"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

domingo, 14 de junio de 2015

It Follows

De manera excepcional me desplazo a la capital para ver esta película que no creo que llegue a los cines de mi localidad, y también de modo extraordinario me dejo aconsejar –aunque con cierto escepticismo– por las recomendaciones de varios amigos con respecto  a ella.

Lo cierto es que puedo aceptar que It Follows, el segundo largometraje del estadounidense David R. Mitchell, esté un poquito por encima de la media del producto típico actual dentro del cine de terror que podemos ver en las salas de proyección, plagadas de todas esas insidiosas y deplorables películas con las que Hollywood parece haberse propuesto destruir el género (ya se sabe que, en el país de los ciegos…)

Y lo hace, no por su propuesta argumental o temática –una adolescente que es perseguida por una entidad sobrenatural que se transmite de unos a otros mediante el acto sexual–, sino por su ambientación insólita, irreal, atípica y pesadillesca –una Michigan despoblada en una época indefinible, pues encontramos cosas como electrodomésticos o ropa más propia de los 70 u 80 mezclada con ebooks y coches actuales, pero también la total o casi total ausencia de ordenadores modernos y móviles– y por las múltiples lecturas posibles de la historia: ¿una paranoia colectiva? ¿Algún tipo de alegato contra la promiscuidad y la precocidad sexual? ¿Una representación simbólica del SIDA y de las enfermedades de transmisión sexual? ¿Por qué casi no se ven adultos en la película, la policía apenas parece intervenir en los diferentes crímenes, o algunas de las formas que adopta la aparición son las de los padres de los adolescentes protagonistas?

Al final, como adelantaba, una cinta que difícilmente se queda en excepcional –me recuerda a muchas de aquellas películas orientales tipo The Ring que se pusieron de moda hace cosa de una década– pero que sí aporta algunos elementos interesantes y dignos de reflexión. A destacar la acertada banda sonora de Rich Vreeland. A pesar de que no soy demasiado amigo de la electrónica musical, en It Follows ayuda muchísimo a crear el ambiente enervante del film sin tener que recurrir al fácil sobresalto sonoro (como tampoco hace el director con la imagen), sino participando de manera oportuna y comedida.

Por cierto, sorprendente el parecido de la actriz protagonista, Maika Monroe, con el de la malograda Brittany Murphy. Había momentos en que creía estar viendo a esta última.

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