Después de muchos años disfrutando de
Playstation 1 y Playstation 2 y de una desinteresada fidelidad a Sony (también
tenía un vídeo y un televisor de la marca), me llevé una verdadera decepción
con el fabricante japonés y con Playstation 3: exactamente a los 6 meses de
haberla comprado, sin apenas hacer uso de ella, su lector de Blu-Ray se
estropeó. Era algo que ya le había pasado a un amigo y que le pasaría luego a
muchos más conocidos, e innegablemente un defecto de fabricación y de calidad
de la consola que se repetiría muy a menudo con modelos de los dos primeros
años. Mi máquina estaba en garantía, así que tenía derecho a que me la
repusieran; aún con todo, pasé un verdadero calvario para conseguirlo: el SAT
de Sony me trató vergonzosamente, hube de realizar infinidad de llamadas, y de
cambiar la consola hasta tres veces en total porque me enviaban aparatos
evidentemente reparados y de segunda mano, cuando yo les había enviado el mío
recién comprado (una de las consolas que me enviaron se estropeó… a los 5
días). Llegué incluso a poner una reclamación oficial que, naturalmente, fue
desoída. Después llegó el desastre de Playstation Network del pasado verano que
afectó a todos los usuarios del mundo y, al poco, la famosa “luz amarilla” en
mi caso particular: las soldaduras de la consola se fundían debido a un
supuesto sobrecalentamiento. Nueva reparación al canto, esta vez pagándola a
tocateja. A punto de acabar este artículo, menos de un año después de aquel
percance, se ha vuelto a repetir. En estos momentos, la dichosa maquinita
vuelve a estar en el taller, que me ha demostrado que su reparación está más o
menos al mismo nivel de “calidad” que la del fabricante original.
Expuesto todo esto, he de decir que sólo hay
una razón decisiva por la que no me arrepiento de haberme comprado una
Playstation 3, y es por lo muchísimo que he disfrutado con la trilogía Uncharted, una de las pocas cosas que me
ha compensado los inacabables sufrimientos que la máquina de videojuegos me ha
traído. Esta ha sido, sin duda, la saga que me ha marcado en la última
generación de consolas.
Primer encuentro
Una colonia española en una isla perdida del Pacífico |
La serie Uncharted
nos presenta a Nathan Drake, un apuesto,
temerario y arriesgado buscador de tesoros que viaja por todo el mundo conocido
(y por el que está por explorar) en busca de reliquias y secretos de la
historia. Nate (como le llaman sus amigos) es un poco granuja, valiente, duro
de pelar y bien preparado para las aventuras más osadas. Es bueno con los puños
y con las armas de fuego, pero curiosamente es también todo un erudito en
materia de historia y arqueología, y sabe leer varias lenguas antiguas. Le
acompaña un elegante caballero de mediana edad con bigote, pelo engominado y
que fuma siempre puros, Victor Sullivan “Sully”,
otro simpático sinvergüenza que es el mentor de Nate y que le ha enseñado mucho
de lo que sabe.
...y un submarino nazi |
Efectivamente: Nathan Drake es claramente el
nieto perdido de Indiana Jones y el hijo
bastardo de Lara Croft y, en concreto, con
la aventurera de la saga Tomb Raider
el juego tiene varios puntos y mecánicas en común –además, obviamente, de la
temática– como son algunas partes de éste en las que trepamos, escalamos, damos
saltos arriesgados y otras piruetas. Lo que aporta de novedoso Uncharted con respecto a su notable
antecesora es que intercala todas estas fases de acrobacias con otras de puro
tiroteo, en las que Drake se ve a menudo acorralado por sus acosadores y debe
cubrirse mientras pueda o abrirse paso a tiros (hay, además, otras etapas variadas
con persecuciones con vehículos, puzzles, etc). Personalmente esto es lo que
siempre he pensado que la falta a los juegos de Lara Croft: más disparos, y
menos paseos por laberintos y templos, y es por esta combinación de ambas
modalidades por lo que prefiero la saga Uncharted,
y que conste que adoro a Lara (y, por lo que he podido ver, la próxima entrega
de la saga de la heroína parece haber tomado prestados algunos elementos y
mecánicas de su vástago virtual).
Pero si este videojuego –y sus
continuaciones– me fascinan especialmente por algo, es por su ambientación y
aspecto estético: paisajes, ruinas, ciudades, edificios de ensueño preciosistas y preciosos y plagados de mil cuidadísimos detalles; lo mejor que
he visto gráficamente en PS3, aunque admito que tampoco he visto muchísimos
juegos de la consola. Añádase a esto mi pasión por la arqueología y las civilizaciones perdidas y, encima, que el juego incorpora un pequeño
episodio de survival horror –género
que me encanta– y que no desvelaré por si alguien aún no ha jugado y quiere hacerlo, para concluir que acabé enamorado de aquel que fue mi primer título
para la consola de Sony. Y lo mejor estaba aún por llegar…
Chloe
Lo mejor, porque, dos años después de la
aparición del videojuego, es decir, en 2009, sus creadores presentaban Uncharted 2: El reino de los ladrones (Uncharted 2: Among Thieves). Naughty Dog
rizaba el rizo con localizaciones todavía más espectaculares, gráficos aún más
alucinantes y mucha más aventura para Drake y sus compinches. Además, dos regalos
extra con el juego: la posibilidad de jugar online, y Chloe, mi personaje
favorito de PS3 y uno de mis preferidos de toda la historia de los videojuegos.
