"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

jueves, 30 de noviembre de 2017

(De nuevo) Adiós a los Cines Aragón

Hace dos años, los amantes del cine de Valencia capital y alrededores recibían con alegría la noticia de la reapertura de los Cines Aragón, que habían cerrado sus puertas en 2006. La cooperativa La Cinemista emprendió la aventura de gestionar de nuevo el local apostando por un cine diferente, más difícil o imposible de ver en las salas de proyección del resto de la ciudad, tanto doblado como en V.O. y a precios populares; incluso se repusieron algunas películas “antiguas” a través de la plataforma youfeelm y también se ofrecieron interesantes actividades como presentaciones especiales de largometrajes, documentales y cortos con asistencia de sus creadores y participantes o el festival de cine de terror Paura. Nada de esto ha bastado para que la valiente iniciativa cultural despegue, y hoy 30 de noviembre, por desgracia, la dirección de los Aragó Cinema dirá adiós a su aventura empresarial, y los cines volverán de nuevo a quedar a oscuras, en silencio y vacíos.

Poco se puede decir que no se haya dicho ya respecto a la penosa situación del cine y de la cultura general en este país, y realmente se pregunta uno si tiene algún sentido lamentarse más y seguir haciendo mala sangre, así que me despido de este cine que volvemos a perder con un pequeño homenaje en imágenes (fotografías propiedad de Aragó Cinema).





viernes, 24 de noviembre de 2017

Et voilà!

Un paso totalmente insignificante para la humanidad, pero muy grande para este hombre… A pesar de tratarse de un proyecto tan humilde (tan sólo 75 ejemplares), para mí significa muchísimo, así que no puedo si no dar las gracias de corazón a todos y cada uno de los que han ayudado a que se haga realidad. Cuentos sombríos llegó ayer a mi casa y ya está casi toda la tirada agotada. Ahora, ¡a esforzarse para que el segundo volumen salgo pronto!


sábado, 18 de noviembre de 2017

Reedición doméstica de "El profesional"

Reedición de Divisa
Pequeña decepción con la reedición en DVD/Blu-Ray de El profesional (Léon), de Luc Besson por parte de Divisa: al contrario de lo que habían informado erróneamente algunas webs, no se trata de la versión original para cines de 109 minutos, sino de la versión extendida comercializada posteriormente de 133 minutos. Ya había visto este montaje y creo que no añade interés a la película; muy al contrario, le quita totalmente cualquier misterio o ambigüedad que pudiera haber en la relación entre los dos personajes principales, Mathilda y Léon, con lo que para mí pierde bastante gracia. Casi siempre prefiero todo aquello que se sugiere y deja escoger al espectador antes que lo que se expone de manera claramente explícita, y no soy tampoco muy amigo de todas estas versiones extendidas y nuevos “montajes del director” que no buscan sino revender un producto limpiándole un poco la cara y actualizándolo para nuevas generaciones. Visto lo visto, y puesto que ya había encargado la película creyendo que sería la original, he preferido finalmente cambiarla por la edición de la FNAC, que por el mismo precio te da el DVD y el Blu-Ray. En realidad ya tenía la versión estrenada en cines en un DVD editado en 2003 por Buena Vista Home Entertainment que compré de segunda mano, pero me hubiera gustado tenerla también en Blu-Ray. No soy muy dado a este último formato doméstico, pero hago excepciones con algunas películas.

Las dos versiones que poseo: DVD de Buena Vista y DVD+Blu-Ray de FNAC/Divisa

El profesional se ha convertido con el tiempo en un largometraje muy especial para mí. Ya me gustó bastante cuando lo vi de estreno en 1995 en el desaparecido Cine Marvi de mi ciudad. La principal razón de verlo entonces era la presencia de un actor que me fascinaba por aquella época (y sigue haciéndolo en ocasiones): Gary Oldman. Pero la cinta de Luc Besson me reservaba una agradable sorpresa: como tantos otros, salí del cine prendado del personaje de aquella chiquilla descarada que fumaba y quería ser asesina a sueldo; Natalie Portman me había atrapado de por vida. Seguí sus trabajos –al principio pausados y discretos– año tras año, primero con simple curiosidad, después ya con creciente interés, hasta que acabé totalmente embelesado por la actriz, mi favorita en el panorama cinematográfico actual hoy en día y desde hace mucho tiempo. Por eso, volver a ver su bautismo de fuego profesional a posteriori se convierte en una experiencia todavía más entrañable.

Durante algún tiempo se especuló con una continuación de la cinta con Mathilda ya adulta; algunas fuentes confirmaban que la propia Natalie estaba interesada en interpretarla, mientras que en otras entrevistas la actriz aseguraba que le encantaría volver a trabajar con el director francés, pero que no quería protagonizar dicha secuela. En cualquier caso, el proyecto de una continuación de El profesional, parece ser que por problemas de derechos, acabó reconvertido en Colombiana (Olivier Megaton, 2011), en donde Zoe Saldana interpreta un personaje que claramente es una Mathilda poco disimulada. Lástima que no pudiera ser como Besson lo había concebido inicialmente, con la actriz del film original

La filmografía posterior de este director no ha logrado captar mi interés; muy al contrario, me parece en general bastante mediocre, pero esta obra suya de hace ya veintisiete años siempre tendrá un lugar de honor en mi filmoteca. ¿Cómo olvidar que me descubrió a un tesoro de mujer?

