Ha sido un largo y frío invierno. Parece que hace años que estuvo aquí, pero aquí llega el sol, aquí llega el sol, y yo digo... ¡está bien!
Así como en octubre recibía con desánimo la proximidad del invierno y el cambio de hora (véase entrada), ahora me complace dar la bienvenida a la llegada oficial de la primavera y del horario estival. Comienza para mí la etapa del año durante la que al menos soy medio persona (porque en invierno no soy ni eso). Ratifico y mantengo mi convencimiento de que los seres humanos hemos nacido para la luz y el sol, por mucho que me gusten las películas y cuentos de terror. El frío, la lluvia, la nieve y el invierno me parecen bien para las focas, los pingüinos y los osos polares, pero creo que nuestra especie no está hecha para ellos.
Aquí viene el sol, y para celebrarlo, esta clásica canción de los Beatles -una de las más bonitas que escribió George Harrison-, aunque en versión de mi en otros tiempos admirada Sheryl Crow, para no repetir tanto la original...
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