"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

viernes, 29 de septiembre de 2017

El cine de septiembre


Mejora un poco la calidad de lo visionado este mes en pantalla grande, cosa nada difícil habida cuenta del pésimo nivel de la mayoría de películas que vi en agosto. Para variar de tanto blockbuster hollywoodiense, empezamos con una española, La niebla y la doncella, de Andrés M. Koppel, que me resulta lo suficientemente entretenida y un respiro tras los penosos títulos vistos en las semanas previas.

A It de Andrés Muschietti acudo con cierta reticencia, que descubro era en vano, pues salgo sorprendido de su visionado, rememoro los tiempos ya muy lejanos en los que leía a Stephen King y veía las adaptaciones de sus novelas, y constato que es aún posible hacer cine de terror comercial medio decente. Además, creo que me han atrapado con eso del remember 80s (¡no a nivel musical!).

El resto de películas del mes me exigen desplazarme a otras localidades: estaba empeñado en ver Los misteriosos asesinatos de Limehouse, de Juan Carlos Medina por lo mucho que admiro a su actor principal, Bill Nighy, y por su ambientación en el Londres de finales del siglo XIX que tanto me fascina, pero salgo decepcionado de una cinta que encuentra un tanto insípida y con un ritmo y una estructura algo desatinados, quizá por pretender recrear demasiado fielmente la novela en que se basa. Esta película, al parecer de estreno limitado a nivel nacional, acudo a verla a los Aragó Cinemas, mi segunda visita al establecimiento tras su reapertura. Curiosamente tengo una nueva cita con los mismos cines a la semana siguiente para ver El resplandor de Stanley Kubrick, cuya proyección se ha conseguido mediante un evento youfeelm, pero al final no asisto a ella pese a haber comprado la entrada. No me importa esta pequeña pérdida económica y me alegra haber contribuido a que se reponga en un cine este clásico de los 80.

El mes acaba con Churchill, de  Jonathan Teplitzky, que ya comenté brevemente en un post de hace unos días. Brian Cox es otro actor al que admiro desde hace años y que nuevamente vuelve a brillar en este papel del Primer Ministro inglés. No sólo la mejor película del mes para mí, sino también una de las mejores de lo que llevamos de año, aunque curiosamente me tocó verla totalmente solo en una de las espaciosas salas de los Kinépolis.

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