"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

viernes, 29 de junio de 2012

¡92 cumpleaños de Ray Harryhausen!

Un año más, es un inmenso e inconmensurable placer felicitar al Maestro Ray Harryhausen por su cumpleaños, nada menos que el 92º. Pese a su avanzada edad, Ray ha estado bastante activo en los últimos meses publicando su quinto libro con Tony Dalton –la nueva versión de Fantasy Scrapbook–, completando un extenso documental de hora y media sobre su carrera titulado Ray Harryhausen: Special Effects Titan y grabando comentarios para varias de sus películas para posibles ediciones en formato doméstico. Además, el genio de la animación ya dispone de sus propias páginas Facebook y Twitter, en donde podéis estar al día de sus andanzas, conocer su historia y filmografía y mil curiosidades más (pinchad en los respectivos enlaces).

Ray y Tony Dalton con sus cinco libros en diciembre de 2011

domingo, 24 de junio de 2012

Lo mejor de Eva

Aprovecho su aparición en DVD para recomendar la última obra del director catalán Mariano Barroso, Lo mejor de Eva. La vi hace unos meses cuando se estrenó en pantalla grande, tengo que admitir que un poco de rebote al fallarme otra película que tenía en mente, y salí bastante complacido de su visionado. Me es imposible resistirme al gran encanto que tiene Leonor Watling, y no sólo por su innegable sensualidad, sino porque me parece una cada vez más entregada actriz y también una agradable cantante. Y eso que, como tantas otras veces, no reparé en ella hasta que su carrera estaba ya avanzada, e incluso me llamó antes la atención su faceta musical que la cinematográfica. Este último trabajo suyo me parece de los mejores en los que la he visto. Además, tengo una simpática anécdota particular sobre él: se rodó en la capital de mi provincia, Valencia, y mi hermana se encontró a Leonor en el tren ¡y tuvo la amabilidad de dedicarme un autógrafo! Tampoco quiero dejar de mencionar a su compañero de reparto, el castellonense Miguel Ángel Silvestre, al que no había visto nunca antes y que considero a la altura de una película que me parece de destacable confección: Leonor es en ella una íntegra e intachable jueza de vida solitaria que debe investigar el asesinato de una stripper. Dicha tarea le pondrá en contacto con el exnovio de esta última, un gigoló que acabará haciendo peligrar la situación sentimental y profesional de la magistrada.

jueves, 21 de junio de 2012

Here Comes Summer

Varios motivos me llevan a confeccionar esta nueva entrada: primero y principal, celebrar la llegada del verano. Es claramente mi estación favorita del año, a pesar de que raramente puedo disfrutarla. Segundo, tengo un tanto olvidada la vertiente musical del blog últimamente y aprovecho esta excusa para rescatarla. Tercero, recupero la sección “Selección veraniega” iniciada el pasado año, y que de momento sólo había tenido dos entregas (a quien le apetezca una más amplia recopilación de canciones que hablan sobre el verano le remito a mi artículo de 2010 It´s Summertime). Por último, dentro de un par de semanas participo en un homenaje a Cliff Richard. Sin llegar a ser uno de mis grandes cantantes favoritos, es un artista al que tengo cierto cariño, no hablemos ya de a su grupo, The Shadows. Es por ello que este artículo homenajea a todos ellos con, no una, sino tres composiciones sobre o que remiten al estío…. Espero continuar la serie en los tres próximos meses, mientras todavía hostigue el sol y tengamos la playa para refrescarnos (¡o aunque sea una horchata!).

Here Comes Summer: Richard dedicó varias canciones al verano, incluso una de sus películas lleva a esta estación en su título (Summer Holiday). Esta versión del único éxito de Jerry Keller fue la primera, un simpático y agradable medio tiempo que aparecía en su segundo LP, Cliff Sings, en 1959. El álbum llegó al nº2 de las listas británicas en aquellas ya lejanas fechas en que el cantante ascendía meteóricamente y se convertía en la primera gran estrella del rock and roll inglés.




Theme From A Summer Place: Cliff tampoco pudo resistirse a grabar su propia versión de este maravilloso tema principal de la película En una isla tranquila al sur (A Summer Place, Delmer Daves, 1959). Es una composición que me parece preciosa y evocadora y que logra ponerme los pelos de punta embriagándome con una nostalgia mayoritariamente ajena. Ya en la selección antes mencionada que hice hace dos años incluí dos versiones, la orquestada por Percy Faith y la cantada por Andy Williams.



Midnight: Y, para acabar, llega el turno del grupo de acompañamiento de Cliff Richard: los míticos Shadows, con el gran Hank Marvin a la guitarra solista. Lo cierto es que esta balada instrumental no trata directamente sobre el verano, pero el sonido de esta banda me remite muchas veces a él. ¿Quizá por esas guitarras que a menudo recuerdan a las hawaianas?


¡Buen verano a todos!

