"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

lunes, 9 de marzo de 2015

Heinz: Tras la estela de Eddie Cochran

La estrella de Eddie Cochran brilló con tal intensidad durante la breve carrera profesional de cinco años del cantante y guitarrista que su fulgor sigue llegándonos aún con fuerza después de más de medio siglo de su desaparición. No sólo eso, sino que ese potente resplandor ha iluminado las vidas y carreras de otros artistas que probablemente habrían permanecido en una perpetua penumbra de no haber sido por su relación directa o indirecta con el músico de Minnessota. Uno de los casos más evidentes es sin duda el de Heinz Burt o, simplemente, Heinz, como fue conocido durante los años 60. Gran admirador de Cochran, Heinz es hoy en día recordado más que nada por las canciones que le dedicó a su ídolo, que también resulta ser el mío. Es gracias a muchas biografías de Eddie Cochran que uno acaba conociendo a su “pupilo” indirecto, cuya impronta musical fue bastante menor y mucho menos recordada que la de su maestro.

Heinz Henry George Schwarz –parece ser que su verdadero apellido– nace en 1942 en Detmold, Alemania, donde la II Guerra Mundial le deja huérfano de padre siendo niño. Su madre se casa con un inglés tras el conflicto bélico y la nueva familia fija su residencia en Eastleigh, Inglaterra. Es allí donde el adolescente Heinz comienza a interesarse por la música y donde esa inquietud le lleva a formar parte de varios grupos noveles como los Stormers o los Falcons a principios de los 60. Estando en esta última formación, llama la atención del tan legendario como estrafalario productor discográfico Joe Meek, que se encapricha del joven y lo ficha para su escudería no sin antes hacerle teñirse de rubio platino. Un primer intento de integrarlo en los Outlaws fracasa debido a las limitaciones musicales de Heinz, pero en los Tornados, el novel artista encuentra un hueco como bajista, y con ellos participa en el mítico instrumental Telstar, número 1 en varios países incluyendo EE.UU.

Heinz con los Tornados y Joe Meek (de pie en el centro)
El siguiente paso que Meek tiene reservado para Heinz es una carrera independiente para él, cantando al frente de The Saints –en donde figura un joven Ritchie Blackmore–, presentado ya únicamente con su nombre de pila. Es entonces cuando el recién estrenado cantante conoce un corto momento de éxito entre 1963 y 1966, participa en un par de películas y publica varios singles y EPs y un único LP, precisamente Tribute to Eddie. De hecho, esa breve trayectoria está marcada por los homenajes a Eddie Cochran que, como ya se ha adelantado, le ganarán a la larga más fama y perduración que el resto de su carrera. Además de varias versiones del cantante americano, Heinz también graba la canción que da título a su LP y, sobre todo, Just Like Eddie, que llega a nº5 en las listas inglesas y constituye el mayor éxito de su carrera. Hay que matizar, no obstante, que el sonido del cantante está muy lejos del potente rock and roll de su mentor, y que el grueso de su discografía se presenta en forma de rock blando –cuando no directamente pop–, edulcorado con violines, arcaicos sonidos sintetizados y coros.

Pero han llegado los tiempos de los Beatles y de los Rolling Stones, y el merseybeat y otros sonidos más modernos arrasan con todo en medio mundo. La trayectoria de Heinz no está llamada a durar y su fama va a ser efímera. Rompe relaciones con Joe Meek –que se suicida poco después–, fracasa a la hora de remontar su carrera, y acaba sentando cabeza y dedicándose a labores más cotidianas, aunque también ocasionalmente a tareas artísticas –incluso actor teatral–, y sin renunciar nunca a su pasión por la música, pues hasta el final de sus días seguirá apareciendo en conciertos de mayor o menor entidad, a menudo en circuitos nostálgicos. En marzo de 2000 se le puede ver en público por última vez en un show en Hampshire, aquejado de una enfermedad neuromotora que le había relegado a una silla de ruedas. Tan sólo un mes después, un derrame acaba con él a la edad de 57 años.

La película de Nick Moran de 2008 Telstar: The Joe Meek Story (reseñada aquí) relata los años de éxito de Heinz y Joe Meek, y propone una relación homosexual entre ambos que la familia del cantante ha negado.

La estrella de Heinz nunca llegó a aproximarse en tamaño a la de su adorado Eddie y generalmente se le considera un capítulo muy pequeño del pop-rock británico de los 60, pero algunos de sus temas son recordados por los aficionados a la música de aquella época y, cómo no, por los muchos fans de Cochran, que de una u otra forma, siempre acaban llegando al que fuera su emulador anglo-germano.


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