"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

martes, 22 de febrero de 2011

Superhéroes

El primer tebeo de superhéroes que recuerdo haber tenido era de Flash. Mi tía-abuela de Barcelona nos visitó y me lo trajo como regalo. En realidad fue una decepción para mí, ya que yo era demasiado pequeño entonces y prefería los tebeos de Mortadelo y similares.

Curiosamente, me convertiría en un gran fan de los superhéroes pocos años después. Tengo dos recuerdos tempranos relacionados con el tema: el primero es el álbum de Cropan titulado Héroes fantásticos, aparecido en 1975  (y que era también de Vickie el Vikingo si le dabas la vuelta). Aunque nunca lo completé (en 2000 compré su reedición, con los cromos ya impresos), fue posiblemente mi primer contacto con todos estos héroes y villanos de colorida vestimenta y extraordinarias habilidades. El segundo recuerdo es empezar ya a comprarme tebeos –o cómics, ¿qué más da?– de Marvel y DC en el mercado de mi pueblo, en el que habían dos puestos que se dedicaban a la compra-venta de estos, así como de revistas y libros. Por un módico precio, cualquier chaval podía adquirir varios volúmenes de historietas de superhéroes o de cualquier otra temática, aunque fueran usados. Aquella fue la época en que la editorial Vértice, editora de Marvel y de otras empresas en España durante muchos años, se despedía del negocio (1981). Pronto me familiaricé con personajes ya legendarios como el Capitán América, Thor, La Masa (luego Hulk), Los 4 Fantásticos, Los Vengadores, Spiderman. La Patrulla X o Dan Defensor (posteriormente, Daredevil). En menor medida, también leí aventuras de personajes de la DC como Superman o Batman, así como de otras editoriales de menor relevancia (Zarpa de Acero, The Spider, etc). Aquellos tebeos de Vértice se publicaban en blanco y negro a pesar de que en su versión original tenían color, y una de las notas más curiosas de dichas ediciones era que las portadas no se correspondían con las originales, sino que eran dibujadas por el sin par López Espí. Además, cada tebeo español venía a corresponderse con uno y medio americano, o incluía un suplemento de otro personaje e incluso de otra colección (muy a menudo de terror). Inolvidable también Tumbita, el simpático esqueleto cuyas viñetas solían ilustrar el interior de la portada y la contraportada.

Tras la muerte de Vértice, se hizo cargo de muchos de aquellos cómics Editorial Surco, de corta trayectoria, y allá por 1983 la labor de publicar las historietas de estos pintorescos héroes pasó a cargo de Forum. Sería con esta editorial con la que yo personalmente viviría mi época dorada del cómic de superhéroes, pues para entonces ya era un adolescente con más poder adquisitivo y mayor autonomía. Durante buena parte de los 80 coleccioné casi todo lo que sacó esta editorial –hasta tebeos más atípicos como Aventuras bizarras– así como el material publicado por muchas otras, incluyendo cómics ya clásicos como Cimoc, Creepy, Heavy Metal, 1984/Zona 84, S.O.S o Dossier Negro y editoriales como Zinco, Norma, Garbo o la mítica Bruguera. Uno de los grandes recuerdo de mi vida será siempre cuando, veraneando en un pueblecito de Castellón, me acercaba semanalmente andando hasta la ciudad vecina –a 2 kms de distancia– con mi querido perro Jacky en busca de novedades. A veces me volvía de vacío, pero otras me traía un buen puñado de cómics que, ya durante el trayecto de vuelta a casa, iba devorando.
He mantenido muchas de mis aficiones a lo largo de toda mi vida, pero en el caso de los cómics no ha sido así: con la llegada de la mayoría de edad, acabé cansándome de ellos. Por entonces había descubierto un nuevo vicio: el rock and roll, y con el tiempo terminé vendiendo casi toda mi colección de tebeos, me compré un equipo de música y comencé a coleccionar discos. También, paulatinamente, fui sustituyendo las historietas por las novelas y relatos literarios, en los que ya me había iniciado de niño, pero cuya lectura se intensificó notablemente durante mi pubertad.

En las últimas décadas me he comprado algunos cómics, pero normalmente no de superhéroes: Liberty Meadows, algunos de Star Wars, La liga de los caballeros extraordinarios (que sí se puede considerar una suerte de superhéroes)… y, por supuesto, nunca he perdido mi amor por los que para mí son tres pilares básicos del arte de la historieta: Astérix, Lucky Luke y Tintín. Aunque sólo poseo unas pocas aventuras de los tres personajes, las he leído casi todas y son de los pocos que han trascendido de mis tiempos infantiles a mi vida adulta. Hoy en día, normalmente me satisface más leer libros, pero de vez en cuando dejo entrar algún cómic en mi vida.