Los miserables

Ahora que se aproxima una nueva versión fílmica del inmortal folletín de Victor Hugo Les Misérables  (la de Tom Hooper), me parece un buen momento para sacar a colación la película de igual título Los miserables, dirigida por Bille August en 1998, y enésima de las muchísimas adaptaciones a la pantalla (grande o pequeña) del clásico de la literatura gala. Es un largometraje que me emocionó y sorprendió en su estreno cinematográfico, y que continúa haciéndolo siempre que lo revisiono en formato doméstico. Me confirmó la excelencia de un actor que ya me venía gustando desde hacía tiempo, Liam Neeson (aunque su filmografía reciente puede hacer poner en duda esta apreciación) y me descubrió al que posiblemente es mi actor favorito de los últimos tiempos: el inmenso Geoffrey Rush.

La película, obviamente, abrevia en gran medida su original escrito (¡el libro tiene unas 2000 páginas!), eliminando muchos pasajes y personajes, a veces casi que para bien (luego lo explicaré), pero básicamente nos cuenta la misma historia, sólo que más resumida: los avatares y desventuras de Jean Valjean (Neeson), un desgraciado que debe cumplir una injusta pena en prisión y que sale de allí embrutecido y deshumanizado tras muchos años de trabajos forzados y vuelve a reincidir en el delito. El perdón del sacerdote al que ha robado le hará cambiar su visión de la vida y decidirá desde entonces seguir el camino de la rectitud y la honradez hasta el punto de llegar a convertirse en el alcalde de un pequeño pueblecito y en dueño de una fábrica local. Pero su pasado acabará reapareciendo: su antiguo carcelero, Javert (Rush), un hombre con un sentido del deber rayano en el fanatismo y ahora ascendido a inspector, dará con él y no cesará en su empeño de volver a llevarlo ante la justicia a cualquier precio.

Espléndidos Geoffrey Rush y Liam Neeson

Acompañan a los dos actores principales Uma Thurman como Fantine, otra desdichada que debe acabar prostituyéndose para cuidar a su bebé, y la dulce Claire Danes como Cossette, la susodicha hija ya crecida de Fantine, de la que se hará cargo el mismo Valjean. En papeles secundarios intervienen el siempre interesante Hans Matheson como el revolucionario Mario y Jon Kenny como el miserable más miserable de todos: el sinvergüenza y avaricioso Thénardier.

En resumen, una historia no sólo sobre la miseria en todas sus formas (económica, humana, vital...) sino también sobre la integridad, la obsesión, la virtud, los ideales y muchos otros conceptos esenciales de la sociedad y de la vida. La de Auguste me parece una gran película de la cual, ya lo he dicho antes, me maravilla la interpretación de Geoffrey Rush. Enorme. Grandísimo. Magistral. Desde entonces, he intentado seguir su carrera y no creo que me haya decepcionado nunca. Me parece uno de los más grandes actores del cine actual. He visto otras versiones (como la televisiva con Gerard Depardieu y John Malkovich) y pienso ver la próxima adaptación al celuloide, pero no creo que ni Hugh Jackman como Valjean ni Russell Crowe como Javert consigan impresionarme tanto como el magnífico dúo de este largometraje de hace ya casi tres lustros.

Por cierto, lo que adelantaba antes: algunos años después decidí leerme el libro de Hugo y he de decir que acabé algo decepcionado, porque me parece un mamotreto con un montón de relleno que se desvía constantemente de la historia principal para divagar durante docenas y docenas de páginas sobre cualquier pretexto que aparece en la trama: la Batalla de Waterloo, tal o cual tejido o moda, la arquitectura de esta o aquella ciudad... Así también creo yo una novela inmensa y voluminosa, vaya... Y perdón por la afrenta a los incondicionales de la literatura esencial del país vecino...

jueves, 14 de junio de 2012

Viaje pixelado: Uncharted

Después de muchos años disfrutando de Playstation 1 y Playstation 2 y de una desinteresada fidelidad a Sony (también tenía un vídeo y un televisor de la marca), me llevé una verdadera decepción con el fabricante japonés y con Playstation 3: exactamente a los 6 meses de haberla comprado, sin apenas hacer uso de ella, su lector de Blu-Ray se estropeó. Era algo que ya le había pasado a un amigo y que le pasaría luego a muchos más conocidos, e innegablemente un defecto de fabricación y de calidad de la consola que se repetiría muy a menudo con modelos de los dos primeros años. Mi máquina estaba en garantía, así que tenía derecho a que me la repusieran; aún con todo, pasé un verdadero calvario para conseguirlo: el SAT de Sony me trató vergonzosamente, hube de realizar infinidad de llamadas, y de cambiar la consola hasta tres veces en total porque me enviaban aparatos evidentemente reparados y de segunda mano, cuando yo les había enviado el mío recién comprado (una de las consolas que me enviaron se estropeó… a los 5 días). Llegué incluso a poner una reclamación oficial que, naturalmente, fue desoída. Después llegó el desastre de Playstation Network del pasado verano que afectó a todos los usuarios del mundo y, al poco, la famosa “luz amarilla” en mi caso particular: las soldaduras de la consola se fundían debido a un supuesto sobrecalentamiento. Nueva reparación al canto, esta vez pagándola a tocateja. A punto de acabar este artículo, menos de un año después de aquel percance, se ha vuelto a repetir. En estos momentos, la dichosa maquinita vuelve a estar en el taller, que me ha demostrado que su reparación está más o menos al mismo nivel de “calidad” que la del fabricante original.

