Continúo intentando completar la filmografía
de la deliciosa Gene Tierney, aunque tengo
la impresión de que algunos de sus trabajos no van a ser fáciles de encontrar.
Tras visionar La ruta del tabaco, El embrujo de Shanghai, Infierno en la Tierra y -de nuevo- El diablo dijo no en estas últimas
semanas, llego ahora a Ese impulso
maravilloso (That
Wonderful Urge, 1948), undécimo y último largometraje del director
estadounidense Robert B. Sinclair antes de
consagrarse definitivamente a la pequeña pantalla.
La cinta vuelve a reunir a Mrs. Tierney con
el galán Tyrone Power, quien sería pareja de
la actriz en varias ocasiones, honor sólo igualado por Dana Andrews y Vincent
Price. Power interpreta a un periodista que la tiene tomada con una rica
heredera (Gene), a la que considera una niña mimada que lo ha tenido todo en la
vida y contra la que ha escrito varios textos vejatorios. Cuando, haciéndose
pasar por otro hombre, la entrevista en persona, encuentra que la chica es
mucho más interesante de lo que pensaba y decide escribir un artículo favorable
sobre ella. La heredera, sin saber esto, descubre la mentira e inventa un
supuesto matrimonio con el redactor para desprestigiarle. A partir de este
comienzo algo aburrido, una película simpatiquísima en la que las dos estrellas
clásicas se harán la vida imposible a pesar de que, por supuesto, ha surgido un
flechazo entre ellas.
Me ha gustado mucho el papel de Gene Tierney
aquí. Acostumbrados a verla en papeles dramáticos y melodramáticos, en Un impulso maravilloso se revela como
una estupenda actriz de comedia y está divertidísima…
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