"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

sábado, 30 de marzo de 2013

Anónimos populares: Jodelle Ferland

Esta joven actriz canadiense, cuyo nombre completo es Jodelle Micah Ferland, parece haberle cogido el gusto a los personajes excéntricos, lúgubres o traumatizados, así como cierta afinidad al cine fantástico y de terror, género en el que hemos podido verla, entre otros títulos, en Silent Hill (donde yo personalmente la descubrí), la estrafalaria Tideland, Ellos, The Messengers, El hombre de las sombras, la saga Crepúsculo o The Cabin in the Woods, mi último encuentro con ella. Sorprende su larguísima filmografía a tan corta edad (nació un 9 de octubre de 1994), pues la chica comenzó a los 5 años en la televisión y dio el salto a la pantalla grande poco después en 2002.

Pese a lo que cabría pensar por el tipo de papeles que tan a menudo interpreta, Jodelle no es una persona de físico desagradable o especialmente idóneo para ellos: a sus 18 años se ha convertido en una atractiva mujercita que perfectamente podría optar a otra clase de trabajos en géneros diferentes a aquellos en los que parece estar quedándose encasillada. Que poca imaginación tiene Hollywood…

lunes, 25 de marzo de 2013

Coriolanus

En 2011 el actor Ralph Fiennes se pone por primera vez antes las cámaras para dirigir Coriolanus. Las distribuidoras españolas tuvieron a bien estrenar esta película en nuestro país con cerca de dos años de retraso con respecto a casi todo el resto del mundo, y lo hicieron con tal sabiduría que llegó a los cines y al formato doméstico el mismo día, en el primer caso sólo en V.O. Esto propició que me fuera prácticamente imposible a mí y supongo que a medio país poder optar a ver la película en pantalla grande. Contra todos estos datos ya despotriqué sobradamente en mi artículo de enero Coriolanus frustrado, o Nuevas formas de adelantar el fin de las salas cinematográficas.

El pasado fin de semana me decidí por fin –qué remedio– a conformarme con ver el largometraje con las limitaciones del insuficiente aparato de televisión. La opera prima de Fiennes, es, como podrán imaginar los interesados en la literatura clásica inglesa, una adaptación al cine de la obra de teatro homónima de William Shakespeare inspirada a su vez en el general romano del siglo V a.C. Cayo Marcio Coriolano. En la tragedia original, Coriolano es desterrado de Roma tras numerosas victorias militares debido a intrigas políticas y acaba aliándose con su enemigo, el general volsco Tulo Aufidio, para asaltar su propia ciudad. La película respeta la estructura de la obra original y hasta los textos (está en verso), con la salvedad de que está trasladada a una Italia actual pero ficticia. El film es un curioso experimento en el que a la obra teatral se le da forma cinematográfica e incluso televisiva –algunos pasajes transcurren en noticiarios y programas– que puede chocar sin duda al espectador medio y que satisfará principalmente a los fans de Shakespeare (o, cuanto menos, les llamará la atención). Lo mejor de ella es para mí su reparto prácticamente impecable que por supuesto encabeza el propio Fiennes, un actor que siempre me ha caído muy bien desde que lo descubrí en La lista de Schindler, y al que respaldan el simpático Gerard Butler, la pelirroja de moda Jessica Chastain, y veteranos tan estupendos como Brian Cox o la admirable Vanessa Redgrave.

A ver si tenemos más suerte con la nueva obra de Ralph, The Invisible Woman, y podemos disfrutarla en pantalla cinematográfica…

12ª edición de El Juego del Cine

El próximo 3 de abril a las 22.00 horas comienza la nueva edición (la número doce) de El Juego del Cine, del que ya he hablado en alguna que otra ocasión en las virtuales páginas de este blog.

Basado en una iniciativa francesa que lleva muchos años online, se trata de un concurso para amantes del 7º Arte en el que, resumidamente, hay que descubrir películas a partir de un fotograma, vídeo o pista sonora dentro de un plazo de tiempo. Localizar estos filmes otorgará a los participantes (que pueden ser equipos o individuos) cierta cantidad de puntos y, al final de la edición, el ganador será naturalmente el que haya obtenido la mayor cantidad de estos. Ganar la edición no proporciona más premio que el poder organizar la siguiente, lo cual es muy divertido.

