En 1990, la cadena estadounidense
ABC produce y estrena una serie sobre los comienzos artísticos de Elvis Presley sin
más título que el nombre del cantante. Consta de 13 episodios de veinticinco
minutos de duración aunque, según leo en algunas fuentes, sólo los diez
primeros se emitieron inicialmente en su país de origen. No fue este el caso en
España, donde Antena 3 ofrecería la serie íntegra y doblada un año después. Se
emitía los domingos después de comer, y un servidor estaba todas las semanas
con el vídeo preparado para grabar a esas horas.
La trama comienza poco antes de
que Elvis grabe su primer single en Sun Records –exactamente un 5 de julio de 1954:
hoy hace sesenta y un años de eso– y cubre unos pocos meses de la vida
del Rey del Rock y de sus allegados. A menudo aparecen en ella flashbacks
mostrándonos parte de la niñez del protagonista y, muchas veces, sirviendo como
tema o motivo principal en torno al cual girará el episodio. Normalmente, es
siempre la introducción de cada capítulo la que marca esta temática, como el
episodio “Cuatro mulas”, en el que se establece una analogía entre dichos
animales –que se han escapado de un cercado y no quieren volver– y los personajes
principales, que se muestran igualmente tercos y obstinados cada uno en algún
aspecto de su vida.
La serie fue creada por Rick
Husky y coproducida, entre otros, por Priscilla Presley, y para el papel
principal se eligió al actor Michael St. Gerard, cuyo parecido con Elvis se puede aceptar
con el recurrido término de “razonable”, excepto quizá por sus grandes ojos
algo bovinos que, además, no quiso camuflar con lentillas azules, puesto que los
tenía marrones. En el reparto habitual encontramos también a Jesse Dabson como
Scotty Moore, Blake Gibbons como Bill Black, Jordan Williams como Sam Phillips,
Millie Perkins como Gladys Presley, Billy Green Bush como su marido Vernon, y
Kelli Williams como Mattie Walker, la novia de Elvis del momento y el único
personaje que no es enteramente real.Las canciones fueron grabadas de
nuevo para la serie, siendo el cantante Ronnie McDowell el encargado de imitar –y con bastante
fidelidad– la voz del Flash de Memphis.
En cuanto a rigurosidad
histórica, Elvis contó
con un importante y fiable asesoramiento, aunque evidentemente algunos hechos
se dramatizaron y cambiaron. Sin duda uno de los más chocantes y aparentemente
fáciles de resolver es la guitarra que lleva el actor que interpreta a Scotty
Moore, que no es ni el modelo, ni siquiera el color de la original, un lapsus
difícil de explicar.
Increíblemente, a pesar del
arraigo que el cantante tiene en su país de origen, la serie no cuajó y no se
renovó. Nunca ha sido editada en formato digital, aunque todos los episodios
pueden encontrarse en youtube en versión original, y en otros lugares de
internet doblados al castellano, aunque con mala calidad.
Un dato tan curioso como
repetido, para terminar este pequeño recuerdo de esta serie, es que su actor principal,
Michael St. Gerard –que interpretaría a Elvis en otras tres producciones
diferentes– cambiaría la actuación por la religión al sentir la llamada
divina en 1994…
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