Otra vuelta a una tuerca ya demasiado
apretada sobre una temática –la de los fantasmas infantiles– harto recurrida en los últimos años (véase mi entrada sobre La
sombra de nadie). La maldición de
Rookford (The Awakening)
era una película que tenía muchas ganas de ver después del buen sabor de boca
que me dejó La mujer de negro (véase
también la reseña),
pero que para mí no logra igualar su sombrío tono (ni creo que lo pretenda: ésta es mucho más benigna y esperanzadora). A su favor, la ambientación
en una época tan evocadora y romántica como son los primeros años 20 del siglo
pasado, una fotografía que logra transmitir perfectamente ese aire melancólico
que parece casi inherente al género fantasmal –fílmico o literario– y el
acertado trío principal de actores: Dominic West,
Imelda Staunton y, sobre todo, la sensual Rebecca Hall, secundados por el pequeño Isaac Hempstead Wright. En contra, el recurso ya
algo tedioso que viene siendo esa “sorpresa final” que da un giro casi total a
la historia que nos han estado contando y con la que, vaya, nos han estado
engañando, ya que las cosas no son lo que parecen ni tal y como se han
descrito. Me resulta un remedio demasiado manido a estas alturas y poco “ético”
hablando en un sentido narrativo. Decía el maestro Hitchcock con respecto a su
película Pánico en la escena que no
volvería a repetir el error que tuvo en ella de presentar a los espectadores un
flashback falso, y lo que ocurre en La
maldición... es algo de ese estilo, y no cuento más por si alguien quiere
verla (cosa que, después de todo, recomiendo).
Cielos nublados, páramos desiertos y
edificios vetustos : los ingredientes perfectos para una ghost story. |
Primer largometraje para cine del inglés Nick Murphy, nos cuenta la historia de Florence Cathcart,
una joven que, en la triste época posterior a la I Guerra Mundial, y tras haber
perdido a su prometido en la contienda, se dedica a desenmascarar falsos
fantasmas y espiritistas timadores. Un día, sus servicios son solicitados en el
aislado internado de Rookford, lóbrega y fría mansión con el historial trágico
de rigor donde se le presenta un caso que choca con sus férreas convicciones.
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