Yo conocí este juego hace poco más de un año a través de un compañero bloggero, fui invitado a participar con su equipo, Los Fancinerosos, en la 10ª edición, y tuvimos la suerte de resultar vencedores, con lo que organizamos la siguiente el pasado otoño (también participamos en la última edición francesa hace unos meses). Ahora, los ganadores de nuestra edición, el equipo Los Histéricos Inquilinos, da comienzo al doceavo juego en la fecha indicada en el primer párrafo. Cualquier interesado puede apuntarse a este simpático y cinéfilo divertimento escribiendo a: doce-monos-el-juego@googlegroups.com. Encontraréis más información en la sección "Manual de Supervivencia" de la página oficial: http://juego12monos.blogspot.com.es/. ¡Animaos!

sábado, 23 de marzo de 2013

The Cabin in the Woods

Curiosa cinta de terror en la que encontramos elementos de Posesión infernal, Almas de metal, CubeDestino oculto y hasta de las historias de H.P. Lovecraft. El estreno en salas de nuestro país fue cancelado el año pasado a última hora debido a diversos problemas y muchos nos quedamos con ganas de verla en pantalla grande, algo que parece que se está convirtiendo ya en una tendencia tan repetitiva como detestable…

Nos cuenta la historia de cinco amigos que van a pasar unos días en esa recóndita cabaña del bosque que le da título y se ven acosados por una familia de resucitados. Hasta aquí, la película no tendría nada de original si no fuera porque desde el primer momento, estamos viendo que, desde unas inmensas instalaciones, una serie de técnicos y operarios están manejando todos los eventos y percances que acaecen sobre el desafortunado grupo valiéndose de un vasto despliegue tecnológico. La intriga se mantiene hasta llegar a un desasosegante pero interesante final en el que comprenderemos qué es lo que está pasando realmente. La dirigió el norteamericano Drew Goddard en 2011, y en el reparto destacan el interesante Richard Jenkins, el atlético y muy de moda Chris Hemsworth y la veterana Sigourney Weaver

lunes, 18 de marzo de 2013

Cualquier parecido con la realidad…

…es pura coincidencia. ¡Con los biopics hemos topado! Y, si intentamos llevar al cine la vida y la obra de personas que han existido en la realidad… ¿cuán veraces y fidedignos a ellas debiéramos ser? ¿Hasta qué punto se debe edulcorar o suavizar una biografía fílmica? ¿No deberíamos de buscar a los actores y actrices que más se parezcan a los personajes a los que queremos revivir en la pantalla? En los casos de los músicos, ¿no se debería respetar su trabajo en lugar de hacer que lo grabaran otros?... Aunque, por otro lado, ¿sería el Cine lo que es si no embelleciera e idealizara las vidas de todos estos personajes? ¿O resultarían estas películas quizá anodinas y aburridas?

Dudas que me asaltan a menudo, aunque para algunas creo tener clara la respuesta. En todo caso, el motivo que ha dado pie a este pequeño álbum pictórico es precisamente el comprobar y verificar el escaso parecido que ha habido entre personajes de la vida real y los actores que les han representado en la pantalla. Pasen y vean…

J.M. Barrie, el inmortal autor de Peter Pan, era un hombre menudo que apenas superaba el metro cincuenta, de cabeza algo desproporcionada y exuberante mostacho. Pero cuando Hollywood decidió llevar una parte de su vida al cine (la película de 2004 Descubriendo Nunca Jamás) decidió encandilar al público los más atractivas rasgos de Johnny Depp e incluso prescindir del clásico bigote del autor escocés.

Varias son las ocasiones en las que se han llevado las andanzas de Butch Cassidy al cine, aunque posiblemente la más conocida sea Dos hombres y un destino, de 1969. En ella, las facciones algo rústicas de este forajido unicejo y de mandíbula exagerada fueron sustituidas por las del galán Paul Newman.

