"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

miércoles, 30 de enero de 2013

Coriolanus frustrado, o Nuevas formas de adelantar el fin de las salas cinematográficas

La gota que colma el vaso…. Me siento indignado, ofendido, dolido, impotente, apesadumbrado y bastante colérico… Todo parece conspirarse contra algo que yo amo tanto como es el Cine: la ineptitud y la codicia de nuestros gobernantes, la indolencia, desidia o simple ignorancia del ciudadano de a pie y del consumidor medio, y la discutible visión comercial de distribuidoras y salas. Seguramente se puede ampliar esta lista de grandes enemigos del 7º Arte, pero, de momento, la dejo ahí, que ya tiene bastantes…

Esperaba con interés el estreno de Coriolanus de Ralph Fiennes el pasado viernes 25, pero no llegó a los cines de mi localidad. No es necesariamente alarmante: sólo hay 7 salas y no se estrenan puntualmente todas las películas de cada semana; algunas se retrasan, otras, no llegan nunca. Hasta ahí, bien. Puedo esperar un tiempo la cinta mencionada, o incluso decidir ir a verla a algún cine de la capital, aunque no es una idea que me entusiasme… Pero hoy visito de casualidad la sección de DVDs de uno de los centros de El Corte Inglés de Valencia y me encuentro con la edición doméstica de… ¡Coriolanus! ¿Me engañan mis sentidos? ¡Que más quisiera yo! Una pequeña pegatina en la portada del disco informa “Edición simultánea en cines, DVD y plataformas online”. ¿Qué mierda es esta? Y perdonad la expresión, tan grosera como atípica en los párrafos de este blog. ¿Es que ya no van a conceder ni los miserables tres meses que hasta ahora distanciaban el estreno de una película en pantalla cinematográfica y en formato casero? ¿Quién ha tenido tan lamentable idea? ¿Cómo esperan que la gente, ya poco propensa a acudir a los cines, vaya a hacerlo con una propuesta como esta? Los hados, y un buen puñado de necios e ineptos confabulan para precipitar el inevitable final de las salas cinematográficas.

Desde mi humilde pero entusiasta espacio en este blog personal, le pese a quien le pese y le moleste a quien le moleste, quiero protestar contra decisiones “comerciales” tan absurdas como esta, así como condenar el reprobable y extendidísimo hábito de descargarse de internet películas que todavía se están exhibiendo en los cines.  Esta despreciable costumbre lo único que va a conseguir es privarnos a los cinéfilos de nuestra mayor afición en la vida, contribuyendo con ello a hacerla más vacía al quitarnos una de nuestras grandes alegrías y, claro está, a adelantar el inevitable ocaso de la sala de cine, el verdadero lugar en donde se deben ver las películas y aquel para el que fueron concebidas en un principio, aunque fuera hace ya muchas décadas. El “cine en casa” NO existe, y quien se conforme con ver un largometraje en una televisión –da igual que sea HD, que tenga las pulgadas que tenga y que goce de maravillosos sistemas de sonido– no aprecia el 7º Arte. Como siempre he sostenido, vídeo, DVD, televisión, videoclubes y descargas internáuticas deben ser un complemento para el cine, nunca un sustituto. Las acepto para aquellas películas que no se llegan a estrenar en pantalla grande, lo hicieron hace ya muchos años y no hay otra forma de verlas y, sí, también: porque nadie puede acudir a tantos estrenos cinematográficos como querría y alguno se nos tiene que pasar y debe forzosamente relegarse al visionado casero, pero nunca antes de que abandone el circuito comercial de cines, por favor…

1 comentario:

  1. Me sumo a tu protesta. En este país las cosas importantes, y la cultura lo es, van de cabeza al abismo. ¡Qué asco!

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