Expuesto todo esto, he de decir que sólo hay una razón decisiva por la que no me arrepiento de haberme comprado una Playstation 3, y es por lo muchísimo que he disfrutado con la trilogía Uncharted, una de las pocas cosas que me ha compensado los inacabables sufrimientos que la máquina de videojuegos me ha traído. Esta ha sido, sin duda, la saga que me ha marcado en la última generación de consolas.

Primer encuentro
Una colonia española en una isla perdida del Pacífico
Uncharted: el tesoro de Drake (Uncharted: Drake´s Fortune), de Naughty Dog, fue precisamente el primer juego que tuve para Playstation 3, ya que en la oferta en la que la compré te daban a elegir entre varios títulos recientes. Conocía un poco de este videojuego y me atraía su temática de aventuras más que ninguno de los otros que estaban disponibles, así que lo elegí y fue mi primera experiencia virtual con mi recién adquirida máquina, exactamente en marzo de 2008.

La serie Uncharted nos presenta a Nathan Drake, un apuesto, temerario y arriesgado buscador de tesoros que viaja por todo el mundo conocido (y por el que está por explorar) en busca de reliquias y secretos de la historia. Nate (como le llaman sus amigos) es un poco granuja, valiente, duro de pelar y bien preparado para las aventuras más osadas. Es bueno con los puños y con las armas de fuego, pero curiosamente es también todo un erudito en materia de historia y arqueología, y sabe leer varias lenguas antiguas. Le acompaña un elegante caballero de mediana edad con bigote, pelo engominado y que fuma siempre puros, Victor Sullivan “Sully”, otro simpático sinvergüenza que es el mentor de Nate y que le ha enseñado mucho de lo que sabe.

...y un submarino nazi
A los dos los conocemos al comienzo del primer videojuego de la serie cuando vemos que se han camelado a una ingenua y emprendedora periodista que intenta producir un documental: se trata de Elena Fisher. Nathan dice ser antepasado del mismísimo Francis Drake y, merced a un anillo que posee y que supuestamente perteneció al navegante inglés, cree saber dónde se encuentra la tumba marina de éste. Dan con un sarcófago vacío pero, a través de ciertas pistas encerradas en él, el trío iniciará una emocionante aventura en la que aparecerán el mito de El Dorado, instalaciones secretas nazis, una isla desconocida colonizada por los antiguos españoles y, por supuesto, todo un ejército de piratas y mercenarios capitaneados por los villanos de turno (Eddy Raja, Atoq Navarro y Gabriel Roman) que andan detrás de lo mismo que nuestros protagonistas.

Efectivamente: Nathan Drake es claramente el nieto perdido de Indiana Jones y el hijo bastardo de Lara Croft y, en concreto, con la aventurera de la saga Tomb Raider el juego tiene varios puntos y mecánicas en común –además, obviamente, de la temática– como son algunas partes de éste en las que trepamos, escalamos, damos saltos arriesgados y otras piruetas. Lo que aporta de novedoso Uncharted con respecto a su notable antecesora es que intercala todas estas fases de acrobacias con otras de puro tiroteo, en las que Drake se ve a menudo acorralado por sus acosadores y debe cubrirse mientras pueda o abrirse paso a tiros (hay, además, otras etapas variadas con persecuciones con vehículos, puzzles, etc). Personalmente esto es lo que siempre he pensado que la falta a los juegos de Lara Croft: más disparos, y menos paseos por laberintos y templos, y es por esta combinación de ambas modalidades por lo que prefiero la saga Uncharted, y que conste que adoro a Lara (y, por lo que he podido ver, la próxima entrega de la saga de la heroína parece haber tomado prestados algunos elementos y mecánicas de su vástago virtual).

