Si tuviera que escoger, de entre todas las actrices que participaron en películas de James Bond, a la que para mí representa el perfecto paradigma de la Bond girl, mi elección más allá de toda duda sería la británica Honor Blackman, a la que los seguidores de las andanzas fílmicas del agente secreto pudimos ver en la que para mí es posiblemente la mejor película de la saga: James Bond contra Goldfinger (1964). Voluptuoso, descarado, agresivo, el personaje de Honor rebosa una sexualidad y un atrevimiento en el film incomprensibles para su época, empezando por su velado lesbianismo y acabando con el doble significado de su nombre: Pussy Galore (“pussy” significa “gatito”, pero presenta la misma dualidad que la palabra “conejo” en español, mientras que “galore” significa “montón” o “abundancia”: ahí queda nada).
Por si fuera poco, Mrs. Blackman tiene un importante papel en una de mis películas favoritas, Jasón y los Argonautas (1963), la que está considerada casi unánimemente la mejor obra de Ray Harryhausen. Encarnando a la mismísima Hera, nuestra actriz interviene en el transcurso del film repetidas veces para ayudar a su protegido Jasón mientras su marido Zeus y ella juegan sobre un tablero con el destino de los héroes de la historia.
No son muchas más las veces que he visto a Honor en la pantalla, a pesar de que su carrera se extiende desde 1947 hasta la actualidad: Extraño suceso, La última noche del Titanic, Shalako (de nuevo junto a Sean Connery) o las más recientes El diario de Bridget Jones y La sombra del faraón son algunos de sus trabajos que recuerdo. A sus 84 años recién cumplidos (nació en Londres un 12 de diciembre de 1927) sigue deleitándonos con sus interpretaciones.
Interesante detalle el del nombre de Blackman en la película de Bond. Como bien díces, algo ciertamente inusitado para la época.
ResponderEliminarSí, y más en un país tan mojigato como Inglaterra, pero por lo visto el nombre ya se había popularizado por la novela y por la publicidad del film y lo dejaron estar..
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