Penny Dreadful fue sin duda
una de las series que más me gustó en 2014, y de su segunda temporada recién
concluida he acabado igual o más satisfecho. Ya comenté algo sobre ella en mi
segundo artículo de La
Liga de los Caballeros Extraordinarios (porque, ¿qué es esta creación
del escritor John Logan sino una hija bastarda del cómic de Alan Moore y Kevin
O´Neill?) y no pretendo extenderme mucho más en esta nueva entrada. Tan sólo
recomendarla a todos los que, como yo, hayan crecido empapándose de literatura
romántica, gótica y victoriana porque aquí encontramos a algunos de sus
personajes más famosos o a reconocibles variantes, desde el doctor Frankenstein
a Dorian Gray, pasando por Van Helsing o un claro sosias de Allan Quatermain,
además de una mujer que lucha –literalmente– por expulsar a su demonio interior
o por un licántropo fugitivo…. Una galería de seres atormentados y con oscuros
secretos y pasados que a menudo pugnan por reaparecer en sus vidas.
Los evidentes elementos macabros,
inevitables en la serie dado su género, me parecen tratados con elegancia y gusto,
algo que cuesta encontrar hoy en día en el cine de terror. Los directores y
guionistas del espacio televisivo evitan la truculencia barata y nos muestran
imágenes de una increíble belleza pese a lo difícil que pueda parecer con estos ingredientes, como prueba la poética secuencia en la que llueve sangre dentro
de un salón de baile. El erotismo es también importante en la serie, aunque de
nuevo está comedido y mostrado con sutileza. En general, para mí un gran
acierto el tratamiento de temas tan complicados como estos que fácilmente
podrían hacer caer a una historia en lo chabacano y banal (así les ocurre a más
de un literato y cineasta, aunque creo que no es por accidente).
A destacar en esta segunda
temporada que se haya alargado a diez capítulos (de casi una hora de duración:
¡como a mí me gustan!), una excelente antagonista (estupenda la bruja diabólica
de Helen McCrory, muy por encima de los penosos vampiros del pasado año), impagables guiños al cine de terror clásico (¡el hombre lobo se
llama Larry Talbot!) y algunos secundarios que prácticamente se merecen estar
ya en esta liga extraordinaria (el egiptólogo que ayuda al grupo, interpretado
por Simon Rusell Beale) o en su contra (el policía al que da vida Douglas
Hodge), sin olvidar el breve papel de Patti Lupone como mentora de Vanessa Ives en las artes oscuras.
No me preguntéis por el transexual Angelique (Jonny Beauchamp), porque no he
acabado de entender muy bien su papel en la serie, si no es el de mostrarnos la
infinita perversidad de Dorian Gray.
Esperaba que se hubiera unido
algún nuevo recluta a la pandilla, pero no ha sido así salvo que consideremos como tal a
la resucitada Bronna Croft (Billie Piper), ni más ni menos que la mismísima Novia
de Frankenstein.
La tercera temporada de Penny Dreadful parece que ya está
confirmada para el próximo año, y esperándola con paciencia -¡que hay mucho más
que ver!– queda un servidor...
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