Nate, Elena y Sully: los héroes de la primera entrega de Uncharted

Pero si este videojuego –y sus continuaciones– me fascinan especialmente por algo, es por su ambientación y aspecto estético: paisajes, ruinas, ciudades, edificios de ensueño preciosistas y preciosos y plagados de mil cuidadísimos detalles; lo mejor que he visto gráficamente en PS3, aunque admito que tampoco he visto muchísimos juegos de la consola. Añádase a esto mi pasión por la arqueología y las civilizaciones perdidas y, encima, que el juego incorpora un pequeño episodio de survival horror –género que me encanta– y que no desvelaré por si alguien aún no ha jugado y quiere hacerlo, para concluir que acabé enamorado de aquel que fue mi primer título para la consola de Sony. Y lo mejor estaba aún por llegar…

Chloe
Lo mejor, porque, dos años después de la aparición del videojuego, es decir, en 2009, sus creadores presentaban Uncharted 2: El reino de los ladrones (Uncharted 2: Among Thieves). Naughty Dog rizaba el rizo con localizaciones todavía más espectaculares, gráficos aún más alucinantes y mucha más aventura para Drake y sus compinches. Además, dos regalos extra con el juego: la posibilidad de jugar online, y Chloe, mi personaje favorito de PS3 y uno de mis preferidos de toda la historia de los videojuegos. Pero vayamos por partes…

Uncharted 2 comienza con Nathan Drake reuniéndose con un viejo colega, el inglés Harry Flynn. Este le propone robar en un museo y le presenta a su compañera: la aventurera australiana Chloe Frazer, pero lo cierto es que Chloe y Nate ya se conocían y habían sido amantes. No hay ni rastro de Elena al comienzo del juego, aunque posteriormente reaparecerán tanto ella como el bribón de Sully, que naturalmente se unirán a Drake en la búsqueda de otro lugar legendario, Shangri-La. Esta vez toca pues un nuevo viaje por el mundo, tras los pasos del Marco Polo, y que nos llevará a Turquía, Borneo y el Tíbet, y en el que los oponentes de rigor serán una abrumadora hueste de soldados liderados por el psicópata Zoran Lazarevic, antiguo oficial serbio y buscado criminal de guerra que pondrá las cosas difíciles a nuestros amigos.

¡Chloe!
Y, ¿qué os puedo decir de la niña de mis ojos del mundo de los videojuegos? Si ya hay personas que dudan –con toda razón– de mi salud mental por mis muchos amoríos cinematográficos, ¿cómo os cuento que estoy prendado de Chloe? Sexy, dura, impulsiva, independiente, ingeniosa, descarada... Chloe es claramente la versión femenina de Nathan Drake, además de la obvia rival de Elena. La periodista, por cierto, no aparece hasta la mitad de Uncharted 2, a pesar de que la primera entrega acaba con lo que parece ser un supuesto idilio entre ella y Nathan. A partir de entonces, morena y rubia acompañarán al galán durante toda la aventura, aunque Drake se decantará finalmente por la más dulce pero también decidida Elena. Desde entonces, parece que también hay un enfrentamiento entre los fans por ambas chicas, y yo no tengo que decir cuál es mi posición al respecto, ¿verdad?

Chloe tiene, además, un añadido especial en su versión española: su dobladora es Conchi López, que le pone una voz muy graciosa y divertida que contrasta con el carácter que le suponemos al personaje (¡me encanta las frases que suelta en el modo online!). A este respecto, siempre recuerdo las palabras con que hace años se definía a sí misma la actriz catalana Neus Asensi: “una mezcla de maruja y femme fatale”. El doblaje que tanto detestan algunos confiere, pues, a Chloe un aire totalmente único en nuestra variante nacional del videojuego.

Más templos perdidos para Drake y sus amigos, pero también una ciudad moderna desolada por la guerra

La otra sorpresa que adelantaba de Uncharted 2 fue el modo online: la posibilidad de jugar en red con o contra otros jugadores. Es curioso, porque nunca me gustó esta modalidad de los juegos, y tengo muchos que la ofrecen y apenas la he usado con ellos, pero con Uncharted 2 concretamente quedé enganchado, en parte por lo mucho que me encantan los escenarios del juego, en parte también por lo atípico de los personajes (¿adivináis con quién juego yo?) y, sobre todo, porque me gusta mucho el modo cooperativo en el que varios jugadores participan en una aventura juntos o luchan contra “malos” que lleva la máquina, alternativa que prefiero a la de enfrentarme a otras personas. Estuve jugando dos años enteros a U2, y ahora estoy jugando a Uncharted 3 desde que salió el pasado noviembre, lo que nos lleva al siguiente apartado...

Fin de la trilogía
Uncharted 3: La traición de Drake (Uncharted 3: Drake´s Deception) retomaba el personaje de Francis Drake y sus múltiples viajes. De hecho, nuestro moderno Drake, Nathan, está empeñado desde muy joven en demostrar que su supuesto antecesor realizó una misión secreta para la Reina Isabel, deteniéndose en Arabia para ocultar algún secreto. La tercera y última entrega de la saga para Playstation 3 se centra sobre todo en la relación paterno-filial entre Sully y Nate, e incluso en un momento dado el jugador protagoniza un flashback en que el primero de los personajes citados rescata a un adolescente Drake de las calles y más o menos lo adopta. También en esta entrega sabremos que Drake era huérfano de madre, que se crío en un orfanato religioso y que muy pronto se interesó por la historia e incluso aprendió latín. Las chicas vuelven a aparecer: Chloe, durante la primera mitad de la aventura, Elena, durante la segunda. De nuevo Nathan y ella se han vuelto a separar, a pesar del apasionado final de U2, y de que han estado prometidos. Uncharted 3 llevará a nuestros héroes –y, por lo tanto a nosotros– a Londres, Siria, Yemen y Cartagena de Indias, tras la pista de la legendaria ciudad de Iram de los Pilares, la “Atlántida de las Arenas”. Por supuesto, hay también toda una legión de villanos y antagonistas haciéndole la vida imposible a Nate: ahora se trata de una centenaria organización secreta que en esta ocasión lidera una mujer, la despiadada Katherine Marlowe.

