Película de 2003 que ya había visto
cuando apareció por primera vez en DVD. Me dejó buen sabor de boca y por ello
quería revisitarla de nuevo, cosa que he hecho finalmente este mismo mes. El
director francés Antoine de Caunes nos
plantea en una interesante alternativa histórica al destino de un personaje tan
atractivo como es Napoleón Bonaparte: ¿murió realmente el genio militar en
Santa Elena? La incógnita se nos desvelará por medio de las pesquisas de un joven
oficial británico que formó parte del destacamento encargado de vigilar al
prisionero y que, a raíz del traslado del féretro de aquél a París, interrogará
a varios de los personajes relacionados con el ex-emperador en la época de su
cautiverio que irán rememorando aquellos días.
La película se nos narra, pues, por
medio de flashbacks, y en ese sentido, y también por su comienzo con un sepelio, me
recuerda mucho a Amor inmortal
de Bernard Rose en cuanto a estructura. Muy cuidada dirección artística en este largometraje poco conocido pero en el que se adivina un importante presupuesto para
tratarse de una coproducción europea. Philippe
Torreton encarna a Bonaparte, mientras que Jay
Rodan es el joven teniente y Richard E. Grant da vida a Sir Hudson Lowe,
el gobernador de Santa Elena.
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