Llevo ya varios días oyendo todo tipo de explicaciones, excusas y justificaciones por parte de la gente para no apoyar la huelga de mañana convocada por los sindicatos nacionales. Mi postura al respecto es bien fácil de tomar: como desempleado que soy desde hace tiempo, os aseguro que no voy a tener que ir a trabajar ni mañana, ni hoy, ni ayer. No siempre ha sido así, y en otros momentos en los que me encontraba trabajando sí que he tenido ocasión de respaldar huelgas y lo he hecho (incluso con un contrato de 10 días con una ETT).
Puedo entender que la decisión de secundar o no la huelga para otras personas no sea tan fácil: una vez se ha caído en lo que yo llamo irónicamente “la trampa de la vida”, es decir: te has casado, has tenido hijos, tienes empleo fijo y te has endeudado e hipotecado por muchos años (supongo que sarna con gusto no pica), jugarse el puesto de trabajo no debe ser una opción fácil de escoger. Sin embargo, ya que me he puesto a recordar expresiones típicas del castellano, añadiré otra: “Pan para hoy, hambre para mañana”. Así de sencillo lo veo yo: si no nos plantamos algún día (sea cuando propongan los chaqueteros sindicatos o en otra ocasión), si no decimos “basta” alguna vez, los políticos y los empresarios nos seguirán toreando, chuleando y esclavizando tanto tiempo como quieran. Si no nos concienciamos y exigimos nuestros derechos, si creemos el bulo de que “todos somos de clase media” aunque cobremos un sueldo de 1500 o 2000 euros con suerte, luego no podremos quejarnos cuando nos reduzcan el salario, nos tiren a la calle o se recrudezcan más y más las condiciones de trabajo. A lo mejor acudiendo mañana al trabajo cobraremos a final de mes pero, ¿quién nos dice que no nos rescindirán el contrato a final de año?
Eso sí: para que estas cosas funcionen, para que nuestros gobernantes se den cuenta de que estamos hartos, hemos de hacerlo todos juntos. Si sólo unas pocas personas de una empresa no van a trabajar mañana, seguramente quedarán en el punto de mira de los jefes y tendrán grandes posibilidades de perder su puesto, pero si lo hacen todos los trabajadores, los dueños no podrán tomar esa decisión. ¿O acaso van a tirarlos a todos? Como decía Paul McCartney en Let It Be, “Cuando los descorazonados del mundo se pongan de acuerdo, habrá un cambio”, sólo que esta vez, no deberíamos “dejarlo estar”.
La elección de algo como la huelga de mañana es, desde luego, personal, y queda a la conciencia de cada uno, por eso, como decía en el título de esta entrada: Tú mismo, pero mira las cosas con la perspectiva adecuada y no pongas pretextos que sólo te satisfacen a ti…
“El estado se hizo para el hombre, y no el hombre para el estado. Es decir, el estado debe ser nuestro sirviente y no nosotros sus esclavos.” (Albert Einstein)
“El estado se hizo para el hombre, y no el hombre para el estado. Es decir, el estado debe ser nuestro sirviente y no nosotros sus esclavos.” (Albert Einstein)
Yo mismo también estaré mañana de huelga. Aunque mis circunstancias laborales sean diferentes a las tuyas ya que soy funcionario y en teoría tengo el trabajo asegurado, aunque haya hecho la huelga de la función pública que tuvo muy poca repercusión y me dejó quemado, aunque crea que los sindicatos no han estado acertados, aunque la reforma laboral en principio no me afecte directamente, aunque haya tenido mis dudas para secundar esta huelga.... mañana no iré a mi puesto de trabajo.
ResponderEliminarMe volverán a descontar dinero (entre huelga y el descuento mensual es un buen pico este año), volveré a ser de los pocos que hacen la huelga en mi trabajo, porque mis ideas de izquierdas no pueden permitir este atropello al trabajador y porque creo que tengo el deber moral y social de unirme a esta huelga.
Es verdad que yo temo por mi puesto de trabajo, que mi opción de hacer huelga es sin presiones ni miedos, así que también la hago por toda ese gente que no se atreve a hacerla o no puede porque eso puede suponer que sus jefes tomen represalias. También por eso me uno a esta huelga. ¡A ver si vale para algo!
Esperemos que sirva, pero si no hay una mayoría de ciudadanos que la apoyen, no creo que hagamos nada...
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