Las pesquisas de Drake le llevarán esta vez al inmenso desierto árabe

Uncharted 3 ha sido el videojuego más exitoso de la saga, aunque personalmente me marcó más su anterior entrega (¡sigo enamorado del Tíbet desde entonces!). Lógicamente, a nivel gráfico alcanza las cimas más altas. El modo online incorpora más variantes y opciones que nunca, aunque para mí también tiene algunas trabas, como demasiada información en la pantalla, ausencia de la posibilidad de cambio de hombro, y otros problemas técnicos que espero se puedan solucionar con el tiempo y nuevos “parches”.

Hay un cuarto videojuego de la saga Uncharted recién publicado, de título Golden Abyss, pero sólo ha aparecido para Playstation Vita, que no poseo ni estoy muy interesado en hacerlo porque no me gusta jugar en pantallas tan pequeñas. Es una pena…

Otros medios y posible película
Con algunos años menos, para
 mí Dylan McDermott hubiese
sido el actor ideal
Ni qué decir tiene que el universo Uncharted, como ocurre con todo videojuego de éxito, se ha extendido a otros ámbitos y variantes: cómics, juegos de mesa, una novela… Por supuesto, su adaptación al cine ya es más que un proyecto en el que se está trabajando desde hace tiempo. Hará cosa de un par de años, apareció en internet la noticia de que el pequeño y chato Mark Wahlberbg iba a encarnar a Nathan Drake en la supuesta versión en celuloide del juego. Creo que casi todos los seguidores de la saga nos llevamos las manos a la cabeza ante la noticia que, por suerte, parece que fue falsa. No obstante, los fans de Uncharted han estado especulando sobre los actores ideales para este esperado y teórico largometraje, y proponiendo nombres. La propia Naughty Dog dijo que consideraba a Hugh Jackman ideal para ser Nathan Drake en la pantalla. El simpático Nathan Fillion ha sido otra de las propuestas que se han hecho. Personalmente, aunque me gusta la idea de este último, siempre tuve en mente, mientras jugaba al primer Uncharted, y por el parecido físico con el personaje virtual, al actor Dylan McDermott, y en Uncharted 2 veía claramente a Gerard Butler. Dado que McDermott ya tiene una edad, mi apuesta como actor ideal para el protagonista de la película es Butler, aunque también es algo mayor que el propio Drake en los juegos.

¿Todavía hay quien duda sobre quién debe encarnar a Drake en el cine?
Algunos fans han propuesto que sean los mismos actores de voz y captura de movimiento del primer título de la saga los que den vida en pantalla al trío original, pero de ninguna manera veo a Nolan North como Nathan Drake. Le falta la apostura y la presencia física del personaje, al margen de sus cualidades interpretativas. Más apropiados me parecen Richard McGonagle como Sully o la bonita Emily Rose como Elena. Esta última actriz, además, acostumbra a acudir a los eventos relacionados con Uncharted con el mismo peinado que su personaje, e incluso tiene la edad apropiada. El único problema con estos dos intérpretes puede ser que trabajan principalmente en televisión y no son excesivamente conocidos. Alguien en algún foro propuso a Jennifer Aniston como Elena, y la verdad es que, con unos años menos, la atractiva actriz me hubiera parecido muy apropiada. Como Sully surgió el nombre de Jeff Bridges y, qué voy a decir, es un actor que me encanta y que también tiene los años del personaje, así que me gustaría…

Mi apuesta personal para Chloe: Emily Blunt o Lynn Collins
Curiosamente, no se han hecho apenas propuestas sobre quién debería interpretar a mi adorada Chloe. Ciertamente, el físico de Claudia Black es muy diferente al del personaje del videojuego (también es mayor que éste) y no resulta la actriz más acertada a pesar de su notable estatus como asidua del fantástico. Particularmente, después de una larga búsqueda, tengo dos propuestas que hacer para la encarnación real de la morena aventurera: Lynn Collins y Emily Blunt. Las dos son actrices de moda, altas y atractivas que más o menos encajan en la teórica edad de Chloe en los juegos. Pienso que Collins puede ser físicamente más imponente que Blunt, pero considero a esta última mejor actriz. Todo sería cuestión de que se pusiera en forma…

