Una película que tenía ganas de ver por dos
razones principales: la presencia de Emily Blunt
(fue su primer papel en el cine) y el propio tema que trata, ya que me gustan
casi todas las películas históricas: la rebelión de la reina icena Boudica contra el yugo del invasor romano en el
siglo I. Los icenos fueron un pueblo que vivió en el este de Britania, en lo
que hoy en día es Norfolk. Tras una serie de abusos e injusticias por parte del
Emperador Nerón, Boudica y sus aliados se enfrentaron contra las legiones del tirano, inicialmente con éxito, pero finalmente sucumbiendo ante la
superioridad del enemigo. Aún con todo, hoy en día la figura de esta mujer
guerrera es reivindicada en Inglaterra como una de las primeras heroínas épicas británicas,
aunque su historia no ha sido llevada en demasiadas ocasiones a la pantalla.
La reina de la guerra (Boudica) fue dirigida por el televisivo Bill
Anderson en 2003 y, de hecho, tiene todo el aspecto de un telefilm, aunque
me consta que se rodó para pantalla grande: una producción sencilla, pocos extras y
nada de batallas espectaculares ni vistosas tomas de ejércitos y muchedumbres.
Lo más resaltable del largometraje es la pequeña lección de historia que ofrece a
los que, aún interesados por ella, no somos muy duchos en la materia.
Los intérpretes principales son Alex
Kingston como la propia reina, la veterana Francis
Barber como Agripina, Jack Shepherd
como Claudio, Hugo Speer y Gary Lewis como los hombres de confianza de
Boudica, el guerrero Dervalloc y el druida Magior, Andrew Lee Potts como Nerón, y Leanne
Rowe y Emily Blunt como las hijas de
la líder de los icenos, Siora e Isolda. Lo de Emily puede parecer una obsesión
después de reseñar Looper hace pocos
días, pero no lo es tanto; las películas han coincidido más bien fruto de la
casualidad. Pero, de todas maneras, sí: me gusta Emily Blunt ;)
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