No conocía demasiado de la historia de Jet Harris hasta que comencé a preparar el artículo sobre Hank Marvin y los Shadows el pasado julio (véase). Me sorprendió mucho lo desafortunada que había sido su vida una vez hubo dejado el mítico grupo de Cliff Richard, y me propuse rendirle un pequeño tributo en un futuro artículo. Lo he ido posponiendo mes tras mes y, ahora ya, el homenaje va a tener que ser póstumo, ya que el pasado día 18 de marzo, Jet se marchó al Cielo del Rock and Roll tras dos años batallando contra un cáncer de garganta. Tenía 71.
Su verdadero nombre era Terrence, y había nacido un 6 de julio de 1939 en Kingsbury, Londres, Inglaterra. Se inició en grupos de jazz y skiffle, como tantos otros jóvenes británicos de la época, y en 1959 entra a formar parte como bajista de los Drifters de Cliff Richard. Cuenta la leyenda que el nuevo nombre con que bautizarían al grupo, The Shadows, fue sugerencia del propio Jet. Junto con Hank Marvin a la guitarra solista, Bruce Welch a la guitarra rítmica y Tony Meehan y después Brian Bennet a la batería, Harris participaría en muchas de las más clásicas grabaciones de la banda –tanto respaldando a Cliff como en instrumentales– y aparecería también en sus primeras películas. Sin embargo, una aparente infidelidad de su esposa con el cantante –quien, irónicamente, es homosexual, aunque nunca lo ha reconocido abiertamente– enturbia la relación de Harris con sus compañeros, le hunde en una larguísima depresión y le hace caer en el alcoholismo, adicción que arrastraría de por vida. En 1962, el músico acaba dejando la banda para formar un dúo instrumental con el también ex-componente de los Shadows Tony Meehan en donde además toca la guitarra. Aunque tienen varios hits en sus comienzos (su tema Diamonds fue nº1 en Inglaterra en el 63), el errático comportamiento del desorientado Jet lleva pronto a la disolución del nuevo tándem. Tras una breve etapa como músico de sesión, el bajista pasará muchos años asumiendo trabajos cotidianos como albañil, portero, conductor de autobús, etc, sin lugar a dudas una situación terrible para alguien que ha saboreado el éxito durante un tiempo.
Habrán de pasar casi tres décadas para que las cosas mejoren para Harris: no es hasta prácticamente los inicios del siglo XXI cuando volverá a los escenarios, a los estudios de grabación y a las muchas celebraciones que homenajean a los Shadows en su país. También recibirá un premio a los logros de toda una vida por parte de la marca Fender –cuyo bajo siempre utilizó– y será nombrado Miembro de la Orden del Imperio Británico en 2010. Tristemente, aunque volvería a tocar con la mayoría de sus viejos amigos de los Shadows en muchos conciertos, nunca regresaría oficialmente al grupo. Ni siquiera fue invitado a unirse a la gira del 50 aniversario cuando Marvin, Welch, Bennet y Richard recorrieron el mundo celebrándolo.
La historia de este hombre parece remitir a la de otro compatriota suyo, el también desafortunado batería Pete Best, al que los Beatles echaron en el momento en que comenzaban a ser famosos para sustituirlo por Ringo Starr. Al menos, Jet Harris sí que vivió los primeros años de gloria de los Shadows y, aunque sea un tópico, ahí están sus muchas grabaciones con ellos durante los más de tres años en los que les acompañó al bajo… DEP…
Diamonds, el mayor éxito de Jet fuera de los Shadows:
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