"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

jueves, 15 de julio de 2010

Jenny Seagrove: recordando a Marina

Ayer volví a ver una vez más Un tipo genial (Local Hero, dirigida por Bill Forsyth en 1983), una película de la que me quedé prendado hace muchos años. Me enamoré de la cinta, del pueblecito que aparece en ella, de sus vecinos y, sobre todo, de la actriz Jenny Seagrove, o quizá más propiamente de su personaje, Marina. Y, sin embargo, tengo que admitir que este flechazo generalizado no ocurrió en el momento del estreno del film, supongo que porque en aquellos tiempos yo era todavía demasiado joven y buscaba otro tipo de diversión cinematográfica. Rechacé, pues, en su momento ver aquella película sobre la que poco sabía entonces, y no fue hasta finales de los 80 que la vi por fin en televisión. En ese  lapso mis gustos se habían ampliado y habían madurado, y el largometraje pasó de inmediato a estar entre los muchos que guardo en un lugar especial tanto en mi filmoteca “física” como en la sentimental.

Un tipo genial transcurre en una pequeña y entrañable localidad de la costa de Escocia que parece sacada de una de esas historias de Frank Capra. Una gigantesca compañía petrolífera norteamericana fija su vista en ella porque está situada en el terreno que considera perfecto para construir una nueva refinería. Con el propósito de negociar con los lugareños la compra de sus propiedades, la multinacional envía a uno de sus empleados, MacIntyre (Peter Riegert) al que se le une ya en su destino otro trabajador de la empresa, Oldsen (Peter Capaldi). Pronto presenciamos un divertido catálogo de fauna local entre la que se encuentra el pluriempleado Urquhart (Denis Lawson), designado por el pueblo para tratar la venta de este con el MacIntire, su esposa Stella (Jennifer Black), el motorista que siempre pasa cuando los protagonistas van a cruzar la calle, un simpático marinero ruso que visita el pueblo con frecuencia, una punkie, un sacerdote africano o Ben (Fulton Mackay), un anciano que vive sencillamente en una chabola en la playa pese a ser dueño de una vasta propiedad. Curiosamente todo el pueblo está deseoso de realizar la transacción y comenzar una nueva vida en otra parte menos él, que no concibe abandonar la tierra que ha pertenecido a su familia durante generaciones

Hay dos personajes especiales en el film que no son del pueblo: uno lo interpreta el veterano Burt Lancaster, que aporta la excelencia clásica al film como secundario de lujo. Su papel es el de Ben Happer, el propietario de la compañía petrolífera que es además un gran aficionado a la astronomía y a la astrología. Cuando se entera de que la zona sobre el pueblecito presenta interesantes fenómenos como lluvias de estrellas y aurora boreal, decide ir en persona al lugar, lo que ocasiona el inesperado –o no tanto– final de la película, que no desvelaré por si alguien no la ha visto aún y desea hacerlo tras mi reseña.

El otro personaje es el que ya se ha adelantado, interpretado por Jenny Seagrove: se trata de Marina, una bióloga idealista que está en su elemento en el agua (no hace falta más que ver su nombre, o las membranas que han crecido entre los dedos de sus pies) y que cree que lo que ha traído a los estadounidenses allí es financiar el proyecto de un instituto de investigación que ella ha presentado. Marina se encuentra varias veces con el personaje de Peter Capaldi, y entre ellos surge un romance, al igual que entre ella y algunos espectadores que caímos encandilados ante la delicada belleza de aquella mujer menuda de embelesadores ojos azules.

