Guardaba un cariñoso recuerdo del
visionado de La
escoba espacial en mis años infantiles y siempre había sentido la
tentación de revisitarla. Era poco lo que recordaba de ella, básicamente que la
protagonizaba Richard Benjamin, que había un personaje llamado Palindrón, al que
no le ponía cara y, muy remotamente, la nave principal.
En estas últimas semanas del
verano he aprovechado por fin para ver la serie, que encontré por internet con
calidad regular. Por desgracia, parece que en nuestro país no se ha editado en
DVD, como sí ha ocurrido en el extranjero.
Creada por Buck Henry,
el artífice de la legendaria Superagente
86, su título original era Quark, y
el episodio piloto se estrenó en mayo de 1977, aunque hubo que esperar casi un año
para que llegaran los demás capítulos, un total de ocho con el inicial que
conformaron la única temporada de este espacio televisivo. En España la pudimos disfrutar en 1980.
La escoba espacial se inspiraba claramente en seriales clásicos de
ciencia ficción como Buck Rogers, Flash Gordon y, por supuestísimo, Star Trek, aunque también añadía
elementos y guiños a películas como 2001
o La guerra de las galaxias, pero
todo ello en clave de humor, pues la disparatada tripulación protagonista tenía
como principal cometido recoger la basura del espacio. Por suerte, La Cabeza,
el líder de las Galaxias Unidas, a través de su funcionario Palindrome,
adjudicaba a esta singular pandilla otros cometidos más audaces.
Además de al capitán Quark,
encontrábamos a los controles de esta escoba espacial a las dos Bettys, ambas
enamoradas de su superior y una clonada de la otra –aunque nunca se ponían de
acuerdo en quién era la original–, a Gene/Jean, un transgénero que pasaba por
momentos de ser un aguerrido astronauta a una delicada damisela, a Ficus, un
flemático y cerebral vegetal (claro sosias del Dr. Spock), y a Andy, un robot
cobardica. En el primer episodio, antes de ser sustituido por el antepenúltimo
personaje nombrado, aparecía el Dr. Mudd como miembro de la tripulación, pero
fue su única intervención.
Es imposible no ver esta serie
sin una sonrisa por lo entrañable que se hace todo lo añejo y por lo sencillos
y graciosos que hoy día resultan sus desfasados efectos especiales y decorados.
Qué curioso comprobar a veces lo que se distorsionan los recuerdos que se
tienen de algo tan lejano al volver a reencontrarse con él precisamente por
eso, por lo que cambian las cosas con el paso del tiempo.
Imagino que la serie no debió de
tener un gran éxito al no gozar de continuación. Esa única y breve temporada
era otro dato que no recordaba, y tenía la sensación de que había durado más.
Aún con todo, en mí al menos consiguió dejar su huella como espectador…
¡Gracias por recordármelo!. Tengo un vago recuerdo de esta serie ya que han pasado bastantes años y en esa dorada época aún era un chaval. Ni siquiera recordaba el nombre de esa serie tan divertida y que duraba apenas unos quince o veinte minutos cada episodio. Siempre que podía la veía antes de ir con mis amigos a la playa en las tardes de aquel verano de los ochenta. De vez en cuando he navegado buscando información sin tener suerte hasta hoy. ¡Gracias otra vez!
ResponderEliminar¡Me alegra haberte sido útil! La serie la puedes encontrar entera y doblada en internet. Lástima que no se haya editado en DVD en nuestro país....
ResponderEliminarYa he visto varios episodios y aunque la calidad de imagen no es muy buena a mi me ha servido para recordar aquellos tiempos. Es curioso como al transcurrir los años se pierde algo por el camino y ya no logro verla con los mismos ojos de aquel entonces pero me trae buenos recuerdos.
ResponderEliminar¡Muchas Gracias!
Lógico. Cuando eres joven, estás más abierto a todo y es más fácil dejarte sorprender. Es que ha pasado mucho tiempo desde que vimos esa serie por primera vez...
ResponderEliminar¡Cierto! tienes razón.
ResponderEliminar¡Un Saludo!