"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

jueves, 17 de mayo de 2012

Cartelera Ruthwen: Sombras tenebrosas

Tim Burton es un director que nunca me deja indiferente. Hasta en aquellas de sus películas generalmente consideradas menos acertadas encuentro siempre algún aspecto interesante (normalmente, la particular estética del  artista). La clara razón de esta simpatía por el estadounidense es que hemos bebido de los mismos mitos del fantástico en nuestra juventud, y  es difícil que Burton seleccione un tema que yo no conozca o del que no haya oído hablar. En el caso de Sombras tenebrosas (Dark Shadows) ya había visto el remake televisivo de 1991, aunque no la serie original (a ambos espacios les dediqué una entrada hace dos años), y estaba bien familiarizado con los personajes y la idea general de la historia. Me desconcertaba un poco que la nueva versión para cines del clásico culebrón de Dan Curtis fuera en clave de humor, cuando la versión que yo conocía era dramática, pero creo que Burton resuelve este prejuicio inicial mío con acierto y gusto, dotando a su nuevo film de un aire de comedia clásica y no de patochada humorística de esas que abundan tanto hoy en día.

La versión de Tim Burton para pantalla grande, al igual que las dos series que le preceden, se centra en la figura del vampiro Barnabas Collins, quien escapa de su encierro en una tumba tras dos siglos de cautiverio y reaparece en nuestros días, integrándose en la familia que componen sus descendientes, alojados en la decadente mansión que construyera su padre en días más gloriosos. Dentro de ella, y también en el pueblo cercano, Collinsport, toda una serie de personajes de lo más peculiar y curioso, y que incluyen a la malvada bruja Angelique, que mantiene una relación de amor-odio con Barnabas desde el siglo XVIII, y hasta a toda una suerte de criaturas del más allá o sobrenaturales…

Un selecto y acertado reparto encabezado por Johnny Depp y Michelle Pfeiffer

El pasado domingo salí del cine de muy buen humor porque, aparte de que me había salido gratis, lo pasé estupendamente con la película. Creo que el otrora más imaginativo Tim Burton mantiene el tipo muy bien, a pesar de que parece empeñado en recuperar todos los iconos cinematográficos, televisivos y literarios de su juventud y estar especializándose casi únicamente en remakes. El plantel artístico –con los inevitables Johnny Depp y Helena Bonham-Carter– me parece ideal, y me ha encantado sobre todo ese reencuentro entre el director y la sublime Michelle Pfeiffer, que es a la vez mi reencuentro personal con la que fuera mi actriz favorita en los 80, y a la que, en lo que va de siglo, sólo había visto en Stardust y Lo que la verdad esconde. Divertidísima la aparición de Alice Cooper e impagable el cameo de Christopher Lee. También he disfrutado mucho del cancionero del film, aunque no soy especialmente fan de la música de los 70 (¡sí de los Carpenters!). Otro gran acierto me ha parecido, precisamente, que Burton haya decidido ubicar la acción de la película cuatro décadas atrás, lo que sin duda confiere a ésta un aspecto más interesante y nostálgico que si el director hubiera resucitado a Barnabas Collins en la actualidad. Por cierto, no quiero dejar de mencionar la breve aparición de varios de los actores de la serie original de los 70, entre ellos Jonathan Frid en el que iba a ser su último papel para la pantalla: el pasado 13 de abril fallecía a los 87 años.

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