"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

domingo, 8 de febrero de 2015

Candilejas

Candilejas (Limelight, 1952) es el antepenúltimo film del maestro Charles Chaplin, y en él abandona su habitual registro cómico para cambiarse al melodrama, presentado, no obstante, con un tono amable y esperanzador. Cuenta una historia tan sencilla como bonita: la de dos personas en extremos opuestos de la vida que acaban entablando una entrañable amistad: Chaplin es Calvero, un viejo payaso que otrora fue muy famoso, pero que ahora está en horas bajas, no encuentra trabajo, se ha refugiado en el alcoholismo y está enfermo del corazón; Terry (interpretada por una encantadora Claire Bloom) es una joven bailarina de ballet que está en un momento desesperado, y a la que Calvero rescata del suicidio. A partir de ahí, se inicia una maravillosa relación entre ambos: Calvero encuentra en el cuidado Terry una luz y una razón para vivir, y para Terry, el veterano cómico se convierte en un mentor y también en un apoyo anímico para seguir adelante y luchar por su carrera.

Imposible no destacar la escena que Charles Chaplin comparte con el mismísimo Buster Keaton. Se le ponen a uno los pelos de punta al ver a dos de los más grandes cómicos del Cine juntos.

Personalmente, siempre me he debatido entre esta película y El Gran Dictador a la hora de decidirme por mi favorita del director británico, pero realmente es que ninguno de sus once largometrajes tiene desperdicio. Continúo, pues, con ese ciclo Chaplin que hacía tiempo que llevaba demorando y que en realidad me apetecía mucho ver de nuevo, aunque no lo estoy haciendo siguiendo un orden cronológico según el estreno de sus obras, sino basándome en aquellas que tengo más a mano en primer lugar. 

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