"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

jueves, 28 de noviembre de 2013

Replanteándose el blog: ¿paréntesis o fin?

Después de casi cuatro años he llegado a un punto en que he dejado de sentir  inspiración, motivación e interés por seguir con este blog. El espíritu y propósito inicial de este espacio virtual y personal parece haberse diluido en las aguas del tiempo, y en los últimos meses apenas he rellenado sus páginas con unas pocas reseñas de películas. El cine es, de hecho, prácticamente la única temática que trato desde hace mucho , cuando en un principio mi intención era mezclar muchos otros temas en este Castillo, entre ellos, la música. El interés mostrado por posibles e hipotéticos lectores también ha disminuido enormemente en los últimos años y, aunque siempre he dicho y sigo manteniendo que escribo y compongo este blog principalmente para mi satisfacción personal, es bien cierto que todo el mundo agradecemos que se reconozca de alguna manera nuestro trabajo, que alguien le dedique un poco de atención y tenga unas palabras de ánimo al respecto. ¡Incluso prefiero que me lleven la contraria si eso implica que alguien me envía un comentario!

Expuesto esto, dejo de momento de escribir en el blog, aunque seguramente no sea definitivo y las musas se dignen a inspirarme en un futuro cercano. Una persona tan inquieta como yo no puede estar mucho tiempo parada (de hecho, sigo con mi otro blog, http://ludotecaruthwen.blogspot.com.es/) y posiblemente antes de lo que imagino esté de vuelta por aquí. Eso sí: seguramente lo haga con entradas más esporádicas, pero más largas, como hacía en un principio y como prefiero antes que con reseñas breves ("Cartelera Ruthwen") o secciones tipo "Anónimos populares", que ideé con el fin de darle un nuevo aire al blog, pero que no han acabado de satisfacerme porque pienso que no son demasiado originales y hacen que este blog acabe siendo como muchos otros que hay en la red y que se dedican a tareas parecidas....

En fin, nos vemos pronto...

jueves, 21 de noviembre de 2013

Intermezzo

La moda de lo que yo he dado en llamar “remakes inmediatos” de Hollywood (nuevas versiones de películas que se acaban de producir y estrenar en otros países, véase mi entrada al respecto) no es nada nueva y, ya en 1939, el director Gregory Ratoff y la Selznick Internacional Pictures deciden filmar la versión estadounidense de Intermezzo, película que Gustaf Molander había estrenado en Suecia tan sólo tres años antes. Narra la breve historia de amor entre un aclamado violinista, casado y con hijos, y la joven pianista que da clases a la hija de éste. Es un melodrama que, en su variante americana, me resulta algo soso e inconsistente, pero al que le encuentro un tremendo mérito: y es que los artífices de este remake consideraron que no podrían hacerlo sin la actriz del original, y con ello decidieron importar a la divina Ingrid Bergman a la Meca del Cine para que repitiera el papel que ya había hecho en su tierra (con Leslie Howard sustituyendo a Gösta Ekman). Con esta decisión aportaron a la Historia del 7º Arte a una de sus más admiradas y queridas actrices, futura protagonista de películas como Casablanca, Luz que agoniza, Encadenados, Recuerda y tantas otras, así que, ¡gracias, señores Ratoff y O´Selznick!

jueves, 14 de noviembre de 2013

En sus zapatos

Película dirigida en 2005 por Curtis Hanson basada en la novela homónima (In Her Shoes) de la escritora estadounidense Jennifer Weiner y con un trío protagonista que me parece estupendo y muy bien dirigido. Se centra en la difícil relación de dos hermanas, Maggie (Cameron Diaz), una chica irresponsable e inmadura a la que no le duran los empleos y que explota su físico para conseguir sus propósitos, y Rose (Toni Colette), por el contrario abogada de éxito centrada en su trabajo y con problemas de autoestima. Un incidente entre las dos provocará un importante cambio en sus vidas. Es en ese momento cuando el largometraje gana muchos enteros con la aparición de Shirley MacLaine, abuela de las chicas. Sus escenas con Cameron –y en general toda la parte que transcurre en la residencia de ancianos– me parecen estupendas.

lunes, 11 de noviembre de 2013

La mejor oferta

Una de las muchas películas cuyo estreno en sala cinematográfica me he perdido este año. Su paso por los cines españoles debió ser visto y no visto. Desde luego, a los de mi ciudad no llegó; no sé si lo haría a los de la capital de mi provincia.