En cualquier caso, no son más que especulaciones. Veremos qué nos deparan los productores de Hollywood con respecto a la posible adaptación del videojuego. Pero, por favor, que no sea Mark Wahlberg…

Y no olvidemos…
Los actores de captura de movimiento y voz de U2: R. McGonagle
 y S. Valentine (arriba), E. Rose, N. North y C. Black (abajo) 
No quiero acabar esta entrada sin destacar la labor de la escritora Amy Hennig, de cuya mente han salido todas las historias y personajes de la saga Uncharted. Me encanta como ha rescatado elementos y leyendas clásicas de la arqueología y de la mitología, así como personajes históricos reales (Francis Drake, Marco Polo, John Dee…) y los ha integrado en las tramas de Uncharted para crear las fantásticas y apasionantes aventuras de Nathan Drake. Ojalá que lo siga haciendo en futuras e hipotéticas entregas de la serie, ya sea para PS3 o PS4, aunque sabemos que la política de la empresa para la que trabaja, Naughty Dog, es reacia a esto.

Algunos de los maravillosos escenarios de la saga Uncharted

domingo, 10 de junio de 2012

El hombre lobo

Más de dos años después de acudir a verla en su estreno cinematográfico, me decido a revisionar El Hombre Lobo (The Wolfman) de Joe Johnston. Era algo que tenía intención de hacer antes o después porque fue una película que esperaba con muchísimas ganas tras haber quedado embelesado por su trailer y que, por desgracia, acabó decepcionándome un tanto sobre todo por dos cosas: una es su ritmo y su montaje algo accidentados, lo cual no tiene nada de extrañar cuando lees todos los problemas que hubieron entre el director y la productora a la hora de decidir el metraje final y las escenas que se incluirían o no en el film. Después de algunos pases privados, la cinta sufrió drásticas modificaciones que disgustaron tremendamente a Johnston y que, evidentemente, afectaron al producto final, causando que no fuera muy bien recibido ni por crítica ni por público. Le resulta a uno difícil entender para qué se hacen todas esas proyecciones previas al estreno de un film que teóricamente son para mejorarlo y acaban consiguiendo lo contrario.

La edición que veo ahora en DVD es la que se nos vende como “montaje del director”. Johnston ha renegado igualmente de ella diciendo que no es su versión personal. Incluye algo más de un cuarto de hora de metraje extra, principalmente dos secuencias iniciales en las que vemos a la protagonista femenina ir a pedir ayuda al “héroe” del film y a este último viajando en tren y recibiendo el extraño bastón con cabeza de lobo que luego exhibe de un desconocido anciano (Max Von Sydow). Ninguna de las dos tiene mucho sentido, ya que posteriormente se insiste en que la chica ha convocado al protagonista por carta (así quedaba en el montaje para pantalla grande) y tampoco parece que se le saque mucho partido al bastón (que esconde una espada en su interior).

Mi juicio sobre la película permanece más o menos igual: tiene muchísimos elementos que deberían ser suficientes para gustarme, como la ambientación y la estética góticas, que se trate de un remake de uno de esos clásicos de la Universal con los que he crecido (El hombre lobo de George Waggner, de 1941), una maravillosa dirección artística y una hipnotizante fotografía (hay planos y localizaciones que me parecen magistrales, como cuando se ven las siluetas del monstruo o de la chica entre los árboles, cuando el primero aúlla sobre una gárgola en los tejados de Londres, la mansión iluminada por la luna, el páramo desolado o el monumento megalítico), un reparto encabezado por un actor competente (Benicio del Toro) y una actriz a la que ya he lisonjeado bastante últimamente (fue mi primer encuentro con Emily Blunt). Hay buenas ideas en la trama, quizá no siempre acertadamente desarrolladas, como la inclusión del mismísimo Inspector Abberline (un correcto Hugo Weaving), cuando Larry Talbot es exhibido en la reunión en el manicomio, o el propio hecho de que se traslade al personaje a la mismísima capital de Inglaterra. El maquillaje del gran Rick Baker es estupendo, y del Toro recupera con su lograda caracterización (cuando es humano) mucho del patetismo del personaje del film original, interpretado por Lon Chaney, Jr.

Emily Blunt, acosada por la bestia
En contra del largometraje -había anunciado dos pegas-, y si exceptuamos quizá un ocasional abuso del gore y los elementos truculentos que no acaban de pegar en una historia como esta, de ambientación victoriana, e incluso por encima de todo el problema de montajes y versiones, está para mí el personaje cargante y desmedido de Anthony Hopkins, quien encarna a un Sir John Talbot (padre de Larry) cínico, depravado, sádico y lascivo que no despierta en mí ningún tipo de simpatía. Aunque creo que este veterano actor sabe interpretar buenos papeles cuando se lo propone, da la impresión de que a menudo no puede evitar dotar a sus personajes de cierto componente psicopático y demente, como si se tratasen de una extensión de su célebre Aníbal Lecter, que para mi gusto los arruina (me pasó lo mismo con su Van Helsing en Dracula de Bram Stoker). Creo que la película hubiera ganado mucho con otro actor más centrado, que dotara al aristócrata de la caballerosidad y gentileza del John Talbot original (el gran Claude Rains), o que le hubiera dado un carácter diferente, pero no el de un asesino sin escrúpulos.

