Aunque nuestro amigo Kirk
Douglas ha logrado alcanzar la increíble edad de un siglo, muchos otros de sus
colegas no han logrado tan meritorio récord, pese a que se han quedado cerca: ayer
nos dejaba una de las grandes damas del cine francés a una edad más que
respetable y muy cercana a la del galán hollywoodiense: Michèle Morgan fallecía a los 96 años, tan sólo dos días después de que
lo hiciese Zsa Zsa Gabor a los 99. La legendaria actriz gala había abandonado
la actuación en 1999, después de más de seis décadas dedicadas a la profesión
(ya en 1938 había participado en la clásica El
muelle de las brumas). La mayor parte de su extensa filmografía la rodó en
su país natal, aunque Inglaterra y, por supuesto, Hollywood, la tentaron
durante algún tiempo. Cuentan las crónicas que iba a ser la protagonista de Casablanca hasta que cierta sueca
avispada aceptó cobrar la mitad del sueldo de Michèle para obtener el papel que
la inmortalizaría. En el olimpo cinematográfico galo todavía nos queda la no
menos mítica y aún más veterana Danielle Darrieux, con 99 años.
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