"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

La venganza de Frank James

Llevaba ya un tiempo sin ver películas de un género que me gusta tanto como el western. Vuelvo, pues, a él, con The Return of Frank James, dirigida por el gran Fritz Lang en 1940, aunque he de admitir que ha sido la presencia de la exquisita Gene Tierney el principal aliciente para mí a la hora de decidirme por ver el film. De hecho, me he propuesto poco a poco acabar de completar toda la filmografía de la actriz. Este que revisamos fue, por cierto, su primer largometraje, cuando sólo contaba con 19 años.

Los hermanos Ford asesinan cobardemente a Jesse James. Su hermano Frank (Henry Fonda), que vive pacíficamente dedicado a las labores de la granja, no está dispuesto a dejar pasar por alto el crimen, que queda impune ante la ley, y vuelve a empuñar el revolver. Acompañado por el joven Clem (un simpático y adolescente Jackie Cooper) y ayudado por su ex-oficial en la guerra (Henry Hull) y una bella y decidida periodista (Tierney), deberá enfrentarse al corrupto entramado que ha urdido la muerte de Jesse, tras el cual se encuentra el dueño del ferrocarril local (Donald Meek, un secundario tan clásico como entrañable).

Estamos ante uno de esos filmes del Hollywood dorado que, más que por realismo o veracidad, destaca y deleita por esa cualidad encantadora y ese tono de candidez tan típicos en las cintas de la época y que hacen aflorar una sonrisa en el rostro del espectador durante buena parte de su metraje: Frank James es todo un caballero elegante, educado y con principios antes que un ladrón y un asesino, y hasta los malos se te hacen casi simpáticos o inofensivos (a destacar la presencia de John Carradine como Bob Ford). Esa agradable sensación es reforzada también por la bonita y pionera fotografía en Technicolor. Impagable la secuencia del juicio...

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