Pese a que hay que reconocer el esmerado trabajo de caracterización que los maquilladores y peluqueros de En la cuerda floja (2005) realizaron con Joaquin Phoenix, encontrarle un parecido claro con el mito del country Johnny Cash es complicado. Cash era medio indio, su rostro tenía varias cicatrices y estaba bastante ajado para su edad incluso cuando empezó a triunfar en los años 50. Phoenix se me antoja bastante más guapo que el músico por mucho que se esfuerce en parecérsele y ni siquiera el color de los ojos coincide. Lo peor es que decidiera cantar él mismo con sus limitadas dotes musicales…

El clásico Cornel Wilde interpretaba a Frédéric Chopin en una de las películas más famosas sobre el legendario pianista, Canción inolvidable, de 1944. Pero, lejos de intentar recrear el aire melancólico y forzosamente cansado del músico decimonónico o sus rasgos aguileños, el Hollywood de la época se empeñó en mostrarnos en la cinta a un Wilde de pelo corto, lustroso tupé y perpetua sonrisa.

Es posible que el gangster estadounidense John Dillinger fuera un poco más apuesto que la mayoría de personajes reales que hemos visto hasta ahora, pero tampoco acabo de encontrarle una semejanza clara con el guapo y aniñado Johnny Depp, que repite en esta selección y que lo encarnó en Enemigos públicos, cinta de 2009.

Hank Garland es sin duda uno de los más grandes guitarristas de su época, los años 50 –si no de todas las épocas–, pero su aspecto de hombre vulgar, prematuramente alopécico, no puede equiparse al del guaperas rubiales Waylon Payne, quien lo encarnó en la película de 2008 Crazy. Y no hablemos ya de la esposa de Garland, que en este largometraje es interpretado por la bellísima Ali Larter.

Antes de convertirse en Héroe de la Unión Soviética por su pericia como francotirador, el ruso Vasily Zaytsev era un sencillo pastor de los Urales que se manejaba bien con los fusiles. La verdad es que, con ese rostro de grandes orejas y cuadrada mandíbula, no es nada difícil imaginárselo entre cabras, con la boina en la cabeza y el bastón en la mano. ¡Hasta parece mañico! Sin embargo, cuando llegó el momento de llevar sus hazañas a la gran pantalla (Enemigo a las puertas, de 2001), se eligió a todo un sex-symbol del cine para que lo encarnara: el británico Jude Law.

Ni en el mejor de sus retratos a la Reina Victoria se le puede encontrar ningún parecido con la hermosa Emily Blunt: la regente era regordeta, enana, de ojos saltones y nariz aguileña… Nada que ver con el sensual rostro y la azul mirada somnolienta de la actriz, que lo único que tiene en común con el personaje que interpretó en La Reina Victoria de 2009 es su nacionalidad.

El joven estadounidense de origen mexicano Ritchie Valens tuvo una efímera carrera como cantante de rock en los años 50 antes de fallecer en un accidente con tan sólo 17 años. De complexión recia y con facciones que delataban claramente su origen indio, resulta un tanto inverosímil de ver reencarnado en el cuerpo y el rostro del más delgado y atlético Lou Diamond Phillips, actor que lo interpretó en el biopic de 1987 La Bamba.

La chica se ha empeñado en encarnarla en la gran pantalla, y puede que sea el gran error de su carrera: y es que Nicole Kidman pretende parecerse a la inolvidable Grace Kelly en la película de próximo estreno Grace of Monaco a pesar de que sus facciones deformadas por el bótox y la cirugía difícilmente se pueden equiparar a las de la que sin duda es una de las más bellas actrices de la Historia del Cine. Lo siento, pero no me cuela, Nicole…

Una voz bella no siempre va unida a un rostro bello. No tiene por qué, y no debería de condicionarnos a la hora de apreciar y admirar a un/a cantante. Y lo cierto es que difícilmente se puede decir de la mítica Patsy Cline que fuera una mujer guapa. Sin embargo, en el cine ha sido encarnada por actrices como Beverly D’Angelo (en Quiero ser libre, de 1980) o Jessica Lange (Dulces sueños, de 1985).

