En 1994, el británico Bernard Rose dirige Inmortal
Beloved, que en nuestro país se estrena como Amor
inmortal. Se trata de una nueva aproximación al fascinante mito
del compositor Ludwig van Beethoven. Para encarnar al genio de la música, Rose
cuenta con un Gary Oldman en su momento de
mayor popularidad después de triunfar con Drácula
de Bram Stoker y El profesional.
La película comienza con la muerte de Beethoven. Tras su entierro, su albacea,
Felix Schindler (el siempre eficaz Jeroen Krabbé)
revisa los documentos del maestro y encuentra una carta en la que el fallecido
lega sus posesiones a la “amada inmortal” del título original, sin aportar más
información. A lo largo del film, Schindler se entrevista con muchas de las
personas que estuvieron relacionadas con el maestro con objeto de descubrir
quién es esa heredera misteriosa. El director aprovecha estas pesquisas para ir
contándonos, por partes, la vida de Beethoven: sus triunfos, sus fracasos, sus
amores… Entre las candidatas a esa gran pasión del compositor desfilarán las condesas Giulietta Guicciardi (Valeria Golino), y Anna Marie Erdödy (Isabella Rossellini, por
aquel entonces pareja de Oldman) y Johanna Reiss
(Johanna ter Steege).
No llegué a ver esta película en cine, ya
que, al menos en nuestro país, no tuvo mucha popularidad. La repesqué en VHS y,
posteriormente, no ha faltado la versión en DVD en mi colección. Es para mí uno
de los mejores trabajos de un actor, Oldman, que me había conquistado por
aquellos años, y al que sigo teniéndole mucho aprecio. Algunos críticos
tacharon su interpretación en el film de histriónica, pero a mí me gusta su estilo, sea exagerado o no. Recrea momentos sobrecogedores y
magistrales que nos muestran el enorme sufrimiento del personaje debido a su
sordera y a su difícil carácter, que le granjeó muchas enemistades, o a sus
frustraciones sentimentales. La considero uno de las mejores películas de Gary.
Además, aunque no soy especialmente fan de la música clásica, hay piezas de
Beethoven (como el Claro de luna) que
me embelesan. Y, por lo que he leído de él, esa carta a su “amada inmortal” es
verídica, así como otras muchas anécdotas que se narran en el film… Y, por
cierto, esto sí que es una película romántica, y ya basta de adjudicar ese
adjetivo a los trabajos ñoños de Jennifer Aniston y compañía, rediez...
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