Con todo lo dicho, pros y contras, trabas y aciertos, y aunque no estuvo a la altura de las expectativas que tenía de él, El hombre lobo no me parece para nada un film totalmente despreciable. Tiene buenas cualidades y buenos momentos, escenas evocadoras e inquietantes, y estéticamente me parece impecable, seguramente por lo mucho que me gusta el período y lugar en el que se ambienta. Es una película que sin lugar a dudas se merece un lugar en mi videoteca y que no me arrepiento de haber visto, ni cuando se estrenó, ni ahora.

sábado, 9 de junio de 2012

¡Cumpleaños de Natalie!

En todo el año no he dedicado ni una sola entrada a la niña de mis ojos del cine actual, y la obvia razón es que la señorita Portman, o señora Millepied ya, ha estado cosa de veinte meses o más alejada de los rodajes cinematográficos. Después de que en el pasado 2011 se estrenaran en España nada menos que cinco películas suyas –sigue pendiente Hesher–, en el presente año no veremos ni una. Y es que Natalie ha estado muy ocupada con su embarazo, parto y posterior crianza de su retoño, el pequeño Aleph, que acaba de cumplir su primer año de edad, además de cosechando premios por Cisne negro y formalizando su matrimonio, para descanso de unos cuantos anticuados e intransigentes…

La buena noticia para nosotros sus fans es que, con un poco de paciencia, y soportando lo mejor posible el desespero por volver a ver a nuestra diva en la gran pantalla, el próximo 2013 volveremos a tener “sobredosis” de Natalie, ya que son al menos tres los filmes que la actriz estrenará entonces: en la actualidad rueda a la vez Lawless y Knight of Cups con el controvertido y original director Terrence Malick, y en agosto empieza el rodaje de la secuela de Thor, cuyo estreno está previsto para noviembre del citado año. Además, parece que se ha dado ya luz verde a otro proyecto en el que interviene también como productora, Janet Got a Gun, su regreso al western tras Cold Mountain.

Para todos aquellos que tengan tantas ganas de ver a Natalie de nuevo en acción como yo, un pequeño aperitivo: este bonito vídeo-clip que ha rodado recientemente a las órdenes de Paul McCartney junto con Johnny Depp (quien, por cierto, también cumple años hoy). ¡Deberían meterla en la cárcel por ser tan guapa y fotogénica!



miércoles, 6 de junio de 2012

...y a Herb Reed

Reed (izq.) con la formación más clásica de The Platters
Pues parece que las noticias tristes nunca vienen solas: si en mi faceta de fan de la literatura y el cine fantásticos me toca despedir a Ray Bradbury, en la de aficionado a la música de los 50 he de decir también adiós a Herb Reed, el último componente vivo de la formación más clásica de los legendarios The Platters (que no de la original, como han comunicado las noticias, y de la que me consta que todavía sigue en pie algún que otro componente). Reed estuvo en el grupo desde su creación en 1953, propuso el nombre, y compartió el mejor momento, en los dorados 50, con el maravilloso Tony Williams, Zola Taylor, David Lynch, Paul Robi y Alex Hodge. Era la voz baja del quinteto.

En la interminable batalla sobre los derechos a usar el nombre del grupo que ha tenido lugar en las últimas décadas, Herb fue el ganador durante algunos años, entre 1997 y 2002. Nos dejaba el pasado lunes a los 83 años.

Adiós a Ray Bradbury

Pues parece ser que, por desgracia, nuestro apreciado Ray Harryhausen tendrá un cumpleaños agridulce a finales de este mes, ya que su tocayo y querido amigo desde hace casi ocho décadas, Ray Bradbury, nos dejaba ayer a los 91 años. Nacido en Waukegan, Illinois, EE.UU., el 22 de agosto de 1920, Bradbury se erigió en uno de los grandes titanes de la literatura de ciencia ficción del siglo XX con clásicos como Farenheit 451, Crónicas marcianas o El carnaval de las tinieblas, todas ellas llevadas a la pequeña o gran pantalla en alguna ocasión. Muchos de sus cuentos se adaptaron también a la televisión e incluso al cómic. Hace tan sólo tres años publicaba su última novela, Ahora y siempre.

Mi interés por el autor y su obra –he de admitir que un tanto indirecto– me viene precisamente por mi afición al cine y a Harryhausen –es imposible escindir las carreras y vidas de estos dos genios– ya que, aunque soy un asiduo lector de libros, no estoy especialmente interesado en el género que más cultivó Bradbury. Suyos he leído la novela Cementerio para lunáticos y unos pocos cuentos.

