Como su colega Clint Eastwood, el gran Robert Redford parece empeñado en recuperar y dar
a conocer episodios oscuros, controvertidos, ocultos, olvidados o, simplemente,
curiosos de la corta historia de su país. Su octavo largometraje como director,
La
conspiración (The Conspirator)
parte del conocido y traumático hecho histórico que supuso para EE.UU. el
asesinato del presidente Abraham Lincoln para centrarse especialmente en el
juicio de una de las personas supuestamente implicadas en el criminal complot: Mary
Surratt, una viuda dueña de una casa de huéspedes por la que transitaron el
infame John W. Booth –asesino directo de Lincoln– y varios de sus compañeros
conspiradores. En un momento en que la nación está gravemente afligida por la pérdida
de su líder, ávida de sangre y de que rueden cabezas de turco, el joven abogado
Frederick Aiken tendrá que aceptar la comprometida y difícil tarea de defender
a Mary en un juicio militar sin precedentes que será cualquier cosa menos imparcial.
Una estupenda Robin Wright junto a James McAvoy |
Pese a repetir muchas de las convenciones de
las películas “de juicios”, La conspiración
me ha resultado muy emocionante de ver. Mantiene en todo momento el interés y la tensión conforme se va desarrollando el proceso. Me gustan las películas históricas y me gusta
aprender cosas sobre la Historia, aunque no soy muy ducho en ella (por ejemplo,
no conocía este suceso). Me encanta ver cómo Robert Redford ha recreado el
Washington, D.C. inmediatamente posterior a la Guerra de Secesión. Los actores
principales están muy acertados, tanto el siempre interesante James McAvoy en el papel del abogado Aiken, como
la magnífica Robin Wright encarnando a Mary
Surrat. Me admira lo bien que esta actriz ha madurado artísticamente desde que
muchos la descubrimos en aquella lejana La
princesa prometida, y es una mujer que nunca me deja indiferente con sus
trabajos. El reparto de secundarios es también muy destacable, e incluye
nombres como Evan Rachel Wood, Danny Huston, el simpático Colm Meaney y los excelentes Kevin
Kline y Tom Wilkinson.
No hay comentarios:
Publicar un comentario