"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

lunes, 11 de octubre de 2010

Solomon Burke: un recuerdo

Aunque no logró alcanzar el estatus de leyendas del soul como Sam Cooke, Otis Redding, Wilson Pickett o Aretha Franklin, Solomon Burke legó a este estilo musical uno de sus grandes temas clásicos: Everybody Needs Somebody (1964), composición a la que supieron sacarle mayor partido que él el ya citado Pickett en 1967 o los Blues Brothers, quienes la convirtieron en pieza fija en sus conciertos a raíz de su éxito en la película Granujas a todo ritmo (1980). 

Burke, que nos dejó ayer a los 70 años de edad, tuvo altibajos en la música a lo largo de su extensa carrera, con su legado siendo repetidamente reivindicado por artistas posteriores en años más recientes, pero nunca dejó el escenario -de hecho, murió estando de gira-, a pesar de quedar inválido en sus últimos tiempos y tener que actuar sentado. Este mismo 2010 había visitado España.

Personaje peculiar donde los haya, fue predicador, enterrador y empresario de pompas fúnebres, y engendró la friolera de 21 hijos, que a su vez le dieron 90 nietos y 19 bisnietos.

Pese a que lo tenemos que catalogar como una “leyenda menor” del soul, no por ello este género deja de quedarse todavía más huérfano con su marcha. En recuerdo suyo, su canción más popular: Everybody Needs Somebody.

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