A pasos agigantados se nos marchan casi todos los pocos grandes del Cine Clásico que nos quedan. Elizabeth Taylor (Hampstead, Londres, 27 de febrero de 1932), que nos ha dejado hoy mismo, nunca fue una de mis actrices predilectas, aunque he visto muchísimas películas suyas (Mujercitas, Quo Vadis, Ivanhoe, Gigante, La gata sobre el tejado de zinc, El árbol de la vida, De repente, el último verano, ¿Quién teme a Virginia Woolf?, El espejo roto, etc, etc), pero hubiera sido injusto no recordarla en un blog de las características del mío. Llevaba ya más de una década retirada de la interpretación por problemas de salud pero, si tenemos en cuenta que debutó con sólo nueve años, concluimos que dedicó un total de casi sesenta a su profesión. Aquí cerca tengo precisamente El padre es abuelo –que me regalaron hace un tiempo– pendiente de ver. También tengo otra gran deuda con Elizabeth que prometo saldar, y es el visionado de su mítica Cleopatra. Me lo apunto como tarea en recuerdo suyo…
Otra actriz clásica del viejo Hollywood que nos has dejado. La película que dices que tienes por ver "El padre es abuelo" es la secuela de "El padre de la novia", que hace tiempo que quiero volver a visionar, pero que no encuentro por ninguna parte y además es una de las películas que más pronto me vinieron a la cabeza cuando me enteré del fallecimiento de esta actriz.
ResponderEliminarSí, sé que es una secuela, y de hecho creo que vi ambas hace muchos años, aunque no estoy del todo seguro. He visto muchas más películas de las que puedo recordar. Empecé bien pequeñito....
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