En realidad el propósito de este artículo era hablar sobre el cine de superhéroes venidero, pero me he puesto a divagar y a abrir el baúl de los recuerdos y me ha quedado un prólogo algo larguillo… Porque sí, efectivamente: aunque hace más de veinte años que dejé de leer tebeos de superhéroes, no he olvidado lo que fueron para mí, y si bien ya no en el papel, al menos en el celuloide les sigo siendo fiel y normalmente asisto a casi todos los estrenos de adaptaciones fílmicas de los héroes de Marvel y DC. Bien es verdad que la mayoría no me han impresionado, e incluso algunas me han parecida flojas o hasta malas, pero, aún con todo, siempre me fijo con especial interés en los estrenos relacionados con el tema cuando va a empezar el año, y los tengo en cuenta en mi agenda cinéfila. Supongo que es una especie de deuda pendiente o deseo insatisfecho, ya que de joven era muy difícil ver adaptaciones cinematográficas de estos personajes, y hoy en día son algo cotidiano. De aquella época moza tan sólo recuerdo las películas de Superman, que nunca fue uno de mis héroes favoritos, y los estrenos en pantalla grande de algunos episodios de series televisivas como El increíble Hulk o Spiderman, sobra decir que bastante irregulares, así como películas de otros personajes del cómic como Flash Gordon o Conan, en los que nunca me prodigué.

Precisamente este 2011 tiene unas cuantas de estas adaptaciones y he querido, a la manera de la anterior entrada sobre películas de Natalie Portman, hacer otra similar con los filmes de superhéroes que podremos ver este año y mi opinión a priori de cada uno. Son los siguientes:

Thor (Kenneth Branagh)
De la versión en celuloide del dios del trueno de la mitología nórdica ya adelanté algo el otro día porque, claro, la protagonista femenina es mi adorada Natalie Portman, lo que ya de por sí es para mí un importante aliciente para ver el film. Aparte de embelesarme con la subyugadora presencia de la actriz, de la película de Kenneth Branagh espero cuanto menos una obra interesante y entretenida. El trailer lo promete, y cuanto menos creo que no redundará en el manido cliché de película de superhéroe tipo Spiderman o Iron Man, en la que tenemos que presenciar el nacimiento y presentación del alter ego del protagonista de rigor, algo que muchas veces se hace bastante repetitivo. Thor hasta se me antoja una mezcla de película de superhéroe y de “extraterrestre adoptado” a la manera de E.T. o  Starman. Será la primera del género este año. Veremos pues…
(Por cierto, nunca tuve demasiados tebeos de Thor, aunque de él fueron algunos de los primeros que llegaron a mis manos. Lo recuerdo mucho más a través de su pertenencia a Los Vengadores.)

3 de junio
X-Men: First Class (Mathew Vaughan)
Las dos primeras entregas de la saga X-Men figuran entre mis favoritas del género, no así la tercera, que para mí no estuvo a la altura de sus predecesoras. Encuentro en ellas un agradecible equilibrio entre batallas, criaturas y acción y ese componente dramático y psicológico que da a una película de estas características mucha más entidad, profundidad y seriedad.
Esta nueva parte de la saga –en realidad, una precuela– viene apadrinada por el director Bryan Singer, así que personalmente espero que esté a la altura de las dos que dirigió él para la franquicia. Sobra decir que La Patrulla X, como se llamaba en mis tiempos, fue uno de los grupos de superhéroes con los que crecí.

29 de julio
Linterna Verde (Martin Campbell)
Esta es el largometraje de la temática que revisamos que menos me interesa, en parte porque nunca me prodigué en la lectura del personaje (siempre fui más de Marvel que de DC), en parte porque lo que he podido ver de él hasta ahora no me llama mucho la atención, con ese traje tan artificial creado por infografía. No obstante, y pienso que más por vicio cinéfago que otra cosa, supongo que acabaré acudiendo a su estreno.