Pero vayamos por partes…
Uncharted 2 comienza con Nathan Drake
reuniéndose con un viejo colega, el inglés Harry
Flynn. Este le propone robar en un museo y le presenta a su compañera:
la aventurera australiana Chloe Frazer, pero
lo cierto es que Chloe y Nate ya se conocían y habían sido amantes. No hay ni
rastro de Elena al comienzo del juego, aunque posteriormente reaparecerán tanto
ella como el bribón de Sully, que naturalmente se unirán a Drake en la búsqueda
de otro lugar legendario, Shangri-La. Esta
vez toca pues un nuevo viaje por el mundo, tras los pasos del Marco Polo, y que
nos llevará a Turquía, Borneo y el Tíbet, y en el que los oponentes de rigor
serán una abrumadora hueste de soldados liderados por el psicópata Zoran Lazarevic, antiguo oficial serbio y buscado
criminal de guerra que pondrá las cosas difíciles a nuestros amigos.
¡Chloe! |
Chloe tiene, además, un añadido especial en
su versión española: su dobladora es Conchi López,
que le pone una voz muy graciosa y divertida que contrasta con el carácter que
le suponemos al personaje (¡me encanta las frases que suelta en el modo
online!). A este respecto, siempre recuerdo las palabras con que hace años se
definía a sí misma la actriz catalana Neus Asensi: “una mezcla de maruja y femme fatale”. El doblaje que tanto detestan algunos confiere, pues, a Chloe un aire totalmente único en nuestra variante nacional del videojuego.
Más templos perdidos para Drake y sus amigos, pero también una ciudad moderna desolada por la guerra |
La otra sorpresa que adelantaba de Uncharted 2 fue el modo online: la posibilidad de jugar en red con o
contra otros jugadores. Es curioso, porque nunca me gustó esta modalidad de los
juegos, y tengo muchos que la ofrecen y apenas la he usado con ellos, pero con Uncharted 2 concretamente quedé
enganchado, en parte por lo mucho que me encantan los escenarios del juego, en
parte también por lo atípico de los personajes (¿adivináis con quién juego yo?)
y, sobre todo, porque me gusta mucho el modo cooperativo en el que varios
jugadores participan en una aventura juntos o luchan contra “malos” que lleva
la máquina, alternativa que prefiero a la de enfrentarme a otras personas.
Estuve jugando dos años enteros a U2,
y ahora estoy jugando a Uncharted 3
desde que salió el pasado noviembre, lo que nos lleva al siguiente apartado...
Fin de la trilogía
Uncharted 3: La traición de Drake (Uncharted
3: Drake´s Deception) retomaba el personaje de Francis Drake y sus múltiples
viajes. De hecho, nuestro moderno Drake, Nathan, está empeñado desde muy joven
en demostrar que su supuesto antecesor realizó una misión secreta para la Reina
Isabel, deteniéndose en Arabia para ocultar algún secreto. La tercera y última
entrega de la saga para Playstation 3 se centra sobre todo en la relación
paterno-filial entre Sully y Nate, e incluso en un momento dado el jugador
protagoniza un flashback en que el primero de los personajes citados rescata a
un adolescente Drake de las calles y más o menos lo adopta. También en esta
entrega sabremos que Drake era huérfano de madre, que se crío en un orfanato
religioso y que muy pronto se interesó por la historia e incluso aprendió
latín. Las chicas vuelven a aparecer: Chloe, durante la primera mitad de la
aventura, Elena, durante la segunda. De nuevo Nathan y ella se han vuelto a
separar, a pesar del apasionado final de U2,
y de que han estado prometidos. Uncharted
3 llevará a nuestros héroes –y, por lo tanto a nosotros– a Londres, Siria,
Yemen y Cartagena de Indias, tras la pista de la legendaria ciudad de Iram de
los Pilares, la “Atlántida de las Arenas”. Por supuesto, hay también toda una
legión de villanos y antagonistas haciéndole la vida imposible a Nate: ahora se
trata de una centenaria organización secreta que en esta ocasión lidera una
mujer, la despiadada Katherine Marlowe.
Uncharted 3 ha sido el videojuego más exitoso de la saga,
aunque personalmente me marcó más su anterior entrega (¡sigo enamorado del
Tíbet desde entonces!). Lógicamente, a nivel gráfico alcanza las cimas más
altas. El modo online incorpora más variantes y opciones que nunca, aunque para
mí también tiene algunas trabas, como demasiada información en la pantalla,
ausencia de la posibilidad de cambio de hombro, y otros problemas técnicos que
espero se puedan solucionar con el tiempo y nuevos “parches”.
Hay un cuarto videojuego de la saga Uncharted
recién publicado, de título Golden Abyss, pero sólo ha aparecido para
Playstation Vita, que no poseo ni estoy muy interesado en hacerlo porque no me
gusta jugar en pantallas tan pequeñas. Es una pena…
Otros medios y posible
película
Con algunos años menos, para mí Dylan McDermott hubiese sido el actor ideal |
¿Todavía hay quien duda sobre quién debe encarnar a Drake en el cine? |
Mi apuesta personal para Chloe: Emily Blunt o Lynn Collins |
En cualquier caso, no son más que especulaciones. Veremos qué nos deparan
los productores de Hollywood con respecto a la posible adaptación del
videojuego. Pero, por favor, que no sea Mark Wahlberg…
Y no olvidemos…
Los actores de captura de movimiento y voz de U2: R. McGonagle y S. Valentine (arriba), E. Rose, N. North y C. Black (abajo) |
Algunos de los maravillosos escenarios de la saga Uncharted |
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