuerzas, así que no le dice la
verdad y decide hacerse pasar por limpiadora y encargarse de la descuidada casa de éste. Por supuesto, el vínculo entre estas dos almas perdidas se irá estrechando peligrosamente...
Y, ¿qué hay de ciencia ficción en toda esta
trama? En realidad, podría decirse que poca cosa, casi una excusa que tenemos
en la pantalla en un segundo plano pero que, al final, va a ser decisiva en la
resolución del trauma de ambos protagonistas: poco antes del fatídico accidente
con el que se inicia el largometraje, aparece en el firmamento otro planeta
Tierra idéntico al nuestro, y en el que cada uno tenemos a nuestro doble
exacto. Por supuesto, como en toda historia fantástica, las interpretaciones de
este fenómeno pueden ser docenas: es lo bonito que tiene este género tan
imaginativo.
Me gustó Otra tierra, también Monsters y algo menos Moon ya que ésta última creo que también se podría englogar entre los últimos films de ciencia ficción intimista. De Otra tierra es chula la relación que se forma entre la pareja protagonista y esa trama fantástica en segundo plano de la Tierra 2 que, como tú dices, tiene mucha importancia en la resolución de la historia.
ResponderEliminarLa de "Moon" aún no la he visto, y eso que me habían hablado bien de ella. Me la apunto...
ResponderEliminarPor cierto, en "Otra Tierra" se puede decir que la protagonista acaba encontrándose a sí misma ;)