En La mejor oferta (La migliore oferta), el actor australiano Geoffrey Rush se pone a las órdenes del italiano Giuseppe Tornatore para rodar un drama con elementos de thriller en el que interpreta a un experto en antigüedades solitario y maniático que un día recibe la llamada de una chica que quiere subastar los muebles y cuadros de la enorme villa de sus padres fallecidos. La muchacha resulta ser una agorafóbica que lleva quince años sin salir de la casa y que evita el contacto con otras personas, comunicándose con ellas únicamente a través de las paredes de una habitación. El subastador se verá inevitablemente atraído por ella, lo que dará pie a una peculiar relación entre los dos personajes.

Para mi es siempre un gran placer disfrutar de los trabajos de Rush, sin lugar a dudas el actor que más me gusta del cine moderno desde que lo descubrí en Los miserables de Bille August hace casi quince años. Me parece un artista inmenso que tiene una presencia en pantalla magnética y fascinante y con el que se demuestra claramente que fotogenia y belleza física no tienen que ir necesariamente unidos (porque a mí me parece un hombre más bien feo). Además de a Sylvia Hoeks, que interpreta a la chica agorafóbica, encontramos en papeles secundarios a Jim Sturgess y al veterano Donald Sutherland, para quien parece no pasar el tiempo… 

domingo, 10 de noviembre de 2013

Thor: El mundo oscuro

Primera y muy esperada ocasión que tengo de volver a ver en pantalla grande a mi actriz favorita del cine actual, Natalie Portman, que nos tiene a los fans desamparados desde hace más de dos años. Empezaré esta reseña diciendo que pasé la proyección de Thor: El mundo oscuro rodeado de post-adolescentes parlanchines que no paraban de consultar sus móviles, con lo cual me fue imposible concentrarme en la película y disfrutarla debidamente. Digo esto porque, en esas lamentables circunstancias, mi apreciación del nuevo trabajo de Alan Taylor puede no ser exacta ni estar juzgada con la suficiente equidad. No obstante, la impresión que me queda es la de que en la secuela del héroe del martillo, el director ha decidido primar una innegable espectacularidad y ciertas dosis de humor sobre el elemento dramático que yo creo que, bien condimentado y proporcionado, es esencial y hace buena una película de superhéroes. Combates y enfrentamientos a mansalva con rayos láser, naves voladoras y cañones (a veces tiene uno la sensación de estar viendo una película de Star Wars, cuando espera una ambientación de Asgard más “medieval”) y esos comics reliefs que Hollywood parece empeñado en meternos a toda costa, como si el espectador no pudiera soportar un drama fantástico sin aligeramientos en su tono (véase el gran y claro ejemplo de la trilogía Batman de los Nolan) le restan para mí solidez a este largometraje. Sin parecerme un film especialmente destacable, creo que me gustó más la primera parte rodada por Kenneth Branagh. Claro que, como he dicho, tampoco pude ver esta continuación en condiciones adecuadas, así que es posible que hasta vuelva a darle otra oportunidad…

jueves, 7 de noviembre de 2013

Un plan perfecto

Película que ya vi en su estreno cinematográfico el pasado febrero y que me apetecía revisitar ahora que aparece en formato doméstico. Se trata de una –a falta de un término menos recurrido– simpática comedia que dirige el estadounidense Michael Hoffmann y que avalan los hermanos Coen, que firman el guión. Es, a su vez, un remake de Ladrona por amor (Gambit), dirigida en 1966 por Ronald Neame y entonces protagonizada por Michael Caine y Shirley MacLaine. En esta nueva versión, los actores principales son Colin Firth y Cameron Diaz, el primero, un experto en arte que decide engañar a su despótico jefe (Alan Rickman) vendiéndole un falso cuadro de Monet, la segunda, una vaquera tejana que el otro contrata para dar solidez a su estafa. En papeles secundarios encontramos también a Tom Courtenay y a Stanley Tucci.

Se pasa un rato divertido viéndola –impagables las escenas con los conserjes del hotel– y hasta tiene cierto aire a comedia de los 60, sensación que refuerzan los simpáticos títulos de crédito y, sobre todo, la música de Rolfe Kent. Los que estamos coladitos por su actriz principal creo que todavía la disfrutamos más…