Como dijo aquel, respetos al
máximo a todos los artistas musicales que nos han dejado este año, pero cada
uno barre para su propia casa y la cabra tira al monte: para un servidor la
gran pérdida de este año ha sido SCOTTY MOORE. Para mí era mucho más que un
ídolo musical o que mi último gran mito vivo; siendo guitarrista autodidacta, sus
solos, riffs y fraseos fueron mi escuela. A Scotty le considero “mi maestro en
la distancia” y mi mayor influencia en la guitarra junto con Eddie Cochran. Oír
los discos de ambos y querer emularlos fue un paso lógico e inevitable que
llegó seguido. Por haber desarrollado la parte más importante de su carrera en
una época en la que el “guitar hero” aún no se había reivindicado y en la que
la guitarra rock estaba naciendo, creo que la historia nunca le hará justicia;
prueba de ello es que los medios menos especializados dieran a su muerte este
pasado junio mucha menos difusión que a la de otros personajes de menor calado
e importancia que le antecedieron o le sucedieron en este fatídico 2016.
Hoy por primera vez desde que lo
sigo hace treinta años no puedo celebrar el cumpleaños de Scotty: hubiesen sido
85. 😢
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