Pues nada, me toca retractarme de lo que decía en la entrada anterior. Parece ser que el final de año aún nos va a deparar algún que otro disgusto más, ya que se nos acaba de ir uno de los pocos directores míticos de Hollywood que aún nos quedaba: Blake Edwards falleció el miércoles día 15 a los 88 años. Había nacido un 26 de julio de 1926 en Tulsa, Oklahoma, EE.UU. y poca presentación necesita para los cinéfilos, ya que entre sus primeras películas se encuentra nada menos que la ya icónica Desayuno con diamantes, cuyo cincuenta aniversario el próximo 2011 por desgracia ya no podrá celebrar. Especializado sobre todo en comedias, Edwards nos legó también la divertida Operación Pacífico, La carrera del siglo, El guateque, ¿Qué hiciste en la guerra, Papi?, 10, la mujer perfecta o Cita a ciegas, además de la larga saga de la Pantera Rosa, ejemplos de sobra y casi todas ellos un capítulo propio en la historia del género cómico. Pero, cuando el director quiso cambiar de registro, demostró que podía también hacerlo con gran maestría: no olvidemos la desgarradora Días de vino y rosas, otro clásico del melodrama, o el thriller Diagnostico: asesinato, que posteriormente daría lugar a una serie de TV.
Tony Curtis, Jack Lemmon y, por supuesto, Peter Sellers, fueron algunos de sus actores fetiche, si bien la relación con este último acabó resultando un tanto tirante (véase si no la película de 2004 Llámame Peter, en donde John Lithgow interpreta a Blake). Curiosamente, nunca recibió ningún Óscar y sólo estuvo nominado una vez (en el 83 por ¿Victor o Victoria?). La Academia le concedió un premio honorífico hace seis años por su larga trayectoria como director, productor y guionista.
En fin, me voy a tener que replantear para el 2011 si sigo incluyendo obituarios en el blog, porque a la marcha que llevamos parece que no hay otra cosa. Claro que perder a alguien de la talla de este hombre y ni siquiera mencionarlo no parece justo, ¿verdad?
Adoro su Guateque.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog, por cierto.
¡Gracias!
ResponderEliminarUna gran pérdida para el Cine. Vaya invierno que llevamos...
¡Que grandes películas hizo Blake Edwards!
ResponderEliminarEsperaba tu entrada, tu homenaje a un director inolvidable, pero en fin, es verdad que al final tu blog se llena de obituarios. A mi no me gusta escribirlos y eso que soy un gran fan del cine de gente como Blake Edwards, Berlanga o el actor Manuel Alexandre.
Son gente a la que cuando mueren los medios dedican algo de atención y sacan las inevitables crónicas necrófilas, las esquelas periodísticas que estoy seguro que algunos ya tendrán escritas con antelación.
Mi homenaje es ver alguna película de ellos, repasar su filmografía para comprobar si todavía hay alguna que me falta por ver e intentar subsanarlo.
No sabría cual elegir de Blake Edwards. The Party la he visto varias veces, las dos últimas con mi hija. Soy adicto a la saga del Inspector Clouseau. Tengo un gran recuerdo de Operación Pacífico, Breakfast at Tiffany's o The Great Race; mientras que algo olvidada en la memoria Días de vino y rosas, que vi en un ciclo de Jack Lemmon en TVE.
Creo que la única peli de éste director que he visto en cine es Skin Deep (Una cana al aire) que, aunque es regularcilla, tiene el gag de los condones fluorescentes que es todo una genialidad.
Se ha ido un maestro.
La muerte nos obsesiona a todos, y el que lo niegue, miente. Los medios "informativos" viven básicamente de ella (¡imagínate lo que sería un telediario sin muertos!). Yo en mi blog intento hablar sobre gente que me gusta, tanto si están vivos como si no, y me creo un poco en la obligación de al menos dedicar una última despedida a todos aquellos que nos dejan. No es que yo vaya a ser ni más ni menos fan de Blake Edwards porque nos haya dejado. Por otro lado, es obvio que no me valgo del oportunismo de la prensa y de la televisión, ya que yo no vivo de la audiencia ni de los lectores; mis homenajes son, pues, sentidos y sinceros.
ResponderEliminarYo de él sí que recuerdo haber visto varias en el cine: Cita a ciegas, Una cana al aire, Asesinato en Beverly Hills y muchas de las que hizo en los 80. Quizá fuera uno de los primeros directores "clásicos" de los que tuve conciencia, porque para mí era entonces "moderno", ya que seguía estrenando trabajos.
En fin... uno menos, por desgracia...
Te prometo que no pretendía juzgar tus artículos sobre fallecimientos de personalidades del cine o de la música. ¡Ni mucho menos, te lo aseguro!
ResponderEliminarMe parece muy bien que los hagas, es una forma de homenajearles. A mi no me sale hacerlos pero ya ves que siempre (o casi siempre) escribo algún comentario cuando ofreces uno en tu blog.
Me da pena que la prensa dedique espacios a gente que desaparece y no cuando están vivos, pero es lo que hay. Otra cosa es el sentido homenaje de un fan como tú, de un fan como yo, de alguien que sabe de lo que habla, que ha disfrutado con sus películas y que le apetece despedirse escribiendo unas líneas. ¡Haces muy bien y a mí me gusta leerlas!
Xalons, no era una respuesta "a la defensiva" con respecto a tu comentario, simplemente pretendía justificarme.
ResponderEliminarSi el hecho de que la prensa se acuerde de estos artistas sólo cuando mueren sirve al menos para revalorizarlos y darlos a conocer a un nuevo público, menos da una piedra. También es verdad que, de algunos, no se acuerdan ni muertos...