"Un hombre que limita sus intereses limita su vida" (Vincent Price)

viernes, 5 de octubre de 2012

Anónimos populares: Belinda Bauer

Revisitando una vieja película del género fantástico que vi en mis años mozos –El jinete del tiempo– me he reencontrado con una actriz que me era bastante familiar en aquella época, los 80, y que, sin embargo, había prácticamente desaparecido de mi banco de datos fílmicos cerebral. El olvido parece bastante justificado, ya que la chica en cuestión, Belinda Bauer, abandonó la interpretación hace ya dieciséis años. Quiero aprovechar la excusa de esta reunión cinematográfica para recordar un poco la no muy larga carrera artística de esta australiana…

Nace como Belinda Jane Taubman un 13 de junio de 1950, en una familia acomodada dueña de la empresa nacional Taubman Paints. Su atractivo físico pronto la encamina a flirtear con diversos concursos de belleza de Sydney y a la inevitable carrera de modelo –también estudia ballet–. Finalmente, acaba abandonando su país para buscar fortuna en EE.UU. como actriz.

En su época de modelo, portada
de la revista Esquire en 1977
Se inicia en el cine ya cerca de la treintena con muy buen pie, ya que en Muertes de invierno, de 1979, le acompañan nombres de la talla de John Huston, Eli Wallach, Sterling Hayden, Toshiro Mifune o Anthony Perkins, además del actor principal, Jeff Bridges. Con él repetirá en su segundo trabajo The American Success Company.

Los ochenta serán la mejor época de Belinda –quien ya ha adoptado el apellido artístico Bauer– en lo que a cine y televisión se refiere, ya que alterna durante toda la década ambos medios. Curiosamente, va a ser una habitual de las producciones fantásticas, género que me gusta mucho y que es la principal razón de que la actriz me llamara la atención en su momento: prueba de ello son los telefilmes El arquero de fuego, Mi querida extraterrestre y hasta una curiosa adaptación de El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde (Sins of Dorian Gray) en la que ella misma interpreta al personaje del título. Para la gran pantalla interviene en la ya clásica Flashdance, compitiendo en sensualidad con la protagonista Jennifer Beals, en la ya citada El jinete del tiempo y, hacia finales de la década, en los que probablemente sean sus dos películas más populares e interesantes: Robocop 2  y el thriller Los crímenes del rosario.

En Robocop 2, uno de sus trabajos más populares
No obstante, para ser sinceros, a posteriori da la impresión de que el momento de Belinda no le acaba de llegar, sea por falta de suerte o de talento. En los 90 interviene en episodios de algunas series clásicas como Diagnóstico asesinato, Se ha escrito un crimen o Medias de seda y en películas fantásticas y de acción como Acto de piratería, Necronomicón o Los sirvientes del crepúsculo, pero nuestra homenajeada no logra hacerse con un hueco destacable entre la fauna hollywoodiense. En 1996 participa en el film erótico Fuego de pasión y deja la interpretación para dedicarse a la psicología profesional, carrera que ejerce desde entonces. Por cierto: ¡no debe confundírsele con la escritora británica del mismo nombre!

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