Tristemente, aquel mágico triángulo de amigos y paladines del Fantástico que los dos Rays formaban junto al gran Forrest J. Ackermann (fallecido en 2009) se ha roto para siempre...


martes, 5 de junio de 2012

Un regalo para Ray Harryhausen...

Se acerca el 92 cumpleaños de Ray Harryhausen y desde las  páginas Facebook y Twitter de la Fundación Ray & Diana Harryhausen se está intentando que Google le dedique al artista su "Google Doodle" (el logo que sale arriba del buscador https://www.google.es/) en esa señalada fecha el próximo día 29.

Os agradecería que ayudarais a hacerle este regalo a un hombre cuyo legado nunca será lo suficientemente reconocido.

Sólo debéis seguir estos sencillos pasos: 
1-Mandáis un e-mail a: proposals@google.com
2-Asunto: Harryhausen Doodle Google
3-Texto:
Dear Sirs,
I want to support the proposal of a Ray Harryhausen Google Doodle for the next June 29th (his 92 birthday). He is such an extraordinary personality in movies and art that certainly deserves such an honor.
Thanks,

(vuestro nombre)

¡Muchas gracias a todos!
http://rayharryhausenblog.blogspot.com.es/

lunes, 4 de junio de 2012

El hombre de Laramie

Si, de entre los westerns que más me gustan, sobresalen sobre todo los rodados en Hollywood en los años 50, de entre estos destacan especialmente para mí aquellos en los que participó el gran James Stewart, y no fueron pocos ni malos: Colorado Jim, Horizontes lejanos, Winchester 73, Tierras lejanas, Flecha rota, etc, etc… Stewart, además, ha intervenido en algunas de mis comedias favoritas y en varios de mis filmes preferidos del maestro Hitchcock, por lo que creo que es evidente que tengo a este actor en un pedestal muy, muy alto. Era un hombre muy especial que supo demostrar que se podía triunfar en el cine sin un físico necesariamente apuesto ni poderoso, a base de naturalidad y sencillez.

El otro día redescubrí mi DVD de El hombre de Laramie (The Man from Laramie, 1955) y, aunque ya he visto la película de Anthony Mann en varias ocasiones, decidí hacerlo una vez más. Es difícil cansarse de ver cosas como esta. Nos cuenta la historia de un militar que llega al pequeño pueblo perdido de Coronado con el pretexto de llevar un cargamento. En realidad, está buscando al hombre que vendió rifles a los indios que exterminaron el convoy en el que viajaba su hermano menor. En los alrededores del pueblo reside el clásico cacique que, con mano de hierro, se ha hecho el amo de la región (Donald Crisp), su consentido hijo (Alex Nicol), y su capataz (Arthur Kennedy), que naturalmente le pondrán las cosas difíciles al protagonista. Por suerte, también contará con la ayuda de la dueña de la tienda local (Cathy O´Donnell), de la propietaria de otro rancho (Aline MacMahon) y de su compañero de viaje (Wallace Ford)… No es un argumento especialmente original dentro del género ni de la época, pero, qué narices, sale ese gran caballero de la pantalla que fue James Stewart y sobra…

viernes, 1 de junio de 2012

Anónimos populares: Brian Cox

El escocés Brian Cox –que hoy precisamente cumple 66 años– bien podría ser el perfecto ejemplo del “anónimo popular”: un destacable actor con casi cincuenta años de carrera y cerca de doscientos trabajos cuyo rostro puede resultar familiar para algunos espectadores, pero cuyo nombre les es seguramente desconocido. Nadie parece recordar que él fue el primer Hannibal Lecter cuando, en 1986, Michael Mann llevó por primera vez al cine la novela El dragón rojo (con el título de Hunter). Pero, además de participar en aquel film que no tuvo mucho éxito en el momento de su estreno, Cox se ha construido una solidísima trayectoria que comenzó principalmente en televisión durante los años 60 y 70 y cuya faceta cinematográfica prácticamente no despegó hasta los 90. Probablemente no me fijé con atención en él hasta verlo en el telefilm Los juicios de Nuremberg (donde está estupendo como Hermann Göring) y, poco después, en X-Men 2 y Troya, pero hay muchos otros títulos en lo que le he visto, entre ellos: Agenda oculta, Rob Roy y su “oponente” Braveheart, Memoria letal, El coleccionista de amantes, The boxer, Medidas desesperadas, El misterio del collar, El caso Bourne, El misterio de Wells, El color de la venganza, El mito de Bourne, Match Point, Zodiac o, más recientemente, Red (2008: no confundir con la de Bruce Willis). Y para este año y el que viene ya tiene siete estrenos programados. ¿He dicho ya lo de la sólida trayectoria? Ved si es verdad…