5 de agosto
Capitán América (Joe Johnston)
Un personaje que me fascinó de pequeño –él ocupaba predominantemente la portada de aquel álbum de cromos de Cropan que mencionaba al principio– al que ahora encuentro quizás bastante incorrecto políticamente. Supongo que me tocará sacrificar un poco mi orgullo y mi ideología para intentar ver la película de la manera más inocentemente posible. Al menos tiene dos puntos previos a su favor: la acertada ambientación en la II Guerra Mundial, un período que me fascina y que encuentro más adecuado para situar a tan patriótico personaje, y un villano que, interpretado por Hugo Weaving, promete mucho. Y es que, para mí, al menos la mitad de una película de superhéroes la constituye un buen antagonista. Que se lo digan si no a Liam Neeson en Batman Begins, Heath Ledger en El Caballero Oscuro, Ian McKellen en X-Men 1 y 2, Matthew Goode en Watchmen o a Alfred Molina en Spider-Man 2, quizá de lo poco bueno que encuentro en la trilogía de Sam Raimi…

Resumiendo pues, una primavera y un verano que para un servidor prometen cuanto menos entretenimiento y el entrañable reencuentro con varios de los héroes de mi infancia. No creo que ninguna de estas películas se convierta en un hito dentro de mi filmoteca, pero las aguardo con ganas y relativo entusiasmo. Me dejo voluntariamente aparte los estrenos de Cowboys & Aliens de Jon Favreau (2 de septiembre) y de Conan de Marcus Snipel (sin fecha anunciada) porque, aunque adaptaciones de cómics, no considero a sus personajes “superhéroes” propiamente.

* Enlaces de interés:
http://www.lopezespi.com/. La web del inolvidable dibujante de las portadas españolas de Vértice.

viernes, 18 de febrero de 2011

El año de Natalie

El estreno en España, hoy viernes 18 de febrero, del film de Darren Aronofsky Cisne negro ha dado el pistoletazo de salida a un año que va a estar repleto de películas protagonizadas por Natalie Portman, sobra decir a los que siguen el blog o me conocen personalmente que mi mayor debilidad en cuanto a actrices actuales desde hace mucho tiempo.

Resulta curioso que, después de dos años, 2009 y 2010, en los que en nuestro país no hemos podido asistir más que a dos estrenos de trabajos de Natalie –New York, I Love You y Hermanos, ninguna especialmente destacable para mí–, en este 2011 los fans de la israelita vamos a tener el regalazo de nada menos que seis películas suyas. Diríase que la niña lo tenía ya todo programado para acumular un montón de estrenos seguidos con los que continuar en cartelera y de moda durante el la larga temporada que sin duda se tomará para criar a su bebé.

Redacto a continuación la lista de estos largometrajes protagonizados por ella y su fecha de estreno, sobre todo como ejercicio y recordatorio personal, aunque, como siempre, estaré más que satisfecho si a alguien le interesa y sirve de ayuda:

18 de febrero
Cisne negro (Black Swan, Darren Aronofsky)
Esta ya ha caído hoy, claro... Posiblemente va a ser la mejor de las películas de Natalie de este año, y sin duda uno de los hitos de toda su filmografía habida y por haber. Está maravillosa en todos sus registros y en toda la cinta, en la que aparece en cada una de sus escenas. Imposible resistirse a su mirada y a ese cuello, vaya, no sé si decir de cisne… Y estupendos todos los demás actores de este film tan interesante como desasosegante: Cassel, Kunis, Ryder y Hershey.

25 de marzo
Sin compromiso (No Strings Attached, Ivan Reitman)
Admito que, de no intervenir Natalie Portman, seguramente ni se me pasaría por la cabeza ir a ver esta mal llamada comedia “romántica” (lo correcto sería quizás “sentimental”, porque la palabra “romanticismo” implica un significado y una explicación bastante compleja que dejaré para otra ocasión). Al menos puede ser un buen regalo de cumpleaños, ya que mi aniversario acaece por esas fechas y no llevo muy bien lo de hacerme viejo…

20 de abril
El amor y otras cosas imposibles (Love and Other Impossible Pursuits / The Other Woman, Don Roos)
Película de Natalie que quedaba pendiente de estreno en España desde hace dos años. No estoy muy seguro de qué esperar de este largometraje de evocador título. Posiblemente una buena actuación de la actriz, pero puede que también un melodrama facilón de estos que hay que considerar con cuidado. Ya veremos; quizá sea una sorpresa, pero tengo mis reservas.

29 de abril
Thor (Kenneth Brannagh)
Puedo que no sea la mejor película que la chica estrene este año (ya he aventurado mi apuesta por Cisne negro), pero es una de las que más ganas tengo de ver. La espero cuanto menos divertida. Leí muchos tebeos de súper-héroes de joven, y guardo un buen recuerdo de todos estos personajes, por lo que casi siempre acudo a ver las adaptaciones fílmicas que de ellos hacen.

