Últimamente más popular que anónimo, al norirlandés Ciarán Hinds le he visto ya cuatro veces en el cine en lo que va de año (El topo, La mujer de negro, Ghost Rider: Espíritu de venganza y John Carter) y una en DVD (La deuda). Es un actor que no me llamó la atención hasta su papel de Julio César en la serie Roma, pero al que ya había visto en películas como Munich, Círculo de amigos, Mary Reilly, Óscar y Lucinda, la versión televisiva de Jasón y los Argonautas, Camino a la perdición, Veronica Guerin, Lara Croft: la cuna de la vida, El rito y hasta la ya veterana Excalibur, entre otras. Y es que este oriundo de Belfast alto y de peculiar rostro alargado, especializado sobre todo en papeles secundarios, ha interpretado ya casi a ocho decenas de personajes en otras tantas películas y series desde sus inicios profesionales en 1981. A sus casi sesenta años (nació un 9 de febrero de 1953) parece más activo que nunca y con poco interés en jubilarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario