La mismísima Ingrid Bergman parece haberse
reencarnado en la persona de Rebecca Ferguson,
y no sólo porque ambas actrices compartan profesión, lugar de nacimiento –Estocolmo–
y un parecido más que razonable, sino porque la última, consciente de esa
honrosa similitud, ha conseguido clavar los gestos y miradas de su antecesora en sus actuaciones hasta el punto de que uno cree estar viendo de nuevo en la pantalla a la mítica
intérprete de Casablanca.
De nacionalidad sueco-británica, Rebecca Louisa
Ferguson vino al mundo un 19 de octubre de 1983 y se inició bien joven en la
interpretación (también es bailarina), empezando a despuntar en la televisión
sueca con tan sólo 16 años y debutando en la pantalla grande en 2004 con El fantasma del lago. El paso a las
pantallas internacionales y, como no, a Hollywood, estaba a la vuelta de la
esquina: el mismísimo Tom Cruise –también admirador de Ingrid Bergman– ya había
reparado en Rebecca y no paró hasta reclutarla para Misión: imposible – Nación secreta, donde el personaje de la actriz
se llama, de manera nada casual, Ilsa, en honor al papel de Ingrid en su más
célebre película.
A sus 32 años, Rebecca tiene una carrera más que
prometedora por delante –personalmente tengo ganas de ver este otoño La chica del tren, en la que coincide
con mi admirada Emily Blunt–. Belleza y talento no le faltan, y sin lugar a dudas
está bendecida de una manera u otra por una de las estrellas más brillantes de
la Historia del Cine, cuyo aniversario –muerte y nacimiento– se cumple
precisamente hoy. No es nada casual que haya subido este post un 29 de agosto y
ha sido mi manera de querer homenajear a Ingrid Bergman de una forma más
original…
Rebecca en Cuando cae la nieve. ¿Ha vuelto Ingrid? |
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