"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

jueves, 19 de junio de 2014

Trilogía Matrix

Hacía mucho tiempo que quería revisar la trilogía de Matrix. Sólo vi estas películas cuando se estrenaron en cine –excepto la primera entrega, que aún llegué a repescar en VHS–. En su momento, ni Matrix (1999) ni sus secuelas, Matrix Reloaded (2003) y Matrix Revolutions (2003) consiguieron impactarme demasiado, pero me apetecía verlas todas de un tirón en aras de la continuidad, claridad y comprensión de sus argumentos (por ejemplo, cuando vi la segunda parte mucho después de la primera no entendí la alusión a la cuchara). Esta tarea la acabo de realizar en estos últimos días.

Más de diez años después del fin de esta saga de ciencia ficción, tengo que decir que una revisión distanciada no ha conseguido cambiar mi opinión sobre ella (de hecho, vista en un televisor pierden su principal baza, que es su vistosidad). Me parece compuesta por películas insulsas que a menudo están más cerca del video-clip o del audiovisual publicitario que de un largometraje o historia para cine que cuente algo de interés. El reparto principal, encabezado por un actor que me parece básicamente inexpresivo como Keanu Reeves, no consigue resultarme atractivo ni simpático (¡y eso que me gusta Carrie-Ann Moss!). Para mí, Matrix es una saga “de posturitas”, con todas esas escenas de peleas a cámara lenta y de acrobacias imposibles y unos protagonistas que constantemente exhiben ropa “fashion” y gafas de sol de diseño sin importar si están peleando o es de noche. Me llega a parecer ridículo incluso aún con el pretexto de que están dentro de un mundo virtual.


Por el contrario, algunas de las grandes ideas con las que juega la trilogía de los hermanos Wachowski me parecen desperdiciadas: una vez más, una película de ciencia ficción denuncia un futuro distópico que en realidad se ha cumplido prácticamente en la actualidad: no tenemos que viajar siglos ni décadas en el tiempo para llegar a una sociedad alienada que vive engañada por la clase dominante que se aprovecha de ella y la parasita. Eso es así ya, sin tener que esperar a sofisticados robots ni a adelantados programas de realidad virtual. “La elección es una ilusión creada entre los que tienen poder y los que no lo tienen”, dice en un momento dado el personaje de Lambert Wilson. Y a mí me es imposible evitar relacionar esto con conceptos como esa falsa democracia que nos venden en Occidente y todo el aparato que las rodea, entre otras muchas otras nociones.

Algunas de las otras osadas propuestas de la trilogía que a mí me parecen terriblemente ciertas las proporciona el personaje que se supone el “malo” de la saga, ese Agente Smith interpretado por Hugo Weaving que compara con la más pasmosa razón del mundo a la humanidad con un virus que se propaga y que va acabando con todo lo que le rodea. La idea no es nueva, y autores como William S. Burroughs o William Gibson ya la habían expuesto en sus obras (tampoco es difícil encontrar la sombra de Philip K. Dick en la esencia de las películas Matrix).

El tremendo y poderoso mensaje ideológico que puede transmitir esta saga queda prácticamente oculto bajo sus espectaculares escenas de pelea y sus efectos especiales. El público recordará los combates de Neo o los disparos de Trinity, la innovación técnica que supuso la trilogía de los Wachowski (para mí, su único mérito) antes que pararse a reflexionar sobre todas esas denuncias e ideas que se asoman tímidamente en algunas de las pocas secuencias en que algún diálogo mínimamente elaborado aparece en sus entregas. Son demasiado duras y quizá es mejor ignorarlas y no hacer frente a su monstruosa verdad.

Me resulta chocante que Matrix se haya convertido en un referente del cine de ciencia ficción cuando, a mi entender, no ha aportado nada nuevo a este género si exceptuamos quizá su particular estética… 

4 comentarios:

  1. A mi sólo me atrajo la primera, por su innovación visual de algunas escenas...pero las otras dos partes me parecen aburridas, por momentos, y son momentos bastante amplios. Creo que quisieron estirar la primer película en trilogía para obtener más millones, nada más....la innovación murió.

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  2. Yo soy uno de esos que, además de quedarse con su espectacularidad, se ha quedado con el mensaje. Para mí la trilogía es una obra maestra (imperfecta, eso sí).

    Saludos.

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  3. Me alegro, Neovallense. Creo que muchas películas y novelas de ci-fi proponen importantes reflexiones ideológicas y morales, pero la mayoría del publico no parece verlas... ;)

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