"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

domingo, 2 de abril de 2017

Michelle, ma belle

Michelle Pfeiffer fue sin duda –y con permiso de Diane Lane– mi gran amor cinematográfico de los 80. No estoy seguro de si la descubrí en Lady Halcón o en Cuando llega la noche, ambas de 1985, pero diría que el film medieval de Richard Donner fue mi primer encuentro en la gran pantalla con ella (El precio del poder lo rescataría años más tarde en televisión). A partir de entonces me convertí en un incondicional de esta californiana y no me perdí ni uno solo de sus largometrajes estrenados hasta Íntimo y personal (1996), y de entre los que destacaría la divertida Casada con todos, su sublime interpretación en Las amistades peligrosas (que le valió su primera de tres nominaciones al Oscar, ninguna finalmente premiada), Los fabulosos Baker Boys, su inolvidable Catwoman en Batman vuelve o Lobo. A partir de la segunda mitad de los 90 me empiezo a distanciar más de Michelle, en parte porque algunas películas suyas se me despistan, en parte porque la actriz, quizá por haber cumplido ya determinada edad (nació un 29 de abril de 1958), comienza a abandonar los géneros que más ha cultivado en años anteriores (thriller, fantástico, comedia… aunque ninguno definitivamente) y a centrarse más en el melodrama, por el que me siento menos atraído. Pero mi relación con Michelle no se ha roto: nos reencontramos cada cierto tiempo en cintas como Heredarás la tierra, El sueño de una noche de verano, Lo que la verdad esconde (una decepción, pese a compartir pantalla con otro de mis ídolos ochenteros, Harrison Ford), Stardust, Noche de fin de año, Sombras tenebrosa (donde su presencia es para mí uno de los mayores atractivos del film) o, por última vez hasta el momento, en la poco interesante Malavita. También es cierto que Michelle, durante este presente siglo XXI, comienza a espaciar más sus apariciones, con lapsos de cuatro años entre 2003-2007, dos entre 2009-2011 y de nuevo cuatro entre 2013-2017.

Pero Michelle vuelve con fuerza; en estas últimas semanas ha aparecido en varios noticiarios y publicaciones y ha sido portada de la revista estadounidense Interview, donde ha desplegado su imperecedera belleza en un reportaje fotográfico. Y no uno, ni dos, ni tres, sino cuatro estrenos nos tiene preparados para el presente año: la serie televisiva The Wizard of Lies, con su viejo compinche Robert de Niro, y los largometrajes Where is Kyra, Mother (del siempre interesante Darren Aronofsky) y la nueva versión de Asesinato en el Orient Express, con un reparto de lujo del que Pfeiffer es posiblemente la guinda. Parece que a esta mítica actriz aún le queda cuerda para rato, y desde luego, no seré yo el que me queje… 

No hay comentarios:

Publicar un comentario