"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

miércoles, 1 de noviembre de 2017

El cine de octubre

Aunque con altibajos, uno de los meses más destacables de 2017 a nivel de visionados cinematográficos, sencillamente porque ha contado con la que es de momento mi película favorita del año junto a –y posiblemente por encima de– La ciudad de las estrellas: me estoy refiriendo a Blade Runner 2049 de Denis Villeneuve, que volví a repetir seis días después de acudir al estreno. Que una película me cautive o me interese tanto como para repetirla tan seguida (aunque la segunda vez fue gratis) creo que ya lo dice todo, aunque detallé un poco más mi opinión sobre ella en la reseña que hice el mes pasado. Pese a lo que pueda parecer, conste que no siento especial simpatía por Ryan Gosling, a pesar de que haya protagonizado mis dos cintas preferidas de año.

El resto de películas de octubre son variopintas tanto en calidad como en género o temática: Darren Aronofsky me sigue pareciendo, sin duda, un director diferente e interesante, y su última y controvertida obra, Madre!, me resulta lo suficientemente interesante durante buena parte de su metraje. Creo que, de haberse comedido su autor y no haber ofrecido el truculento y desbocado final, la película hubiese sido mucho más redonda y destacable.

Lo más flojo del mes llega con El muñeco de nieve de Tomas Alfredson, thriller cliché repetitivo y anodino que no logra salvar ni su atractivo reparto. Thor: Ragnarok, dirigida por Taika Waititi entretiene, pero resulta una fruslería millonaria tan espectacular a nivel visual como vacía de contenido o de carga dramática. La trilogía del superhéroe nunca me ha parecido muy buena, pero en sus inicios prometía algo más. Por desgracia, parece que Marvel está cada vez más decidida a embadurnar de humor pueril sus adaptaciones de cómics, y al tomar esa decisión corren el riesgo de perderme como futuro espectador, pues precisamente lo que busco son películas más serias sobre este subgénero, algo que la productora sólo ha logrado con la saga del Capitán América. También acepto que, seguramente, este tipo de productos están destinados a un público más joven.

Octubre termina con La cordillera. Desde hace algún tiempo sigo la trayectoria de Ricardo Darín, un actor que me parece admirable y que tiene algunas joyas en su filmografía, pero los dos largometrajes suyos que he visto este año (el otro fue Nieve negra) no me han parecido precisamente destacabales. En concreto, esta última película de Santiago Mitre me resulta aburrida, algo pretenciosa y mal estructurada (o estructurada de una manera muy rara), y en general decepcionante.

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