Es curioso, pues, como te pueden marcar ciertos personajes o actores aún cuando apenas hayas seguido su carrera o incluso aunque no los hayas visto en otras películas (otro tanto se podría decir de algunos directores, como el mismo Bill Forsyth). Mi historia de amor –platónico, que remedio– con Jenny Seagrove / Marina revive cada vez que vuelvo a ver Un tipo genial, a pesar de no haber sido necesariamente un incondicional de la actriz ni de haberme interesado especialmente por su obra. Recuerdo haber visto pocos de sus trabajos: una serie de televisión ambientada en el siglo XIX que emitieron por la misma época que vi Un tipo genial –hizo varias en sus comienzos, aunque pienso que podría ser La mujer de blanco o Toda una mujer–, La tutora, film dirigido por William Friedkin en 1990 que fue el único de ella que vi en su momento en el cine y del que no guardo muy buen recuerdo (hace de “mala” y sigue una línea similar a la posterior La mano que mece la cuna, aunque mezclada con rituales druídicos), sus intervenciones en algunos telefilmes de Sherlock Holmes (El signo de los cuatro, 1987, con Jeremy Brett, e Incidente en las cataratas Victoria, 1992, con Christopher Lee) y poco más. Repasando su filmografía he encontrado Los piratas de las islas salvajes, una película de 1983 que estoy casi seguro de haber visto en la pantalla grande siendo adolescente, pero de la que no tengo ningún recuerdo. Quizá fue mi primer encuentro con Jenny Seagrove pero, en cualquier caso, yo siempre la recordaré como Marina.

Para los amantes de los datos biográficos, apuntar que esta actriz, aunque de nacionalidad inglesa, nació en Kuala Lumpur, Malasia, el 4 de julio de 1957, y que aunque su carrera cinematográfica pueda parecer breve e intrascendente (prácticamente se limita a los años 80) se ha prodigado enormemente en el teatro y en la televisión, medios en los que sigue muy activa. Es vegetariana y una entregada luchadora por los derechos de los animales, algo que parece tener en común con su encantador personaje en Un tipo genial.

* La primera escena de Jenny en la película.
Pennan, Escocia, el pueblecito donde se rodó Un tipo genial. En la actualidad sólo tiene 6 habitantes, y la cabina roja se puso a raíz de la película.
* Bill Forsyth vuelve a Pennan para celebrar el 25 aniversario de la película. Está subtitulado en inglés, aunque el texto va un tanto lento.

4 comentarios:

  1. Hace un par de años volví a ver Local Hero http://cdecine.blogspot.com/2008/03/local-hero-un-tipo-genial-1983-bill.html

    Por cierto, es otra de esas películas con un título ridículo en la versión española.

    En mi caso, no soy nada mitómano. Con el cine tampoco y aunque tengo mis actrices preferidas, hasta ahora no me enamoro de ellas. La belleza, como a todo cualquiera, me atrae, pero si está dentro de la pantalla pues como que me parece difícil acceder a ella. Me suelo enamorar de gente que me rodea, lo que creo que es peor...porque es más fácil que me lleve decepciones, calabazas o simplemente una total invisibilidad a sus ojos. De todas formas, hay que intentarlo, jejeje.

    Creo que de Jenny Seagrove, aparte de "Local Hero", solamente he visto "La tutora".

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  2. Bueno, yo a estas alturas del blog no voy a ocultar que sí que soy un mitómano: lo he dejado más que sentado en artículos como el de Eddie Cochran o el de Harryhausen.
    Que me pierden ciertas actrices y personajes femeninos, pues también, lo cual no quita que deje de fijarme en las mujeres "reales", ja, ja... Ya sé que estoy algo anormal, pero no hasta ese punto :D

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  3. Se echa de menos alguna referencia a la fantástica banda sonora de Mark Knopfler.

    Yo tengo una experiencia parecida respecto a esta película, la vi en televisión por primera vez, y me dejó completamente enamorado, no sólo de Marina, sino sobre todo del pueblo y sus habitantes.

    Estoy de acuerdo en que la traducción del título es como mínimo desafortunada.

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  4. Cierto. No soy seguidor del guitarrista, pero su banda sonora es una parte importante y destacada de la película, especialmente "Going Home". La verdad es que tengo el disco por lo mucho que me gustó la película...

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