"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

sábado, 22 de marzo de 2014

De desacierto en desacierto (Estrenos desesperados II)

Otro ejemplo de la mala gestión, el desacierto y el desatino -¿o es simplemente confusión comercial?– de las distribuidoras cinematográficas de nuestro país –siempre con la ayuda del apoyo a la cultura del gobierno español, por supuesto– se produce esta semana con el efímero estreno de Byzantium, cinta del siempre interesante director irlandés Neil Jordan aparecida inicialmente en 2012 en diversos festivales extranjeros y ya de manera normal en cines de todo el mundo hace cerca de un año. En un principio, las empresas de distribución de nuestra península decidieron no estrenar la película en salas de proyección. Más recientemente, Canal Plus y A Contracorriente anunciaron que sí lo harían: tan esperado día fue ayer, 21 de marzo de 2014. Pero, ¿qué ha ocurrido? Pues que también se ha decidido lanzar Byzantium en edición doméstica en DVD/Blu-Ray nada menos que el 26 de marzo, cinco días después de que llegue a la pantalla grande. Como consecuencia de esto, y de una manera totalmente lógica (más aún si tenemos en cuenta que ya circula por internet la película para descargar incluso doblada al castellano) la mayoría de locales cinematográficos nacionales han decidido no traer este film. Ayer, sólo algunas salas de Madrid y Barcelona, las grandes capitales del país, mostraban Byzantium en su cartelera. En Valencia, el largometraje de Jordan ha brillado por su ausencia y parece poco probable que llegue la semana que viene, cuando ya estará en los videoclubes de toda España y presumiblemente al alcance de toda persona con acceso a internet. Solamente cabe pensar en que se abra paso hasta alguna sala como los Babel, especialmente con lo de la inminente Fiesta del Cine a finales de mes, pero parece poco probable…

En fin, no puede uno más que quedarse cuanto menos consternado y bastante desconsolado por estas decisiones de marketing que parecen tan ciegas como incomprensiblesy, cuanto menos, manifestar su desacuerdo aunque sea a través de esta humilde plataforma que es un blog personal. Casos parecidos a este ya ocurrieron el pasado 2012 con títulos como Stoker, Coriolanus o Cabin in the Woods. Me pregunto si a las distribuidoras cinematográficas realmente les renta facturar copias (en celuloide o digitales) de una película que va a estar en los cines poco más de una semana…

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