Sin palabras, o con muy pocas,
dado el estado de ánimo. Hoy la tarde se me ha presentado especialmente mala a
nivel personal y ha acabado rematada con la noticia de la muerte de Carrie Fisher a los 60 años. Sabía de su percance el pasado viernes y
confiaba en su recuperación, pero parece que no ha sido así. Nunca fui fan ni
seguidor de ella; de hecho, creo que su carrera como actriz fue peor que
mediocre, pero tuvo la suerte de encarnar a un personaje icónico en la Historia
del Cine. ¿Quién no conoce a la Princesa Leia? ¿Quién puede olvidar aquella
primera aparición en 1977, cuando los niños de entonces quedamos deslumbrados
por la epopeya galáctica de George Lucas? Un solo papel le valió la
inmortalidad a la actriz; ese mismo rol le había devuelto de nuevo a la gran
pantalla con la tercera trilogía de Star
Wars. Ahora ya sabemos que su aparición en el próximo Episodio VIII será
póstuma. ¡Buena suerte en el otro mundo, querida Carrie!
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