"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

domingo, 10 de julio de 2016

Chaplin

Charles Chaplin ha ocupado buena parte de mi tiempo libre en las últimas semanas. Aunque es un director al que admiro desde hace muchísimos años, todavía no había abordado la lectura de ninguna biografía larga del genio londinense. Este descuido quedó compensado cuando, hace poco tiempo, encontré en la librería de mi barrio el libro que el escritor Peter Ackroyd le había dedicado (editado originalmente en 2014 y, en nuestro país, por Edhasa este mismo año). No tenía ninguna referencia de la obra, pero me pareció una buena excusa para profundizar al menos un poco (pues no es un homenaje excesivamente extenso) en la vida del célebre Charlot. Siempre se aprende algo de cualquier trabajo de este tipo, a no ser que sea muy poco profesional. El de Ackroyd es un libro que presta especial atención, sobre todo, a los primeros años de Chaplin en el cine; de hecho, el actor británico realizó la gran mayoría de su obra antes de cumplir los 30, esparciéndose cada vez más sus posteriores películas.

Entre las cosas que desconocía o conocía menos de Chaplin, he quedado sorprendido por lo mujeriego que era y la suerte que tenía con el género femenino y, sobre todo, de saber lo inmensamente popular que fue a lo largo de todo el mundo desde que comenzara a hacer cortos en Hollywood ya en los años diez; en mi ignorancia siempre pensé que su fama había llegado algo después, con los largometrajes. Menos me sorprende saber que era un maniático perfeccionista bastante tirano en los rodajes con sus trabajadores.

Aprovecho también la excusa de la lectura de este libro para terminar el ciclo de sus películas que comencé el pasado año: si en aquella ocasión me centré en las sonoras, en esta ocasión abordo las de larga duración mudas. Con la excepción de la tercera –que no recuerdo haber visto antes– he disfrutado de todas ellas en varias ocasiones a lo largo de mi vida:

1920 El chico
1923 Una mujer de París                            
1925 La quimera del oro              
1928 El circo
1931 Luces de la ciudad
1936 Tiempos modernos


Para rematar esta “vorágine chapliniana”, revisiono también la película que sobre la vida del artista hiciera Richard Attenborough en 1992, Chaplin, y la de Peter Bogdanovich de 2001 El maullido del gato, basada en el suceso del yate Oneida en el que nuestro homenajeado estuvo implicado. Robert Downey, Jr. y Eddie Izzard le dan vida, respectivamente, en estas dos películas.

Mi gran deuda pendiente con Chaplin sigue siendo la gran mayoría de cortometrajes que realizó entre 1914 y 1923, de los que sólo he visto unos pocos y hace varias décadas. Lo apunto en tareas pendientes.


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