22 de julio
Caballeros, princesas y otras bestias (Your Highness, David G. Green)
Otro título –por cierto, lamentablemente “traducido”– que seguramente ni considerara si no fuera por mi infinito embeleso por Natalie. Desconfío tremendamente del género de la comedia, que considero prácticamente muerto hoy en día y que se confunde con el de las películas de disparates. Por lo menos, veremos a la niña en plan guerrero y muy sexy y hasta puede que la cinta nos entretenga. Y además con Zooey Deschanel. Qué dos pares de ojos juntos.

(Sin fecha)
Hesher (Spencer Susser)
Tercer melodrama de Natalie para este año (aunque Cisne negro se sumerge también en el terreno del thriller), parece a priori más interesante y equilibrado que El amor y otras cosas imposibles. Se estrena en abril en EE.UU. Esperemos que aquí nos llegue antes de Navidades, aunque nunca se sabe.

En resumidas cuentas, la cada vez más reconocida actriz nos ha preparado un buen surtido de filmes de todos los géneros para este 2011. Habrá posiblemente una de cal y otra de arena, como ya anticipé en otro artículo, pero un servidor acudirá a verlos todos porque, ¿he dicho ya que Natalie es la niña de mis ojos del cine actual? Ya lo veis: perdidico sin remedio…. :D

martes, 15 de febrero de 2011

Felicidades a Claire Bloom

Hay artistas que han tenido una importante influencia en mi vida, a los que admiro enormemente y de cuya obra he sido fiel seguidor durante muchos años. Concretamente en el terreno cinematográfico, se trata de actores, actrices y directores que han “marcado” notablemente mi afición al 7ª Arte, cuyas películas colecciono, atesoro y reviso periódicamente. Luego hay un caso diferente –que no contrario– que es el de aquellas estrellas fílmicas que, de una forma quizá más sencilla y modesta, han acabado siendo también parte indeslindable de mi cinefilia; personas cuya filmografía no he desmenuzado ni desgastado a base de revisitaciones, pero que tienen unos pocos trabajos que igualmente han sido esenciales en mi afición y amor por el cine. Sobra decir que la elegante y encantadora Claire Blooom (Londres, Inglaterra, 15-2-1931: hoy nos cumple 80 años), es uno de estos últimos porque, aunque habré visto poco más de una decena de sus películas, dos de ellas figuran entre mis favoritas de todos los tiempos: Candilejas  (1952) y La casa encantada (1963), a la que ya rendí exhaustivo homenaje hace unos meses (véase).

Sin embargo, muy posiblemente fuera Furia de titanes (1981) el primer largometraje en el que la vi, aunque si he de ser sincero no tengo recuerdos claros de haberme fijado en su nombre por la época en que se estrenó la última aventura de Ray Harryhausen.

Considero por ello mi descubrimiento de la actriz con la ya adelantada película del genial Charles Chaplin, que se emitió durante el ciclo dedicado a él por Televisión Española a finales de los 80. El personaje de Claire como la desafortunada bailarina Terry me resultó irresistible (ya sé que me repito, pero ya sabéis que soy muy enamoradizo filmográficamente hablando), y la actriz entró para siempre en mi bestiario particular. Supongo que Candilejas fue la película que reveló a Claire Bloom al mundo –ya que ella misma la considera su primer trabajo “serio” para el cine, aunque ya había hecho unos pocos papeles para la pequeña y gran pantalla­– y, en mi caso, pasó exactamente lo mismo, sólo que más de treinta años después. De su relación con el maestro Chaplin Claire siempre ha hablado muy bien, a pesar del talante algo tirano que se le reconocía al cineasta. Aunque nunca volvieron a trabajar juntos, mantuvieron su amistad de por vida. Ni qué decir tiene que Chaplin y Candilejas lanzaron la carrera de Mrs. Bloom, que se extiende hasta más de un centenar de trabajos en cine y televisión y que, por suerte para nosotros, sigue activa hoy en día (tengo pendiente ver El discurso del rey, su último papel hasta el momento).

Poca cosa más he visto de Claire, es cierto (y ya lo he admitido al principio): además de las tres citadas, la que mas recuerdo de ella es Alejandro Magno (1956), donde comparte cartel y hace de esposa de mi querido Peter Cushing, pero también Los hermanos Karamazov (1958), El maravilloso mundo de los hermanos Grimm (1962), sus dos colaboraciones con Woody Allen (de las que no parece guardar un buen recuerdo, dado el caótico método de trabajo del director): Delitos y faltas (1989) y Poderosa Afrodita (1995) y La edad de la inocencia (1993), estas tres últimas en la lujosa pantalla cinematográfica. De la televisión la recuerdo remotamente en Retorno a Brideshead (1981) y La isla de Ellis (1985).

