Último largometraje protagonizado
por Audrey Hepburn (aún rodaría Para siempre, en la que tiene un papel
secundario, dos años después), fue dirigido para televisión por Roger Young en 1987 y lo cierto es que aún no había
tenido ocasión de verlo, y sólo lo he podido finalmente hacerlo en versión
original sin ningún tipo de subtítulos.
La ya entonces legendaria actriz
da vida a una baronesa y concertista de piano que se ve obligada a robar unas
joyas para que el malvado de turno libere al prometido de ésta. Con este
pretexto da comienzo una divertida película de intriga en clave de comedia en
la que se ven envueltos toda una serie de personajes que persiguen a la mujer
sin dejar del todo claras sus intenciones (¿son amigos o enemigos?) y en la que
la trama dará algún que otro giro más o menos inesperado. En este sentido, en su
tono ligero y elegante, y en algunos de sus elementos, el telefilm remite –salvando
las distancias– a algunos de los clásicos de Audrey como Charada o Cómo robar un millón.
La película resulta simpática y
agradable, aunque por supuesto limitada a las normalmente más
modestas posibilidades de las producciones para la pequeña pantalla. El reparto lo completan Robert Wagner, Patrick
Bauchau y Samantha Eggar y
posiblemente Love Among Thieves no se
recordaría especialmente hoy en día de no ser por la magnífica pareja de
actores que la protagonizaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario