"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

domingo, 11 de abril de 2010

Eddie Cochran: 50 años de leyenda (II)

(Parte I aquí)

Camino del estrellato
Eddie Cochran, siempre con sus inseparables Capehart y Guybo, ya ha encaminado su carrera hacia el rock and roll, y comienza a grabar éxitos del momento como Blue Suede Shoes o Long Tall Sally a modo de “demos” para que su mánager las pasee por las discográficas. En julio aparece el primer single en solitario de nuestro artista en Crest Records, con el ya clásico Skinny Jim (un claro guiño al tema de Little Richard citado en este mismo párrafo) y la balada Half Loved. A estas alturas, Eddie todavía se ve más como un guitarrista que como un cantante, y sigue participando en grabaciones de otros muchos músicos. El estudio habitual a lo largo de su carrera sería el mítico Goldstar.

Los últimos meses de 1956 van a ser clave para nuestro joven amigo: el éxito de Presley ha hecho que casi todos los mayores sellos discográficos se lancen a buscar sus “Elvises” particulares para así explotar el filón que ha resultado ser el naciente género del rock and roll. En una hábil maniobra comercial, Jerry Capehart consigue que la poderosa y recién nacida Liberty se interese por su pupilo y decida firmarle un contrato, no sólo discográfico, sino también cinematográfico: a finales de año se estrena The Girl Can´t Help It (titulada en España Una rubia en la cumbre y, posteriormente, La chica no puede evitarlo en TV). Se trata de una de las muchas películas rodadas por la época que se concebían sobre todo como un muestrario visual de las actuaciones de los músicos de moda del momento, normalmente hilvanadas por una historia nimia o sencilla.

La cinta la dirige el prestigioso Frank Tashlin –autor de muchas de las comedias de Jerry Lewis y Dean Martin- y la encabezan actores de renombre como Tom Ewell y Edmond O´Brien, acompañados por la curvácea Jayne Masnfield y, aunque paradójicamente parece estar pensada como una parodia que se burla del rock and roll, ha acabado convirtiéndose quizá en la película más importante de su época sobre el estilo musical. Entre las apariciones de otros clásicos del género como Little Richard, Gene Vincent, Fats Domino y artistas de otros estilos como Julie London, Ray Anthony o The Platters encontramos a Eddie caricaturizando –quizá inconscientemente- al mismísimo Elvis Presley, e interpretando uno de sus primeros clásicos: Twenty Flight Rock, mientras aparece en una televisión y Edmond O´Brien lo pone como ejemplo de que se puede triunfar sin tener una voz "educada" con tal de que se tenga gancho. Lamentablemente, el solo de guitarra está eliminado del montaje final del largometraje.

Lo curioso es que Liberty Records no aprovecha el éxito de la película para editar la mencionada canción en single, sino que hace grabar a Cochran la balada Sittin´ in the Balcony, primer tema de nuestro hombre que escala las listas (logra un puesto 18 a principios de 1957) y que constituye uno de los doce temas (quince en su versión inglesa) que compondrán el primer y único LP que Eddie publicó en vida.

Singin´ To My Baby, que contó con la inclusión de coros, una lujosa portada en color, y un importante apoyo promocional por parte de sus editores, es en realidad un disco que no hace justicia al artista, y que nos lo presenta básicamente como un cantante de baladas y temas blandos, del que sólo se pueden destacar las nuevas versiones de Completely Sweet y Twenty Flight Rock (este último únicamente en la edición del Reino Unido). Parece ser que tanto Eddie como Jerry estuvieron de acuerdo en este “cambio de dirección musical” como astuta estrategia para lograr una posición firme en la discográfica y en el mercado desde la cual poder lanzarse después más en la línea que ambos buscaban y disfrutaban.

El éxito
Afortunadamente el año 58 comenzará con un single mucho más interesante y significativo en cuanto al “estilo Cochran”, con la poderosa Jeannie, Jeannie, Jeannie que, aunque apenas logra triunfar en las listas, contiene uno de los mejores solos de guitarra que Eddie nos legó a sus fans. El tercer disco del cantante ese año va a ser trascendental en su vida y en la historia del rock and roll, ya que, en julio de 1958, Summertime Blues le catapulta al nº 8 del Top Ten americano y lo descubre finalmente a toda la nación y a buena parte del mundo. Hoy en día, la pieza es sin duda uno de los pilares del estilo y una especie de precursora de la “canción-protesta” tan de moda en la siguiente década, que nos habla de las tribulaciones de un adolescente para poder quedar con su novia, que sus padres le dejen el coche y que los políticos le hagan caso (efectivamente: los 50 habían traído consigo a la juventud como “clase” social a tener en cuenta, y el rock and roll no hizo sino confirmar y reforzar este hecho).

Cuenta la leyenda que el famoso y sencillo riff de guitarra que suena a lo largo de toda la canción nació de una forma casi casual, ya que Eddie lo tocaba nerviosamente una y otra vez mientras que él y su mánager intentaban dar forma a un nuevo tema.

La pareja de compositores no se durmió en los laureles de la fama: al poco tiempo ya estaban pensando en una especie de “secuela” para Summertime Blues, y ésta tomó forma en una composición parecida –aunque algo más rápida-, en el mismo tono (Mi) y con casi idéntica secuencia de acordes: en octubre aparecía en single C´mon Everybody, canción que, tratando una temática similar y buscando pues la implicación de los adolescentes rockeros, no logró emular el éxito de su predecesora y hubo de conformarse con un puesto 35 en las listas de éxito estadounidenses. Curiosamente, la fama de Eddie había empezado a extenderse a otros países de habla inglesa (ya había realizado una gira por Australia) y a otras partes del mundo, y en Inglaterra C´mon Everybody sí que superaría en las listas a Summertime Blues, quedando ambas canciones en los puestos 6 y 18 respectivamente en las islas británicas.

Puede pensarse quizá que la discografía de Eddie durante su vida fue corta, pero el hecho de lanzar “solamente” singles durante un año no era nada insignificante en la época y eran muchos los artistas que constituían su discografía a base de “discos pequeños”. El LP no se pondría verdaderamente de moda hasta los 60.

Además, la labor de Eddie no se limitó a estos cuatro singles durante el año 1958: el éxito de un disco debía reforzarse entonces por interminables y agotadoras giras a lo largo del país, muchas veces en hastiantes trayectos a lo largo de varios estados y en penosas condiciones de viaje. Por suerte para Eddie, todas estas interminables tournées le darían también la oportunidad de codearse con otros grandes del rock de la época, entre los que cabría destacar a Buddy Holly o a Gene Vincent (1935-1971), al que conocería en la mencionada gira por las Antípodas en 1957 y cuya amistad se haría legendaria (aunque ambos aparecían en la película Una rubia en la cumbre, nunca coincidieron durante su filmación). Es precisamente en una fiesta dada por otros de sus compinches, los Everly Brothers, cuando entra en escena un personaje tan controvertido como inevitable: la joven letrista Sharon Sheeley (1940-2002), que ha pasado a la historia como “novia oficial” de Eddie Cochran, a pesar de muchas contradicciones y de la aparente negación de este hecho por parte de la familia y amigos más cercanos del cantante. El caso es que, a partir de este momento, Sharon aparecerá en infinidad de fotos con Eddie, le seguirá a casi todas partes, compondrá varias canciones para él y, en el futuro, Mrs. Sheeley deleitará a los fans con historias bastante inverosímiles y difíciles de creer sobre su supuesto –o verdadero– prometido. El encuentro de la pareja llegaría a dar lugar a un anuncio de pantalones Levis 501 en 1988 que, naturalmente, catapultó de nuevo a las listas inglesas al tema que le acompañaba: C´mom Everybody (nº 18).

