Tristísima noticia la que
inunda hoy los noticiarios cinematográficos del mundo; es curioso lo que ha tardado
en filtrarse: el domingo 7 de junio nos dejaba
el último gran icono del fantástico: Christopher Lee. Formó parte de una casta ya
desgraciadamente extinta de carismáticos actores especializados en el género de
terror entre los que cabría destacar a los “universales” Karloff, Lugosi y los
dos Chaneys, o a los más coetáneos de Lee Price y Cushing (su gran amigo, con
el que compartió más de dos decenas de películas).
Lee parecía
incombustible. Hubiera querido creer uno que permanecería con nosotros muchos
más años, pues acababa de celebrar su 93 cumpleaños y seguía activo, cercana ya
su filmografía a alcanzar los tres centenares de títulos –ostenta el record
Guinnes de ser el actor más prolífico–. En este siglo XXI, y después de una
época de cierta oscuridad artística, paladines del fantástico como George
Lucas, Tim Burton o Peter Jackson supieron reivindicar a tiempo su leyenda y su
figura y descubrirlo a nuevas generaciones al hacerle participar en sus
películas, pero Lee ya tenía ganado un merecidísimo hueco en el género desde
que, en los años 50, ayudara a cimentar la fama de la Hammer Films interpretando
a toda una variedad de nuevas versiones de mitos del terror como la Momia, el
monstruo de Frankenstein y, por supuesto, Drácula, el personaje con el que
siempre se le relacionará.
Tengo, por desgracia, una
anécdota personal algo triste relacionada con este actor, y es que, cuando
estuvo en Valencia en octubre de 1995, me quedé con las ganas de verle debido a
la incorrecta información del teletexto de Canal 9, que informaba de su
aparición en la Mostra un sábado cuando en realidad el acto iba a ser el
día anterior. Así que, cuando la mañana de aquel día me levanté con la intención de
viajar a la capital del Turia y vi el periódico, descubrí que hacía ya
bastantes horas que el señor Lee había comparecido ante fans y prensa y que yo
había perdido una oportunidad única de ver a un personaje excepcional de los
que, ahora sí, lamentablemente, ya no quedan…
Lo estoy escuchando en estos momentos en el noticiero y lo primero que se me ocurrió fue pasar a visitarte sabiendo que era como "familia" para ti...Lo siento mucho...
ResponderEliminarBueno, la suya ha sido una vida muy larga al menos....
ResponderEliminarVaya si lo fue!! Muy larga y muy activa!
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