Los estadounidenses parecen empeñados en llevar a la gran pantalla a todos los delincuentes y forajidos de la historia de su país, pero la verdad es que, ni aún con la nariz postiza, se le puede encontrar mucho parecido al más fotógenico Sean Penn con el gangster Mickey Cohen, al que interpreta en la reciente Brigada de élite.

La admiración que siente por Audrey Hepburn llevó a Jennifer Love Hewitt a producir e interpretar un telefilme basado en la vida de la mítica actriz de Vacaciones en Roma, The Audrey Hepburn Story, pero lo cierto es que Hewitt, aún atractiva como es, dista mucho de parecerse a su ídolo (que también es el mío). El rostro de Audrey es demasiado peculiar y especial, y el cuerpo de Jennifer demasiado rotundo para poder encontrarse una semejanza razonable entre ambas. Y no hablemos ya de los actores que, en la película, dan vida a Mel Ferrer o a Gregory Peck…

No todo va a ser embellecer a personajes reales con actores atractivos, y para terminar vamos a ver el caso contrario: la preciosa Marion Cotillard se caracterizó hasta quedar irreconocible para interpretar a su poco agraciada compatriota, la inolvidable Edith Piaf en La vida en rosa de 2007. Fue la primera película en la que vi a la actriz, y quedé muy gratamente sorprendido al comprobar lo guapa que era en la realidad. ¡Que ojazos!

jueves, 7 de marzo de 2013

Ese impulso maravilloso

Continúo intentando completar la filmografía de la deliciosa Gene Tierney, aunque tengo la impresión de que algunos de sus trabajos no van a ser fáciles de encontrar. Tras visionar La ruta del tabaco, El embrujo de Shanghai, Infierno en la Tierra y -de nuevo- El diablo dijo no en estas últimas semanas, llego ahora a Ese impulso maravilloso (That Wonderful Urge, 1948), undécimo y último largometraje del director estadounidense Robert B. Sinclair antes de consagrarse definitivamente a la pequeña pantalla.

La cinta vuelve a reunir a Mrs. Tierney con el galán Tyrone Power, quien sería pareja de la actriz en varias ocasiones, honor sólo igualado por Dana Andrews y Vincent Price. Power interpreta a un periodista que la tiene tomada con una rica heredera (Gene), a la que considera una niña mimada que lo ha tenido todo en la vida y contra la que ha escrito varios textos vejatorios. Cuando, haciéndose pasar por otro hombre, la entrevista en persona, encuentra que la chica es mucho más interesante de lo que pensaba y decide escribir un artículo favorable sobre ella. La heredera, sin saber esto, descubre la mentira e inventa un supuesto matrimonio con el redactor para desprestigiarle. A partir de este comienzo algo aburrido, una película simpatiquísima en la que las dos estrellas clásicas se harán la vida imposible a pesar de que, por supuesto, ha surgido un flechazo entre ellas.

Me ha gustado mucho el papel de Gene Tierney aquí. Acostumbrados a verla en papeles dramáticos y melodramáticos, en Un impulso maravilloso se revela como una estupenda actriz de comedia y está divertidísima… 

¡No estoy chalado!

O, al menos, hay más como yo. Me he quedado bastante más tranquilo al leer las primeras líneas de este artículo sobre Carole André escrito por el periodista Javier Memba para la web Descubrir el Arte, en donde compruebo que no soy el único que bebe por los vientos por alguna que otra actriz.... bueno, unas cuantas... algunas decenas, vale...

Comienza con el siguiente párrafo, y el resto lo podéis leer pinchando en el enlace:
Todas son dichosas. Pero de cuantas tareas entraña la cinefilia, no hay ninguna tan grata como la de adorar a las actrices. Es un amor aún más platónico que aquellos no correspondidos, a menudo por ignorados, que tan plácido dolor causan en la adolescencia. Y lo es porque, a la postre, se trata de suspirar por una ilusión aún más excelsa que la que nos inspiraba aquella que nos hacía ruborizar al sorprendernos mirándola: la chica cuyo florecimiento a la feminidad, en el pupitre de al lado, nos interesaba mucho más que las declinaciones latinas y el no menos nefasto valor de Pi.