Durante este pasado fin de semana del 22 al 24 de octubre he tenido ocasión de asistir a la Espatrek 2010, convención itinerante en torno a la franquicia fílmica y televisiva Star Trek que este año alcanzaba su décimo tercera edición y que se celebró en Valencia capital. Mi presencia en ella no fue enteramente por amor al arte ni porque fuera un gran aficionado a la serie creada por Gene Roddenberry: podríamos decir que fue más bien por “negocios”, ya que participaba en uno de los stands comerciales. Aún así, me las arreglé para asistir a algunos de los actos preparados por y para los fans y algo de esa ilusión y de ese cariño por las diversas series y películas de la saga se me acabó pegando. Ha sido la primera vez que he asistido a uno de estos congresos y una experiencia curiosa e interesante sobre la que quiero dejar breve constancia y contar alguna anécdota.
Como es habitual en estos certámenes, el plato fuerte y principal atracción lo constituía un integrante destacado del reparto de una de las muchas ramificaciones de Star Trek, y en concreto fue la actriz británica nacionalizada norteamericana Marina Sirtis, que encarnó a uno de los personajes principales de la serie Star Trek: La nueva generación, continuación del espacio original de los 60 que se emitió en televisión entre 1987 y 1994 y que fue supervisado por el mismísimo Roddenberry (de hecho, sería la última serie de la que se ocuparía, ya que falleció en 1991). Marina fue uno de los pocos miembros del reparto de La nueva generación que intervendría en todos los 176 episodios que la compusieron, en el papel de la Consejera Deanna Troi, personaje medio humano, medio betazoide con poderes pseudo-telepáticos. Además de muchos otros trabajos fuera de la franquicia galáctica, Marina también intervendría en episodios de las series posteriores Enterprise y Voyager, siempre como el mismo personaje, y en las películas para la gran pantalla La próxima generación, Primer contacto, Insurrección y Némesis, lo que totalizan dieciocho años dedicados a la franquicia de Roddenberry y un lugar de honor en el panteón de los personajes trekkies más queridos por los fans.
Acudí, junto a otras doscientas personas, a las dos conferencias de aproximadamente una hora que dio la actriz el sábado y el domingo (también participó en otros actos como la entrega de premios, y por supuesto las consabidas sesiones de fotos y autógrafos). Marina apareció muy juvenil y lozana a pesar de sus once lustros y fue todo sonrisas y simpatía, respondiendo naturalmente a las preguntas que los asistentes realizaron en ambas intervenciones. Demostró una gran humildad y agradecimiento, abogó por las convenciones sencillas hechas por fans, recordó las muertes de Gene Roddenberry e incluso de su propio padre, ambos fallecidos precisamente un 24 de octubre aunque con diez años de diferencia, y no pudo evitar unas lagrimitas al final de la segunda conferencia (al fin y al cabo, es actriz, así que uno nunca sabe…)
Otros actos de la convención fueron los habituales concursos de disfraces, maquetas o relatos, diversas charlas y actividades lúdicas, la zona comercial e incluso, para los más afortunados, la posibilidad de comer y cenar con la principal estrella del evento: la propia Marina Sirtis. El cartel lo completaron otros dos invitados relacionados de una u otra manera con la galaxia Star Trek: el experto coleccionista norteamericano Richard Arnold, y el profesor Alfonso J. García, que habló de su curioso libro Star Trek y los Derechos Humanos y, por supuesto, firmó ejemplares.
Como gran aficionado que he sido siempre al cine fantástico, confieso que precisamente con Star Trek tengo una gran deuda pendiente. Vi las tres primeras películas en cine cuando se estrenaron originalmente, y algunas de las siguientes ya vía vídeo, pero no he visto ninguna de las últimas, y de todas las series sólo he llegado a ver el primer episodio de La nueva generación. A ver si después de esta interesante experiencia de la Espatrek me animo a reparar en breve esta vergonzosa falta...
http://www.espatrek.org/
(Gracias a la organización por la fotografía de Marina)
http://www.espatrek.org/
(Gracias a la organización por la fotografía de Marina)
También soy aficionado al cine fantástico y me pasa como a ti, reconozco que no he seguido con demasiado interés a la saga Star Trek. Creo que solamente he visto las dos primeras películas y un puñado indeterminado de capítulos sueltos de la serie televisiva.
ResponderEliminarPero no siento una deuda pendiente porque la ficción televisiva, salvo excepciones, no es mi fuerte y creo que los trekkies sobre todo se alimentan de la extensa vida de Star Trek en la tele más que de las películas. Siempre me han parecido un poco extremos estos grandes aficionados a películas, series de televisión o libros, aunque la gente que es muy fan de algo, se disfraza, acude a convenciones, etc, me acaba sacando sonrisas por todo el empeño que ponen en compartir su afición.
Yo también soy más de cine que de televisión, pero sí quiero proponerme al menos ver todas las películas de la saga, y quizá la serie original porque es ya un clásico de la TV.
ResponderEliminarCoincido contigo en cierta opinión encontrada respecto a este tipo de convenciones: por un lado veo que están hechas con mucho cariño e ilusión, por otro pienso que pueden ser algo demasiado obsesivo...