Parece que fue ayer cuando una
muchachita menuda de corta melena oscura nos encandiló a medio mundo en El profesional con su personaje de
Mathilda, una niña despierta y atrevida que no tenía más capricho que
convertirse en asesina y vengar así la muerte de su familia. Aquel fue el
primer papel para cine interpretado por Natalie Portman y de eso hace casi ya dos
décadas. Natalie, que cumple 32 años precisamente hoy, es en la actualidad una
mujer casada madre de un niño que se ha convertido indiscutiblemente en una de
las actrices más solventes y populares del cine actual con un buen montón de
trabajos destacables a sus espaldas, un Oscar de Hollywood y un sinfín de
seguidores entre los que se encuentra, por supuesto, un servidor… Pero os voy a
confesar un secreto: ando algo enfadado con ella porque nos tiene un tanto
olvidados a los fans: desde el estreno de Caballeros,
princesas y otras bestias (sin lugar a dudas, lo peor de su filmografía) en julio de 2011, no nos ha
permitido disfrutar de su presencia en la gran pantalla. Se lo perdono, por
supuestísimo, porque sé que anda muy ocupada ejerciendo de mamá y porque,
después de dos años de ausencia en los cines, en este 2013 nos va a obsequiar
con tres trabajos suyos: dos películas con el controvertido Terence Malick (Knight of Cups y la inicialmente
titulada Lawless, ambas sin fecha definida
de estreno) y Thor: el mundo oscuro,
su segunda intervención en la saga del superhéroe de la Marvel que podremos ver
a principios de noviembre. Aunque, sin lugar a dudas, la película de Natalie
Portman que más ganas tengo de ver es el western que produce y rueda en la
actualidad y que no llegará hasta 2014, Jane Got a Gun. ¡Felicidades, Natalie, y no nos tengas tan desamparados!
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