¿Quién nos iba a decir después de casi tres décadas de su cierre y de más de cinco desde que revolucionara el cine de terror, que la mítica productora Hammer Films iba a volver a deleitarnos con el tipo de historias que la hicieron famosa? Pues así es: desde hace un lustro, “la Hammer” –como la conocemos los fans– tiene nuevos dueños y vuelve a estar en activo. Ha estrenado ya cinco títulos en esta segunda etapa y en concreto, uno de ellos, La víctima perfecta, cuenta con el impagable guiño de una pequeña intervención del mismísimo Christopher Lee.
Por supuesto, los más puristas siempre dirán que de ninguna de las maneras se podrán volver a hacer películas como las que la “casa del terror” produjo durante los 50 y los 60, pero al menos esto os puedo asegurar: su último estreno este mismo año, La mujer de negro (The Woman in Black, dirigida por James Watkins) logró emocionarme y mantenerme atento a la pantalla durante todo su metraje. Hasta consiguió pegarme algún susto que otro, y eso que, aunque me gusta mucho el cine de terror, el de los últimos tiempos me suele resulta más decepcionante que otra cosa.
Mansiones, fantasmas, maldiciones... todos los elementos habitualesde las historias de terror gótico |
En cuanto a la historia –basada en la novela homónima de Susan Hill, que admito desconocía y que ya había sido adaptada a la televisión en 1989– hay que reconocer que reitera en todas las convenciones de la ghost story clásica: ambientación gótica, fantasmas penitentes y vengativos (también hay niños otra vez), maldiciones, viejos caserones vacíos y hasta un abogado que remite claramente a algunos personajes de Bram Stoker (no sólo a Drácula, sino también otros cuentos como La casa del juez). A pesar de eso, o quizá precisamente por ello, la película me gustó. Me encanta esa fotografía en la que parecen imperar el verde, el negro, el gris y los colores parduscos y ese ambiente neblinoso, decrépito y, por fuerza, misterioso, que rodea tanto a la mansión en la que transcurre buena parte de la historia como al pueblo vecino y hasta al mismo Londres.
La película también tiene la particularidad de presentar a su actor protagonista, Daniel Radcliffe, en un papel más adulto en un intento de alejarse del personaje por el que todo el mundo le conoce, claro está, el famoso Harry Potter. No soy seguidor de esa franquicia, y su trabajo en La mujer de negro me parece correcto, pero no especialmente destacable (¿no es curioso que comparta apellido con una de las escritoras clave de la novela gótica, la legendaria Ann?). Le acompañan, entre otros, el últimamente habitual Ciarán Hinds y la siempre correcta Janet McTeer.
Tenía mucha ilusión con esta película al haber leído tu reseña y porque mi hija pudo verla en pantalla grande y vino muy emocionada del miedo que había pasado. Ahora que la he visto solo puedo decir que no está mal pero que no era lo que me esperaba.
ResponderEliminarA su favor la genial ambientación de la casa dónde ocurren la mayor parte de la trama y es que me parece maravillosa la ubicación de esa mansión aislada pendiente de la hora en que sube la marea. También me gustaron algunas escenas y parte del argumento: cuando el protagonista va a casa del abogado, el temor de los habitantes del pueblo, la amenaza de los niños que desaparecen,...; pero en general ni me emocionó ni me produjo miedo salvo un par de sustos.
El desarrollo y sobre todo el desenlace me dejaron con la sensación de un film irregular con demasiadas concesiones al espectador actual, una peli que a veces recupera el ambiente de la Hammer pero que nunca llega al nivel de sus clásicos ni de lejos.
Lástima que no me convenciera del todo porque tenía ganas de darle un aprobado y aplaudir la ocasión de reencontrarme con el espíritu de aquellas míticas películas. Está bien pero podría haber estado muchísimo mejor o eso me parece a mí....¿No he sido muy duro, no?. ;)
No, hombre. Esta claro que cada persona tiene su gusto particular e interpreta unas mismas sensaciones y emociones de forma diferente. Incluso yo mismo he podido cambiar mi opinión sobre un film cuando lo he visto en ocasiones y épocas distintas. Con "La mujer de negro" lo pasé muy bien (o muy mal). No la calificaré como una película excepcional dentro del género, pero sí me parece por encima de la media, sobre todo de las norteamericanas, que suelen ser bastante mediocres en lo tocante al género fantasmagórico.
EliminarHoy he leído una cosa sobre el romanticismo que me ha hecho acordarme de ti. Estoy leyendo un libro sobre el New Hollywood y en el capítulo que trata el apabullante éxito taquilero de Love Story (recaudó en los setenta lo equivalente a Titanic), dice lo siguiente:
ResponderEliminar-Love Story. El nuevo romanticismo.-
La herencia romántica del cine proviene del romanticismo literario (que se extendió a otras disciplinas artísticas), surgido en el siglo XVIII durante la Revolución industrial en la Europa Occidental cuyas premisas fueron evolucionando a lo largo de la historia. La palabra romántico deriva del término romance que es el nombre de la narrativa heroica -en prosa o en verso- surgida en la literatura medieval. Romance significa la emoción del corazón. Hollywood ha hecho siempre películas románticas -comedias o dramas- partiendo de modelos literarios clásicos y narrándolas vigilando atentamente los límites marcados por la censura. Nada más propicio de ser censurado que las relaciones entre hombre y mujer....Hacía tiempo que el cine norteamericano había abandonado el melodrama romántico de siempre, aunque lo romántico siguiese inamovible en las comedias. Love Story fue un éxito detonante que demostró que, dentro de la mayor permisibilidad propiciada por ciertos films que habían abierto camino, se podía volver a interesar al espectador con historias de la "vida misma" aderezadas con alicientes eróticos y lenguaje realista.
Me parece una buena explicación de porque hay un género actual llamado películas románticas y que sobre todo ha pasado a ser el de comedias románticas aunque el romanticismo literario sea otra cosa muy distinta.
El autor del libro, Angel Comas, luego dice que Love Story es muy mala y que su género ha sido etiquetado despectivamente como "weepy film" (película para llorar) pero a mí lo que me parecíó que igual te interesaba leer era todo lo anterior.
Está claro que, en algún momento dado de la historia, el término "romántico" se deforma, pervierte, reinventa o readapta del original, pero sigo pensando que limitar el adjetivo "romántico" a historias de amor simples y por lo general malas como las que nos ofrece Hollywood es un desprecio para un movimiento cultural, filosófico y existencial que admiro mucho, y que abarcó muchas más nociones, ideas y registros que el de esos filmes. Por ejemplo, uno de los elementos clásicos y básicos del Romanticismo, tan importante o más que el sentimiento amoroso, es la muerte, y a poca gente se le ocurre decir que una película con cementerios sea romántica.
ResponderEliminarEn el siglo XIX se diferenciaba entre "romance novels" (novelas de aventuras, de viajes, de fantasía...) y "sentimental novels", el equivalente a las novelas rosas de hoy en día, concebidas para satisfacer a mujeres sentimentales y poco exigentes. Posiblemente debido a autoras como las hermanas Brontë o Jane Austen, a caballo entre ambas definiciones, el término "romántico" se empezó a confundir y aplicar al último término.
En fin, tengo pendiente hace mucho tiempo un artículo sobre resto, pero lo voy dejando porque quiero documentarme bien y argumentar una buena "defensa"...