¡Muchas felicidades, Claire, y gracias por los dos tesoros que has aportado a mi filmoteca!

lunes, 14 de febrero de 2011

Shahdaroba

Donde el Nilo fluye y la luna brilla sobre la silenciosa arena de una tierra antigua, cuando un sueño muere y un corazón llora, “shahdaroba” es la palabra que susurran en voz baja.

Shahdaroba, shahdaroba… significa que el futuro es mucho mejor que el pasado.
Shahdaroba, shahadaroba… en el futuro encontrarás un amor duradero.

Así que, cuando las lágrimas fluyen y no sabes qué hacer, cuando tu sueño muere y tu corazón llora… shahdaroba; el destino sabe lo que es mejor para ti.

Shahdaroba, shahdaroba… mira hacia el futuro y olvida el pasado.
Shahdaroba, shahdaroba… en el futuro encontrarás un amor duradero.

Shahadaroba...

Estas palabras tan bonitas como sencillas no son mías, por supuesto. Simplemente me he limitado a traducir y dar forma de texto en prosa el tema compuesto por la letrista Cindy Walker y grabada por Roy Orbison  en 1963 Shahdaroba. El año pasado inauguré la serie “Las cosas que se cantan por amor con una canción “anti-San Valentín”, y este año he decidido seguir la tradición. ¿Qué mejor que un tema del Big O para los solitarios, descorazonados y enamorados no correspondidos del mundo que hoy no celebrarán nada? Porque en realidad, esta festividad debiera de ser el “día de las parejas”, y no el de los enamorados, porque, ni todas las parejas están enamoradas, ni todos los enamorados tienen pareja. (Casi me sale un trabalenguas…)

viernes, 11 de febrero de 2011

Una pequeña alegría

Ayer me decidí a desintoxicarme de una semana bastante lamentable y desmoralizadora en uno de mis refugios favoritos: el cine. Acudí por la noche a ver un tanto a ciegas La trampa del mal, una película que acabé disfrutando bastante pese a no conocer casi nada de ella. Pero no fue el visionado de este film lo que ha dado origen a esta entrada, sino la alegría que me llevé en la taquilla cuando se me hizo entrega de una octavilla que anunciaba, no sólo que los cines de mi localidad recuperaban el miércoles –día que se había perdido desde la primavera pasada con la excepción de temporadas vacacionales–, sino que, además, las salas reducían sus precios desde la próxima semana. Por si fuera poco, encontré ayer el complejo con bastante más gente de lo habitual un jueves de invierno por la noche (recuerdo el mes pasado haber estado solo en una sala y no haberme tropezado más que con dos personas en el descansillo). La iniciativa de la empresa me parece estupenda y sólo espero que mis conciudadanos –a los que una vez más insto a apoyar el cine local– la reciban con la misma alegría que yo. Entiendo lo tentador que resulta dejarse seducir por las hipnóticas luces y colores de los grandes complejos, y por acudir a los lugares de moda “donde va Vicente”, pero tener cerca de casa un cine barato y decente (recordemos, al fin y al cabo, que el de nuestro pueblo es un edificio de mini-salas, con la excepción de las dos más grandes), me parece impagable. Personalmente, no concibo el tener que viajar 30 kilómetros y pagar una entrada más cara, además de la gasolina, cuando puedo ver una película en condiciones más que aceptables tan sólo llegándome a un sitio que está a quince minutos de mi casa dando un paseo.

Hay también una segunda oferta cinéfila del complejo Alucine, y es que si se va seis veces a sus salas en un mes, la séptima se entra gratis. Esta idea me parece algo más complicada, y creo que no se debería limitar a un mismo mes: simplemente regalar la séptima entrada a una persona que presente seis entradas recientes (para ellos sugiero quizá un cartoncito en el que se vaya estampando el sello del cine cada vez que se compre una entrada, como hacían el Oma y otros locales).

En fin, como he titulado la entrada, una pequeña alegría dentro de una época marcada por constantes problemas económicos y de otra índole, que recupera cinco días de cine en esta localidad, que en otros tiempos llegó a tener la semana completa con proyecciones diarias. Cuatro eran quizá demasiado pocos…

Mis reiteradas felicitaciones a Alucine, y lo dicho, mi ruego a los cinéfilos locales para que apoyen la iniciativa. Por cierto, no pertenezco a la empresa ni recibo ningún tipo de pago por este artículo, aparte del placer que para mí representa ver sobrevivir el cine en mi pueblo, una opción sin la que, como ya dije en una entrada anterior (véase), mi vida sería mucho más triste y vacía.