Mencionar también que, durante el poco tiempo que las giras dejaban al rockero de Minnesota, éste se enclaustraba a menudo en los estudios, donde grabaría muchísimos temas que no se comercializarían hasta después de su muerte, y donde experimentaría con pioneras técnicas de grabación sacando un increíble partido a las arcaicas grabadoras de dos pistas de entonces por medio de la sobregrabación y reducción. Cochran fue sin duda el músico de su época y de su estilo más interesado en este aspecto técnico de la música, y prueba de ello son algunos de sus instrumentales donde se grabó a sí mismo varias veces, o sus éxitos Summertime Blues y C´mon Everybody, en los cuales dobló el riff principal con una guitarra acústica.

Músico completo como pocos, además de cantar y tocar varios instrumentos y de componer la mayoría de sus propios temas, Eddie también se convirtió en cazatalentos musical e impulsó la carrera de otros colegas, como su amigo Bob Denton, Jerry Stone o the Four Dots, y colaboró en discos de artistas más conocidos como Johnny Burnette o el mismísimo Gene Vincent (le hizo coros en el LP A Gene Vincent Record Date). Efectivamente: el éxito de sus últimas grabaciones propició que la Liberty concediera a Eddie y a Jerry Capehart la creación de un sello filial, Freedom, para el que ambos se encargarían de encontrar y de producir a nuevos artistas.

A comienzos de 1959 Eddie Cochran interviene en su tercera película (la segunda había sido Untamed Youth en 1956, junto a la explosiva Mamie Van Doren, y en la que el músico tenía un pequeño papel): para su aparición en Go, Johnny, Go, Cochran y Capehart preparan lo que esperaban sería una continuación de sus éxitos anteriores. Teenage Heaven reincide, obviamente, en la temática adolescente, pero logra miserablemente quedar en el penúltimo puesto del Top 100 norteamericano. Mención especial merece su cara B, I Remember, quizá la mejor balada escrita por Eddie Cochran.

Mucha más suerte va a tener su siguiente single, con la poderosa Somethin´ Else, que, aunque sólo alcanza un 58º lugar en las listas USA (22º en Inglaterra), constituirá para muchos fans de Cochran la “Sagrada Trilogía” de éxitos esenciales del cantante junto a Summertime Blues y C´mon Everybody. Esta canción, totalmente adelantada a su tiempo, sería compuesta por Sharon Sheeley y Bob Cochran, el hermano mayor de Eddie.

Resulta curioso constatar que las canciones más conocidas de Eddie aparecidas en vida de este esconden al público su prematura habilidad como guitarrista, ya que solamente nos lo muestran haciendo acordes o acompañamientos sencillos, y Teenage Heaven, la única que tiene un solo, cede el puesto en esta parte del tema a un saxofón, instrumento que Cochran había empezado a utilizar en sus sesiones de grabación y en sus conciertos en vivo, para los que había formado una banda de acompañamiento a la que bautizaría como The Kelly Four.

El año 59 concluye para Eddie con un tercer sencillo que constituye uno de sus proyectos más ambiciosos: una versión del tema de Ray Charles Hallelujah! I Love Her So en la que él mismo toca el piano y que incluye también saxos y sección de cuerdas (sobregrabada por la Liberty), así como –por fin- un estupendo solo de guitarra.

Continúa en Parte III.

Fotografías (de arriba a abajo):
1. Eddie en The Girl Can´t Help It
2. Fotografía promocional para la Liberty
3. Con Little Richard y Allis Lesley durante la gira australiana.
4. Comprando discos con Sharon Sheeley
5. Eddie, pistolero
6. En directo en Chadron, Nebraska, el 3 de octubre de 1959 (su último cumpleaños)
7. En la película Go, Johnny, Go
8. Con The Kelly Four (¿o son "five"?)

2 comentarios:

  1. Es curioso la cantidad de temas que llegas a oír en tu vida sin ponerle nombre al autor. Hoy estoy poniéndole nombre a canciones "viejunas".

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  2. Eddie ha sido una innegable influencia en la Historia del la música rock, pero su nombre no siempre ha llegado a ser conocido en países como el nuestro, que ignoraron prácticamente el nacimiento y los primeros años de este género...

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