La reciente reedición estadounidense de la película, con extras, versiones original y extendida y libreto. ¿Por qué no nos llegan estas cosas aquí?

martes, 14 de noviembre de 2017

¡Portada definitiva de "Cuentos sombríos"!

Con gran entusiasmo os presento la cubierta definitiva de mi libro, Cuentos sombríos, que debería estar listo en cosa de un par de semanas. Me quedan aún disponibles 9 de los 75 ejemplares de esta humilde tirada. Si queréis saber más sobre este proyecto, podéis hacerlo en el enlace: http://cuentossombrioslibro.blogspot.com.es/



jueves, 9 de noviembre de 2017

Roy Orbison: Alma de Rock & Roll

Hace algo menos de dos años aparecía el que, o mucho me equivoco, o fue el primer libro de Roy Orbison publicado en España, Conexión Orbison, de Federico Navarro. En aquel momento, eché un vistazo por encima al volumen y tuve la impresión de que pecaba un poco de ingenuo; no me convenció demasiado, pero lo anoté en mi “wishlist” con la idea de adquirirlo en un futuro, cosa que aún no he hecho. A finales del pasado verano aparecía un segundo trabajo sobre el genial cantante tejano: Roy Orbison: Alma de Rock & Roll, esta vez firmado por Juan Pedro Guerrero y publicado por Editorial Milenio. La nueva propuesta me pareció más prometedora, y me decidí a adquirirla al poco de su publicación. Normalmente devoro las biografías sobre actores y músicos; suelen resultarme enormemente atractivas y adictivas, y esta no ha sido una excepción, y sus cerca de 400 páginas ya han pasado por mis ojos en unos pocos días.

Es el de Guerrero un gran trabajo de documentación y recopilación que, de manera amena, nos cuenta, claro está, la vida del músico al que está dedicado y la de sus allegados, sus éxitos, sus no pocos infortunios, y los altibajos de su magnífica carrera y sus inolvidables éxitos dentro del pop y del rock. El autor parece especialmente interesado en matizar esa especie de leyenda nefasta que rodeó al músico en vida, e incluso insiste en ella después de su muerte, algo que personalmente considero innecesario, pero esto es sólo una cuestión de gusto personal.

Roy Orbison es uno de mis grandes cantantes favoritos desde que comencé a oírle en 1986, en una cinta de casete comprada en el Discoplay que todavía conservo. Su muerte tan sólo dos años después de que entrara por la puerta grande en mi Olimpo musical fue un golpe muy duro para mí. Por fin, casi treinta años después de su marcha, el lector español puede optar, no sólo a una, sino a dos biografías sobre él. Iba siendo hora…

miércoles, 1 de noviembre de 2017

El cine de octubre

Aunque con altibajos, uno de los meses más destacables de 2017 a nivel de visionados cinematográficos, sencillamente porque ha contado con la que es de momento mi película favorita del año junto a –y posiblemente por encima de– La ciudad de las estrellas: me estoy refiriendo a Blade Runner 2049 de Denis Villeneuve, que volví a repetir seis días después de acudir al estreno. Que una película me cautive o me interese tanto como para repetirla tan seguida (aunque la segunda vez fue gratis) creo que ya lo dice todo, aunque detallé un poco más mi opinión sobre ella en la reseña que hice el mes pasado. Pese a lo que pueda parecer, conste que no siento especial simpatía por Ryan Gosling, a pesar de que haya protagonizado mis dos cintas preferidas de año.

El resto de películas de octubre son variopintas tanto en calidad como en género o temática: Darren Aronofsky me sigue pareciendo, sin duda, un director diferente e interesante, y su última y controvertida obra, Madre!, me resulta lo suficientemente interesante durante buena parte de su metraje. Creo que, de haberse comedido su autor y no haber ofrecido el truculento y desbocado final, la película hubiese sido mucho más redonda y destacable.

Lo más flojo del mes llega con El muñeco de nieve de Tomas Alfredson, thriller cliché repetitivo y anodino que no logra salvar ni su atractivo reparto. Thor: Ragnarok, dirigida por Taika Waititi entretiene, pero resulta una fruslería millonaria tan espectacular a nivel visual como vacía de contenido o de carga dramática. La trilogía del superhéroe nunca me ha parecido muy buena, pero en sus inicios prometía algo más. Por desgracia, parece que Marvel está cada vez más decidida a embadurnar de humor pueril sus adaptaciones de cómics, y al tomar esa decisión corren el riesgo de perderme como futuro espectador, pues precisamente lo que busco son películas más serias sobre este subgénero, algo que la productora sólo ha logrado con la saga del Capitán América. También acepto que, seguramente, este tipo de productos están destinados a un público más joven.

Octubre termina con La cordillera. Desde hace algún tiempo sigo la trayectoria de Ricardo Darín, un actor que me parece admirable y que tiene algunas joyas en su filmografía, pero los dos largometrajes suyos que he visto este año (el otro fue Nieve negra) no me han parecido precisamente destacabales. En concreto, esta última película de Santiago Mitre me resulta aburrida, algo pretenciosa y mal estructurada (o estructurada de una manera muy rara), y en general decepcionante.