Tal día como hoy de 1915 nacía en Estocolmo, Suecia, Ingrid Bergman. Y también tal día como hoy, pero de 1982, la actriz nos decía adiós en su domicilio de Londres, Inglaterra. Efectivamente: se da la curiosa casualidad de que Ingrid vino al mundo y lo dejó en el mismo día de finales de agosto, aunque con sesenta y siete años de diferencia. Ya el año pasado dediqué a la que es una de mis grandes divas un pequeño artículo recordando brevemente su carrera y su vida (véase), pero en esta fecha tan señalada me ha parecido oportuno volver a mencionarla. No en vano Ingrid se ha repartido siempre mi corazón cinéfilo con mi otro gran amor de la pantalla, Audrey Hepburn. En el último año y pico he tenido ocasión de recuperar tres películas suyas que no había visto previamente –que yo recuerde– y la verdad es las tres (El albergue de la sexta felicidad, El Rolls-Royce amarillo y Flor de Cactus) me han ratificado mi admiración por el maravilloso talento, la chispa y la radiante presencia de Ingrid. Fue sin duda una actriz excepcional y una de las grandes Damas del Cine Clásico (¡o del Cine, simplemente!).
Había pensado hacer una pequeña selección de joyas de entre su filmografía, pero me es imposible elegir sólo unas pocas. Aún me quedan, además, unas cuantas películas suyas por ver, a pesar de que sólo participó en medio centenar de ellas; especialmente sus etapas sueca e italiana. Es una asignatura pendiente que quiero aprobar en esta vida… Siempre en nuestro recuerdo, Ingrid… ♥
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